A pedales hasta la presa de Tudela escondida

En Las Merindades (Burgos) ·
La subida al alto de Ro ofrece la oportunidad de descubrir un paraje bucólico donde avistar somormujos, fochas y zampullines

Julia Fernández

Martes, 15 de agosto 2023, 19:07

Ser cicloturista en Bilbao es fácil. Hay muchas rutas a tiro de piedra. Y según avanzas en nivel y forma puedes optar por una u otra. La de hoy tiene final en alto, como las etapas reinas de las grandes vueltas. Se trata de Ro, ... una cima sin grandes pretensiones, pero que se abre al familiar Valle de Mena.

Se parte de la capital vizcaína por la antigua carretera que discurre a orillas del río Cadagua en dirección Artziniega. Es una vía de sube-bajas para ir calentando en la que conviene no cebarse. Al llegar al pueblo de Artziniega, a 30 kilómetros de nuestro punto de partida, hay que cruzar el pueblo y encaminarse hacia la frontera de Burgos.

Un desvío a la derecha nos lleva hasta Ro, paso de numerosas pruebas de juveniles y aficionados a lo largo del año. Se trata de un bello ascenso de 7 kilómetros. La pendiente más intensa son unos metros al 12% en la mitad del puerto. Pero de media, ningún kilómetro supera el 6%.

En días de sol, conviene madrugar porque aunque el paisaje es variado, la amplitud de vistas también lo hace propicio para pasar calor, sobre todo al principio. Los dos primeros kilómetros estaremos todo el rato a menos del 4% y podremos disfrutar de una pequeña cascada poco antes de llegar al primer municipio ya en tierras burgalesas, Angostina.

En bici

Distancia 75 km.
Desnivel 952 metros.
Rampa más dura 12%
Tiempo Tiempo 4 horas a 18 km/h

Tras un tramo de zig-zag que nos permitirá tomar altura, desembocaremos en la recta más dura de toda la ascensión, que termina justo cuando avistamos la presa de Tudela, un paraje bucólico que casi parece de mentira.

Curiosamente, este embalse se construyó entre 1984 y 1990 para abastecer de agua a la localidad alavesa de Artziniega. En él hay una interesante avifauna acuática, compuesta entre otras especies, por fochas, zampullines y somormujos.

Bordeamos el pantano y seguimos subiendo: pasamos primero por Cayaos y luego por Montiano. Ya solo nos quedan dos kilómetros para llegar que haremos bajo la mirada del Pico del Fraile. La cima es sosa en comparación a lo que hemos visto hasta ahora en la subida. Así que media vuelta y a disfrutar de un descenso no excesivamente peligroso. Antes de volver a casa, merece sentarse en alguna de las terrazas del casco viejo de Artziniega para refrescarse y recuperar fuerzas.