La planta que calma el corazón solo si se recoge a la hora exacta
Dedalera (Digitalis purpurea) ·
Sus hojas contienen digitalina, una toxina mortal si se consume pero cuyo principio activo se ha usado contra arritmias y otras afecciones cardiacasSecciones
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Dedalera (Digitalis purpurea) ·
Sus hojas contienen digitalina, una toxina mortal si se consume pero cuyo principio activo se ha usado contra arritmias y otras afecciones cardiacasLa dedalera es una de las plantas más fácilmente identificable de nuestros bosques, aunque lo más correcto sería decir de nuestros taludes. Y es que sus lugares favoritos para echar raíces y alcanzar todo su esplendor son los terraplenes. En ellos se desarrollan a sus ... anchas durante sus dos años de ciclo vital y con sus coloridas flores en forma de dedal, -de ahí su nombre- adorna no pocas veras boscosas de la geografía española. En todas las gamas del púrpura pero también en amarillo, esta especie es tan hermosa como tóxica. De hecho, es mortal si no se tiene cuidado, por lo que es mejor admirarla a distancia.
Algunos escritos hacen referencia a que los egipcios ya utilizaban con fines medicinales, aunque otros apuntan a que su uso es mucho más reciente. Sus compuestos activos se han utilizado en medicina y farmacología para tratar a pacientes con problemas cardiacos. Uno de ellos, la digitoxina, sirve para tratar las arritmias, ya que 'calma' los latidos. Por contra, en cantidades superiores a 2 miligramos es capaz de dispararlos hasta el paro cardiaco y la muerte.
Ciclo vital Dura dos años
Flores Entre junio y septiembre. Forman racimos con tonos del amarillo al púrpura.
La dedalera es caprichosa. Tanto que para su uso medicinal las hojas deben recogerse en unas condiciones muy específicas. La cantidad óptima de digitoxina se presenta en algunas hojas muy concretas que deben recolectarse a unas horas determinadas, generalmente al inicio de la tarde. El resto del proceso para conseguir el principio activo debe ser igualmente meticuloso. Una complejidad que, unida a la aparición de nuevos medicamentos, ha hecho que en las últimas décadas su uso médico haya disminuido.
Su toxicidad la ha hecho protagonista de bastantes episodios de envenenamiento a lo largo de la historia, así como la herramienta de asesinatos que han alimentado la literatura. Se dice que estuvo tras la muerte de Vicent Van Gogh, uno de cuyos médicos se la administraba para tratar sus problemas de epilepsia. El propio pintor inmortalizó a su galeno en el cuadro 'El doctor Paul Gachet' junto a una florida dedalera.
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