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Iratxe López
Jueves, 10 de septiembre 2020, 01:08
No sé si a ustedes les sucede, pero esta redactora se siente de vacaciones cuando no entiende el idioma. Como este año la situación no invitaba a cruzar fronteras, muchos nos conformamos con la patria chica. Este reportaje parte de una propuesta sencilla: sentirse extranjero ... en la ciudad propia. La imaginación no entiende de puertas de embarque y vuela igualmente. Así que allá vamos, convertidos en forasteros de espacios conocidos.
Admito que lo tengo fácil. Pelirroja, piel blanca y pecosa, basta no decir una palabra para pasar por guiri. Si no cuentas con esa ventaja, primera regla del reto: disimula tu condición de vecino. Deja la ropa y las botas de monte en casa, delatan a los vascos. No digo que uses sandalias con calcetines, pero cuando uno se apunta a un juego de rol el disfraz redondea la ambientación. Ayuda a la escena consultar el plano de la ciudad. Protegerse del sol con pamela. Comprar el helado más grande del mundo… ¡Estás de vacaciones! ¡Obedece a tus caprichos! Consigue una guía turística y sigue sus recomendaciones, es lo que harías fuera. Aquí trasladamos algunas. Aprenderás, seguro, datos que desconocías sobre tu hogar.
Dormir en tu casa no produce el efecto deseado así que, elige un alojamiento que te haga sentir visitante. Concédete un premio, llevas un año complicado, mereces un poco de alegría. Una, que ha jugado a esto, tuvo la suerte de alojarse en el hotel Barceló Bilbao Nervión. Al entrar en su Suite Deluxe y descubrir el ventanal con vistas al Campo Volantín y a la ría llegué a preguntarme si quería salir de ese espacio o pasar dentro toda la aventura. Alojarse en cualquiera de las habitaciones de este hotel, entrar al hall con tu maleta como si vinieras de quién sabe dónde y no del barrio de al lado, bajar por la mañana a degustar el fantástico desayuno buffet, ayuda al decorado de la cita. Disfruta del concepto eco-urbano del edificio, de su diseño, modernidad y perfecta ubicación, es lo que buscarías en cualquier otra ciudad. Vuélvete loco y saca de esa neverita que nunca usas cacahuetes y un benjamín de champán para celebrar tus improvisadas vacaciones. Incluso puedes alquilar allí un patinete para recorrer Bilbao (www.barcelo.com). Si prefieres Vitoria, el NH Canciller Ayala es una buena elección. Junto al Parque de la Florida, a un paso de los lugares emblemáticos de la ciudad (www.nh-hoteles.es).
¿Qué te parece contemplar el Moisés de Miguel Ángel? Imagina que te encuentras en Roma, ante la tumba del Papa Julio II, en la iglesia de San Pietro in Vincoli. En el Museo de Reproducciones de Bilbao solo hay una copia, pero hemos quedado en que esto es un ejercicio de imaginación. De escayola, ya, la original es de mármol de Carrara. Repito, si no te dejas llevar la experiencia no funciona. Revisa su lado izquierdo, parece que fuera a levantarse enfurecido. El derecho, en cambio, exhibe calma (www.bilbokoberreginenmuseoa.eus). Ahora en la capital alavesa nos trasladamos al Japón de los samurai tras cruzar las puertas del Museo de Armería. La época dorada de estos guerreros de élite fue el siglo XV. El casco o kabuto daba una pista sobre el rango del guerrero. La máscara se modelaba para atemorizar al contrario. También puedes viajar a tierras británicas gracias al baúl de campaña del Duque de Wellington (armamuseoa.eus).
Pagas únicamente la voluntad y a cambio te muestran la urbe. 'Bilbao esencial' es el nombre del free tour que descubre rincones imprescindibles de la capital vizcaína (www.freetoursbilbao.com). Si crees que por ser vecino lo sabes todo es que nunca te has apuntado a uno. Recorrerás la ribera de la ría, dejando atrás el Casco Viejo para seguir la transformación urbana, el Ensanche, el Centro Azkuna, la Gran Vía, el Teatro Campos Elíseos, el Guggenheim, la Torre Iberdrola... 'Vitoria histórica' (freetourvitoria.com) pasa por el Palacio de la Diputación de Álava y otros edificios señoriales, los murales de arte urbano, el Museo del Naipe, la Almendra Medieval... Recuerda datos, leyendas y anécdotas.
