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Sábado, 25 de abril 2020, 03:35

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Mogarraz es Conjunto Histórico y Artístico, situado en el corazón del Parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia, y Reserva de la Biosfera. A causa de su aislamiento natural, la localidad ha conservado su arquitectura civil y militar en perfecto estado. Es una villa medieval construida y repoblada en el siglo XI por franceses y roselloneses, como evidencian sus apellidos de origen galo.

SERGIO GARCÍA
Mogarraz es Conjunto Histórico y Artístico, situado en el corazón del Parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia, y Reserva de la Biosfera. A causa de su aislamiento natural, la localidad ha conservado su arquitectura civil y militar en perfecto estado. Es una villa medieval construida y repoblada en el siglo XI por franceses y roselloneses, como evidencian sus apellidos de origen galo.
Mogarraz es Conjunto Histórico y Artístico, situado en el corazón del Parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia, y Reserva de la Biosfera. A causa de su aislamiento natural, la localidad ha conservado su arquitectura civil y militar en perfecto estado. Es una villa medieval construida y repoblada en el siglo XI por franceses y roselloneses, como evidencian sus apellidos de origen galo.

El pueblo ha conservado perfectamente hasta nuestros días su arquitectura civil de tramonera y piedra. Destaca su agricultura en terrazas perfectamente integradas en la naturaleza. Un aldeano recorre la calle Miguel Ángel Maíllo, donde fachadas y balcones lucen engalanados con macizos de geranios y hortensias

SERGIO GARCÍA
El pueblo ha conservado perfectamente hasta nuestros días su arquitectura civil de tramonera y piedra. Destaca su agricultura en terrazas perfectamente integradas en la naturaleza. Un aldeano recorre la calle Miguel Ángel Maíllo, donde fachadas y balcones lucen engalanados con macizos de geranios y hortensias
El pueblo ha conservado perfectamente hasta nuestros días su arquitectura civil de tramonera y piedra. Destaca su agricultura en terrazas perfectamente integradas en la naturaleza. Un aldeano recorre la calle Miguel Ángel Maíllo, donde fachadas y balcones lucen engalanados con macizos de geranios y hortensias

Los retratos de sus vecinos son la principal seña de identidad de Mogarraz. En 1967 fueron fotografiados todos los mayores de edad para sacarse el nuevo DNI. Hasta ahí todo normal. Lo que ya no lo es tanto es que años más tarde, el pintor Florencio Maíllo reprodujera esas imágenes y las colgara de las fachadas en homenaje a los habitantes

SERGIO GARCÍA
Los retratos de sus vecinos son la principal seña de identidad de Mogarraz. En 1967 fueron fotografiados todos los mayores de edad para sacarse el nuevo DNI. Hasta ahí todo normal. Lo que ya no lo es tanto es que años más tarde, el pintor Florencio Maíllo reprodujera esas imágenes y las colgara de las fachadas en homenaje a los habitantes
Los retratos de sus vecinos son la principal seña de identidad de Mogarraz. En 1967 fueron fotografiados todos los mayores de edad para sacarse el nuevo DNI. Hasta ahí todo normal. Lo que ya no lo es tanto es que años más tarde, el pintor Florencio Maíllo reprodujera esas imágenes y las colgara de las fachadas en homenaje a los habitantes

Tan singular propuesta no dejó indiferente a nadie: 388 retratos fueron reproducidos inicialmente y se colgaron en las mismas fachadas donde vivían sus personajes. Quienes no figuraban en aquella primera hornada no dudaron en sumarse a la iniciativa y ahora son más de 700 las fotos repartidas por todo el pueblo

SERGIO GARCÍA
Tan singular propuesta no dejó indiferente a nadie: 388 retratos fueron reproducidos inicialmente y se colgaron en las mismas fachadas donde vivían sus personajes. Quienes no figuraban en aquella primera hornada no dudaron en sumarse a la iniciativa y ahora son más de 700 las fotos repartidas por todo el pueblo
Tan singular propuesta no dejó indiferente a nadie: 388 retratos fueron reproducidos inicialmente y se colgaron en las mismas fachadas donde vivían sus personajes. Quienes no figuraban en aquella primera hornada no dudaron en sumarse a la iniciativa y ahora son más de 700 las fotos repartidas por todo el pueblo

