La silenciosa muerte de los bosques de castaños por culpa de un insecto

De pequeño tamaño, este insecto afecta a las hojas del castaño -también infecta a nogales-, debilita el ejemplar y lo hace propenso a otras plagas. El daño en la producción, tanto maderera como de frutos, es considerable. Y trae asociadas otras consecuencias, como que la disminución en el follaje reduce la humedad del sotobosque afectando al desarrollo de hongos, líquenes, invertebrados autóctonos o anfibios.

El síntoma más característico de esta plaga es la aparición de agallas en hojas y frutos. Dentro de esta especie de tumores se esconden las larvas. Ecologistas en Acción achaca su rápida expansión «a la falta de control y al comercio a larga distancia», y aunque muchos gobiernos europeos han tomado medidas en este sentido, nada parece frenar su expansión.

Pájaros y flores

• Tamaño 3 mm. de largo

• Curiosidad La especie no tiene machos

• Distribución EE UU, China, Japón, y casi toda Europa

Lo cierto es que la naturaleza del propio insecto hace que su erradicación sea compleja. En esta especie no hay machos, lo que hace que el uso de feromonas no sea efectivo. Además, en las primeras etapas de la infección son indetectables y, para colmo, los tratamientos químicos no funcionan.

Desde hace años varios países, incluida España -que aún lo estudia- han apostado por combatirlas con sueltas de Torymus sinensis. Cada hembra de este parásito pone un promedio de 70 huevos dentro de las agallas en las que crecen las larvas de avispilla. Cuando los huevos de Torymus eclosionan se las comen. La solución no está exenta de polémica ya que no es una especie autóctona y «no se han valorado los efectos medioambientales que puede tener su introducción», avisa Ecologistas en Acción en una de sus publicaciones.