La montaña cántabra de los esfuerzos y las vistas

Desde Santiago de Cudeyo, en el municipio de Medio Cudeyo, nace una de esas rutas. Cerca de una pequeña pista polideportiva, una desviación a la derecha inicia el recorrido. La pista se adentra en el bosque. Piedra grande, hojarasca de eucaliptos y algún castaño... Una señal indica una bifurcación, pero como esta ruta es circular, se puede coger el sentido que se desee porque se regresará al mismo punto.

Si se escoge seguir de frente, enseguida empiezan a oírse las carcajadas de la montaña. Porque hasta ahí el trayecto no parece tan duro. Poco después de ese desvío comienza un tramo «hecho en Peña Cabarga». De esos que en un montón de metros, no sueltan. En algún recoveco que dejan los árboles, se ve Santander y los municipios cercanos.

Al monte

• Distancia 6,5 km.

• Desnivel 438 metros.

• Tiempo ...

Un pequeño tramo de llano antecede a la parte más rota del recorrido. A veces, el camino se pierde. Pero basta con encontrar marcas de pintura en árboles o rocas, para retomarlo. En otro tramo, de unos pocos metros, hay que salvar un fuerte desnivel, para llegar a un prado ya con arbusto bajo y escajos. El mirador de Peña Cabarga se ve en lontananza.

La llegada a la carretera permite seguir, al otro lado, campo a través. Desde lo alto del Pico Llen, con un día despejado, buena parte de Cantabria se puede contemplar desde Peña Cabarga. Si además se hace la ruta en un día en el que el bar esté abierto, se pueden reponer fuerzas.

La ruta se retoma junto a las primeras antenas que uno se encuentra -no las que hay en la cima-. El camino inicia un descenso prolongado, pero constante. Una bifurcación constituye otra pequeña precaución, ya que hay que seguir justo de frente. Una última desviación hacia la derecha, lleva tras un pequeño recorrido a la primera bifurcación de la ruta. De ahí, el regreso hacia Santiago de Cudeyo es sencillo.