Los retratos son un regalo del artista a los vecinos de Mogarraz, que se niegan a descolgarlos después de que el curioso detalle se convirtiera en la tarjeta de presentación del pueblo hasta el punto de robar protagonismo a sus soportales, galerías y balconadas

SERGIO GARCÍA
Los retratos son un regalo del artista a los vecinos de Mogarraz, que se niegan a descolgarlos después de que el curioso detalle se convirtiera en la tarjeta de presentación del pueblo hasta el punto de robar protagonismo a sus soportales, galerías y balconadas
Los retratos son un regalo del artista a los vecinos de Mogarraz, que se niegan a descolgarlos después de que el curioso detalle se convirtiera en la tarjeta de presentación del pueblo hasta el punto de robar protagonismo a sus soportales, galerías y balconadas

El fotógrafo autor de las fotos originales se llamaba Alejandro Martín y con el tiempo se convirtió en el primer alcalde que tuvo el pueblo en democracia. Familias enteras aparecen retratadas y expuestas a la curiosidad popular.

SERGIO GARCÍA
El fotógrafo autor de las fotos originales se llamaba Alejandro Martín y con el tiempo se convirtió en el primer alcalde que tuvo el pueblo en democracia. Familias enteras aparecen retratadas y expuestas a la curiosidad popular.
El fotógrafo autor de las fotos originales se llamaba Alejandro Martín y con el tiempo se convirtió en el primer alcalde que tuvo el pueblo en democracia. Familias enteras aparecen retratadas y expuestas a la curiosidad popular.

Los muros de Nuestra Señora de las Nieves son el lugar del pueblo que concentra mayor número de retratos. Sus propietarios son aquellas personas que carecían de casa propia, vendieron su propiedad o emigraron en años de necesidad.

SERGIO GARCÍA
Los muros de Nuestra Señora de las Nieves son el lugar del pueblo que concentra mayor número de retratos. Sus propietarios son aquellas personas que carecían de casa propia, vendieron su propiedad o emigraron en años de necesidad.
Los muros de Nuestra Señora de las Nieves son el lugar del pueblo que concentra mayor número de retratos. Sus propietarios son aquellas personas que carecían de casa propia, vendieron su propiedad o emigraron en años de necesidad.

Un malinois se asoma al desvencijado balcón de una casa adornada con los retratos de sus propietarios.

SERGIO GARCÍA
Un malinois se asoma al desvencijado balcón de una casa adornada con los retratos de sus propietarios.
Un malinois se asoma al desvencijado balcón de una casa adornada con los retratos de sus propietarios.

Mogarraz no hizo distingos entre sus habitantes y aparecen retratados todos, ricos y pobres, hombres y mujeres. El espectáculo ha atraído a turistas de todo el mundo, deslumbrados por el trazado medieval y también por sus ricas tradiciones. La localidad cuenta con una oferta hostelera -apartamentos y casas rurales- que ha sabido respetar el entorno.

SERGIO GARCÍA
Mogarraz no hizo distingos entre sus habitantes y aparecen retratados todos, ricos y pobres, hombres y mujeres. El espectáculo ha atraído a turistas de todo el mundo, deslumbrados por el trazado medieval y también por sus ricas tradiciones. La localidad cuenta con una oferta hostelera -apartamentos y casas rurales- que ha sabido respetar el entorno.
Mogarraz no hizo distingos entre sus habitantes y aparecen retratados todos, ricos y pobres, hombres y mujeres. El espectáculo ha atraído a turistas de todo el mundo, deslumbrados por el trazado medieval y también por sus ricas tradiciones. La localidad cuenta con una oferta hostelera -apartamentos y casas rurales- que ha sabido respetar el entorno.

El pueblo no ha dejado nada al azar para convertir cada rincón en una pieza de museo. Fachadas encaladas, artesonados barnizados, profusión de flores, un pavimento cuidado... todo es poco para Mogarraz.

SERGIO GARCÍA
El pueblo no ha dejado nada al azar para convertir cada rincón en una pieza de museo. Fachadas encaladas, artesonados barnizados, profusión de flores, un pavimento cuidado... todo es poco para Mogarraz.
El pueblo no ha dejado nada al azar para convertir cada rincón en una pieza de museo. Fachadas encaladas, artesonados barnizados, profusión de flores, un pavimento cuidado... todo es poco para Mogarraz.

