Paseos virtuales por los mejores parques de España

La idea es acercar la riqueza de estos rincones mediante rutas virtuales en 3D. Para el niño y la niña, el adulto y el que lo es más. De la mano de un escaparate al mundo que se abre en la página www.vivirlosparques.es. La experiencia tiene su toque de aventura, no crean. Lo de tocar, nada de en sentido figurado, se trata de clicar. Clic aquí, clic allá, el paseante consigue moverse por distintos espacios con el impulso de un solo dedo. Nunca caminar resultó menos cansado.

«Seguro que es un rollo», pensará alguno de esos que responden «no» a cualquier nueva propuesta. Pues mire, en absoluto. Una ha hecho el ejercicio y logró distraerse. Hurgando se aprende, por ejemplo, que sobre el mallorquín Paseo del Born tuvo lugar en 1702 una cita caballeresca en la que tomaron parte nobles adeptos a Felipe V y a la casa de Austria. Que la inspiración de crear equinos pura raza española, defendida por Felipe II, originó en 1568 las Caballerizas Reales de los Jardines del Alcázar, en Córdoba. Que el sevillano Parque de María Luisa aparece en la película «Lawrence de Arabia» y su Plaza de España se convirtió en palacio de la ciudad de Theed, en el planeta Naboo, para «Star Wars II: El ataque de los clones».

¿Sabía el aguafiestas negativo que la bilbaína Campa de los Ingleses cuenta con 1.200 metros cuadrados de baldosas capaces de absorber CO2 gracias al Geosilex? ¿O que, con la esperanza de concebir, las mujeres a las que cuesta quedarse embarazadas dejan semillas de árbol sobre el Monumento a la Infancia, en el coruñés Parque Méndez Núñez? Pocos momentos se intuyen mejores que este para implorar milagros.

Málaga, Valencia, Murcia, Pontevedra, Madrid… son algunas de las provincias disponibles. Campo Grande en Valladolid, Gasset en Ciudad Real o José Antonio Labordeta en Zaragoza, algunos de los jardines. Vascos, en la web, aparecen tres –todos bilbaínos–, Doña Casilda Iturrizar, Abandoibarra y el Parque Europa. «Acercarse a las bellezas botánicas, a la fauna, al arte o la arquitectura enriquece de manera espiritual y humana», defienden desde la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (AEPJP). Impulsores de esta iniciativa, la sana idea surgió con la intención de extender el encanto natural a quienes no pueden visitarlo in situ, nada que ver con esta inesperada pandemia, aunque ahora mismo venga bien para aliviar confinamientos.

«Esos parques y jardines emblemáticos, históricos o de barrio son pulmones vitales de nuestros municipios, además de un encuentro con nuestra esencia», defienden desde AEPJP. Y si hay algo que necesitamos en este momento es respirar. La visita resulta intuitiva para todos los de la casa. A la izquierda de la pantalla aparece una vista general del parque por satélite, facilita el movimiento dentro de cada espacio. El monitor adquiere tonos glaucos gracias a la vegetación, arenas y mármoles por los muros y estatuas. Alegra así el gris mental que impera estos días. Cuenta con rotación de 360 grados en imágenes, detalles artísticos, información sobre autores, flora, fauna, curiosidades... Fotografías envolventes para admirar las obras desde todos los ángulos. Incluso un 'Calendario de la Naturaleza', disfrute de estos entornos durante las cuatro estaciones.

Escudriñando sus sendas he pasado la mañana, entre recuerdos de parajes conocidos como el barcelonés Parc del Laberint d'Horta, con su precioso enredo vegetal, o descubrimientos como el expresionista Parque Orquidario de Estepona. Repleto de cascadas, refresca molleras aturdidas por el encierro y exhibe una de las mayores colecciones de orquídeas de Europa, más de 1.300 especies. ¡Lo apunto para un próximo viaje! Cuando por fin podamos escapar de casa.