Panorámica de la playa de Bakio tomada desde el mirador. Maika Salguero
GPS | Natural

A la sombra de los viñedos y el txakoli

Bakio (Bizkaia) ·

El surf es una de las actividades protagonistas de este rincón de Bizkaia que vigila al Cantábrico

Viernes, 21 de julio 2023, 18:36

Ya sabemos que esta sección se encarga de repasar las playas cercanas, pero esta vez vamos a hablar primero de viñedos. ¿Por qué? Porque antes de sacar todo de la mochila nos vamos a tomar un txakoli. ¿Por qué? Porque este municipio está considerado el ... alma de este vino en la provincia desde el siglo XIV, referente en la elaboración de este caldo suave y afrutado, de ahí que acoja Txakolingunea, el Museo del Txakoli. ¿Por qué? Porque a las uvas sólidas que acaban transformadas en delicioso líquido también les gusta vivir próximas al mar. Crecen protegidas de los vientos fríos del noroeste por barreras naturales, acariciadas para su maduración por el sur.

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Bakio alberga unos cuantos racimos. Acabaron allí con una misión: regar los gaznates, y este objetivo se hizo tan viral que la palabra 'txakoli' no solo se otorgó a este caldo joven, sino que acabó designando los lugares donde los vascos charlaban y cruzaban apuestas con un vaso en las manos. Ahí nos habíamos quedado, sujetando el cristal en alguno de los bares del pueblo o del paseo marítimo. Si te parece pronto para tomar algo, aplázalo a la tarde.

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  • Servicios Área recreativa, aseos, duchas, fuentes, socorrismo, deportes

La playa de Bakio es obviamente urbana, así que tienes cerca todo tipo de servicios. Mide 982 metros de largo en total, por eso sus numerosos usuarios van y vienen de un lado a otro por la orilla, de paseo. Hasta el pequeño canal que desemboca en el Cantábrico, en un extremo; a la desemboca el río Estepona, en el otro. Unas personas caminan, pero otras hacen surf. La legión de seguidores de este deporte aprende en las escuelas dedicadas a su enseñanza. Los entendidos hablan de olas de picos de derechas e izquierdas, de tres zonas diferenciadas, la oeste con una derecha potente que rompe los días grandes; y El Callejón y Peñas Rojas, donde encontrar olas de calidad gracias a fondos de arena y rocas. Casi todo el año, además, porque hablamos de un arenal abierto. Que conste que no todo es surfear, también hay quien saca la piragua o se dedica al voley playa.

Arte en la calle

Luce Bandera azul, por eso verás allí a familias al completo. Y velas. Incluso las 'cruzadas al viento', que dan nombre a la obra del artista José Ramón Anda, situada al final del espigón, en uno de los extremos. Por supuesto, representa un barco, un navío pirata que se hundió junto a esta costa y forma parte del escudo local. Por cierto, si buscas una buena panorámica del lugar, acércate al mirador Askada, ideado por Javier Bengoa Mardaras. Tienes un acceso directo a la arena desde allí.

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Y ya que hablamos de arte y de vino, es también famosa la Escultura txakoli, de Néstor Basterretxea, localizada en el paseo marítimo. Mide seis metros de acero que no pasan desapercibidos. Representa un árbol mecido por el viento junto al mar, lo que nos retrotrae a las primeras líneas de este reportaje. Lee con atención la leyenda inscrita en euskera, entenderás mejor todo lo que hemos descrito. Y lo dicho, a brindar con la familia o los amigos en las tierras decoradas por viñedos que cada año darán su fruto. ¡Salud!

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