Nadie puede negar la calidad de la cocina vasca, pero como estas líneas van de sentirse extranjero, hoy elegimos el exotismo hindú. Nos vamos, por tanto, de restaurante indio. El Tandoori de Vitoria (Avenida de Zabalgana, 32. 945029138) tiene buenas críticas. Su chef recomienda kashmiri biryani, began bartha o beaf handi (tandoori.es). En Bilbao, al Indian Town (Uribitarte, 14. 944345422). Prueba el pollo al curry o el arroz vegano Biryani, el pollo tikka masala o el cordero raganjosh.
Los mercados marcan el pulso de cada ciudad, hasta ellos se dirigen los habitantes para llenar sus despensas. Ahora están de moda, incluyen establecimientos hosteleros donde degustar productos locales. Por eso se han convertido en cita casi obligada a la hora de viajar. El vitoriano Mercado de Abastos ofrece productos frescos, enogastronomía local y terraza panorámica. Apúntate a la visita guiada disponible que recorre sus espacios y rincones secretos mientras charlas con los comerciantes (mercadoabastos.eus). El bilbaíno Mercado de La Ribera merece una visita en la que degustar, catar y admirar el contenido. Pasea entre los puestos y detente en los detalles del diseño ideado por Pedro Ispizua y no te olvides de observar sus preciosas vidrieras (mercadodelaribera.biz).
En Bilbao, como en el paseo de la fama de Hollywood, hay una estrella en el suelo. Espera en la calle Andra Mari, junto al edificio de la Bolsa, y señala el único punto del Casco Viejo desde donde contemplar la Basílica de Begoña. En Vitoria la curiosidad se encuentra en la Plaza del Machete, en la hornacina del ábside de San Miguel. Antaño se guardaba allí el machete sobre el que juraban sus cargos los representantes de la ciudad. El actual es una réplica. El procurador general prometía cumplir sus deberes tras estas palabras: «y si así no lo hiciere y cumpliere, Dios se lo demande y le sea cortada la cabeza con el alfanje de hierro y acero».
Abarcar solo con los pies una zona extensa agota a cualquier turista, por eso es bueno alquilar una bici. En el caso de Bilbao la originalidad la ponen las acuáticas, en vez de pedalear por el bidegorri lo harás sobre la ría. Contemplar los edificios desde el agua marca un gran cambio de perspectiva. Atravesar los puentes por debajo. Admirarse con el Guggenheim desde las ondulaciones del Nervión. Las bicis esperan en el muelle de El Cargadero de Bilbao (calle Dique, 1. 944743426). En Vitoria aprovechamos la naturaleza para ir de paseo por el humedal. Las bicis, normales o eléctricas, aguardan en el Centro de Interpretación de los Humedales de Salburua, Ataria (945254759). El parque propiciará el escenario perfecto para la excursión gracias a sus itinerarios.
En la capital alavesa, donde como en todo el País Vasco es tradición jugar al mus, escoge un set de naipes Fournier. Recordarás así la historia de Heraclio Fournier, creador de la baraja española. Saltamos de las manos a los pies para echarle un vistazo a la baldosa de Bilbao. Nació en la primera mitad del siglo XX, para ayudar a que fluyera la lluvia. Originalmente en hormigón y arena gruesa, cubierta con viruta de hierro; ahora de cemento. El dibujo en forma de flor, con cuatro canales de desagüe, es tan bilbaíno ya como la tendencia a exagerar de quienes la pisan a diario. Puedes llevártela en diversos formatos: llavero, pañuelo, posavasos... Nosotros preferimos de chocolate.
Reina del postre local bilbaíno, la carolina invade de colorido los escaparates. Base de pastel de arroz (otro de los nuestros), cubierta de merengue, sus tonos amarillos y marrones los ponen yema de huevo y chocolate. Dicen que la receta nació a principios del siglo XX, creada por un pastelero que quería regalar el pastel a su hija en el cumpleaños; por eso lleva el nombre de la niña. La pastelería Don Manuel (Alameda Urquijo, 39. pasteleriadonmanuel.com) es una buena elección para darte el capricho. A otro pastelero de recorrido, Luis López de Sosoaga, se atribuye la aparición del goxua. Elaborado con nata, bizcocho, crema pastelera y caramelo líquido, engalana la mezcla una típica cazuelita de barro sobre la que reposa. Puedes comprarlo en sus tiendas de Rioja, 17, Diputación, 9 y Fermín Lasuen, 5 (Vitoria) www.sosoaga.com.
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