Los retratos, aunque importantes, son sólo una parte del atractivo de Mogarraz. La Torre del Campanil, las fuentes y dinteles, su industria del bordado, tradiciones como las del cerdo de San Antón y una gastronomía serrana donde destacan el cabrito cuchifrito, las patatas meneás o el zorongollo, una ensalada de pimientos asados.

SERGIO GARCÍA
Los retratos, aunque importantes, son sólo una parte del atractivo de Mogarraz. La Torre del Campanil, las fuentes y dinteles, su industria del bordado, tradiciones como las del cerdo de San Antón y una gastronomía serrana donde destacan el cabrito cuchifrito, las patatas meneás o el zorongollo, una ensalada de pimientos asados.
Los retratos, aunque importantes, son sólo una parte del atractivo de Mogarraz. La Torre del Campanil, las fuentes y dinteles, su industria del bordado, tradiciones como las del cerdo de San Antón y una gastronomía serrana donde destacan el cabrito cuchifrito, las patatas meneás o el zorongollo, una ensalada de pimientos asados.

Mogarraz conserva sus tradiciones folclóricas, culturales y religiosas en los dinteles esculpidos de sus puertas, que hablan de su historia y su religión mediante grabados en piedra. También son conocidos su artesanía, su joyería y sus trajes con bordados serranos.

SERGIO GARCÍA
Mogarraz conserva sus tradiciones folclóricas, culturales y religiosas en los dinteles esculpidos de sus puertas, que hablan de su historia y su religión mediante grabados en piedra. También son conocidos su artesanía, su joyería y sus trajes con bordados serranos.
Mogarraz conserva sus tradiciones folclóricas, culturales y religiosas en los dinteles esculpidos de sus puertas, que hablan de su historia y su religión mediante grabados en piedra. También son conocidos su artesanía, su joyería y sus trajes con bordados serranos.

La Plaza mayor es el centro neurálgico de La Alberca y entre sus edificios más destacados destacan el palacio Ducal y el Ayuntamiento, así como una hermosa fuente y un crucero. También destacan la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y a las afueras del pueblo la Peña de Francia, que da nombre a la comarca y donde en el siglo XV un colono francés descubrió una talla de la Virgen que es todavía honrada por los peregrinos que llegan desde el sur por la Vía de la Plata.

SERGIO GARCÍA
La Plaza mayor es el centro neurálgico de La Alberca y entre sus edificios más destacados destacan el palacio Ducal y el Ayuntamiento, así como una hermosa fuente y un crucero. También destacan la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y a las afueras del pueblo la Peña de Francia, que da nombre a la comarca y donde en el siglo XV un colono francés descubrió una talla de la Virgen que es todavía honrada por los peregrinos que llegan desde el sur por la Vía de la Plata.
La Plaza mayor es el centro neurálgico de La Alberca y entre sus edificios más destacados destacan el palacio Ducal y el Ayuntamiento, así como una hermosa fuente y un crucero. También destacan la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y a las afueras del pueblo la Peña de Francia, que da nombre a la comarca y donde en el siglo XV un colono francés descubrió una talla de la Virgen que es todavía honrada por los peregrinos que llegan desde el sur por la Vía de la Plata.

La Alberca, situado sobre el puerto de Las Batuecas, es el pueblo más conocido de la Sierra de Francia y apenas supera los 1.100 habitantes. El municipio ha sabido conservar como pocos su entramado medieval y fue el primero de España en ser nombrado Monumento Histórico Artístico.

SERGIO GARCÍA
La Alberca, situado sobre el puerto de Las Batuecas, es el pueblo más conocido de la Sierra de Francia y apenas supera los 1.100 habitantes. El municipio ha sabido conservar como pocos su entramado medieval y fue el primero de España en ser nombrado Monumento Histórico Artístico.
La Alberca, situado sobre el puerto de Las Batuecas, es el pueblo más conocido de la Sierra de Francia y apenas supera los 1.100 habitantes. El municipio ha sabido conservar como pocos su entramado medieval y fue el primero de España en ser nombrado Monumento Histórico Artístico.

Puente romano de Sotoserrano sobre el río Alagón, cerca de Santibañez de la Sierra, con una pequeña playa fluvial donde echar la caña sin que nada ni nadie te molesten. La zona está rodeada de cerezos, que pintan el paisaje de un ligero tono rosa en marzo o abril, los meses de floración.

SERGIO GARCÍA
Puente romano de Sotoserrano sobre el río Alagón, cerca de Santibañez de la Sierra, con una pequeña playa fluvial donde echar la caña sin que nada ni nadie te molesten. La zona está rodeada de cerezos, que pintan el paisaje de un ligero tono rosa en marzo o abril, los meses de floración.
Puente romano de Sotoserrano sobre el río Alagón, cerca de Santibañez de la Sierra, con una pequeña playa fluvial donde echar la caña sin que nada ni nadie te molesten. La zona está rodeada de cerezos, que pintan el paisaje de un ligero tono rosa en marzo o abril, los meses de floración.

Miranda del Castañar es un pueblo medieval de apenas 400 vecinos, donde destacan el castillo, la bodega excavada en la muralla y el conocido como Bosque de los Espejos, un espacio cautivador especialmente en otoño y poblado de especies autóctonas.

SERGIO GARCÍA
Miranda del Castañar es un pueblo medieval de apenas 400 vecinos, donde destacan el castillo, la bodega excavada en la muralla y el conocido como Bosque de los Espejos, un espacio cautivador especialmente en otoño y poblado de especies autóctonas.
Miranda del Castañar es un pueblo medieval de apenas 400 vecinos, donde destacan el castillo, la bodega excavada en la muralla y el conocido como Bosque de los Espejos, un espacio cautivador especialmente en otoño y poblado de especies autóctonas.

Pareja de ancianos en Miranda del Castañar. El sur de Salamanca es un buen ejemplo de la españa desolada, comarcas del interior muy envejecidas que sólo salen de su habitual aislamiento en periodos de vacaciones, cuando al regreso de los más jóvenes se une la avalancha de turistas.

SERGIO GARCÍA
Pareja de ancianos en Miranda del Castañar. El sur de Salamanca es un buen ejemplo de la españa desolada, comarcas del interior muy envejecidas que sólo salen de su habitual aislamiento en periodos de vacaciones, cuando al regreso de los más jóvenes se une la avalancha de turistas.
Pareja de ancianos en Miranda del Castañar. El sur de Salamanca es un buen ejemplo de la españa desolada, comarcas del interior muy envejecidas que sólo salen de su habitual aislamiento en periodos de vacaciones, cuando al regreso de los más jóvenes se une la avalancha de turistas.

Olivos en Miranda del Castañar, junto con las vides cultivos antiquísimos en una zona muy accidentada que no se caracteriza por las excesivas precipitaciones y donde lo irregular del terreno lleva a menudo a plantar en paredones.

SERGIO GARCÍA
Olivos en Miranda del Castañar, junto con las vides cultivos antiquísimos en una zona muy accidentada que no se caracteriza por las excesivas precipitaciones y donde lo irregular del terreno lleva a menudo a plantar en paredones.
Olivos en Miranda del Castañar, junto con las vides cultivos antiquísimos en una zona muy accidentada que no se caracteriza por las excesivas precipitaciones y donde lo irregular del terreno lleva a menudo a plantar en paredones.

El tejido urbano de Miranda de Castañar lo forman calles estrechas que protegen del inclemente sol y que discurren prietas entre la ermita del Humilladero, las ruinas de la fortaleza y la iglesia de San Ginés y Santiago.

SERGIO GARCÍA
El tejido urbano de Miranda de Castañar lo forman calles estrechas que protegen del inclemente sol y que discurren prietas entre la ermita del Humilladero, las ruinas de la fortaleza y la iglesia de San Ginés y Santiago.
El tejido urbano de Miranda de Castañar lo forman calles estrechas que protegen del inclemente sol y que discurren prietas entre la ermita del Humilladero, las ruinas de la fortaleza y la iglesia de San Ginés y Santiago.

Mirador sobre el meandro del Melero, en Riomalo de Abajo, marca la frontera entre Salamanca y Cáceres, donde se juntan los ríos Ladrillar y Alagón.

SERGIO GARCÍA
Mirador sobre el meandro del Melero, en Riomalo de Abajo, marca la frontera entre Salamanca y Cáceres, donde se juntan los ríos Ladrillar y Alagón.
Mirador sobre el meandro del Melero, en Riomalo de Abajo, marca la frontera entre Salamanca y Cáceres, donde se juntan los ríos Ladrillar y Alagón.

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