Los mejores planes culturales para este fin de semana en Bizkaia

Se despide esta semana del Arriaga (en castellano salvo la función del jueves, en euskera) antes de iniciar una larga gira la gran apuesta de la temporada, el proyecto que Calixto Bieito tenía en mente desde que asumió la dirección artística del teatro. 'Erresuma/Kingdom/Reino' se basa en los dramas históricos de Shakespeare –'Ricardo II', 'Enrique IV', 'Enrique V', 'Enrique VI' y Ricardo III'– y traslada la trama a la Inglaterra de los años 60 con toda su carga de violencia y poesía. Es la historia de una familia «que se va desmembrando» en una guerra civil, una lucha por el poder que resuelven a base de crímenes.

En un espectáculo de dos horas hay que sintetizar y la historia se cuenta «como el sueño de un niño», apelando a la esencia de los personajes. La mirada de Bieito –que dirige y firma la versión y el espacio escénico, una instalación de fondo blanco en la que van apareciendo objetos– construye la función apoyándose en un sólido reparto. Diez actores vascos –Joseba Apaolaza, Lucía Astigarraga, Ylenia Baglietto, Ainhoa Etxebarrria, Miren Gaztañaga, Iñaki Maruri, Koldo Olabarri, Lander Otaola, Eneko Sagardoy y Mitxel Santamarina– comparten escenario con José María Pou, que interpreta a Falstaff, uno de los personajes shakesperianos con mejores parlamentos. El veterano actor aconseja ver la función «como si entraras en un museo y recorrieras distintas salas. En cada una vas a experimentar una emoción diferente que te va a sacudir, y no intentes racionalizarlo». Una experiencia que no dejará a nadie indiferente.

La compañía bilbaína Marie de Jongh estrena su primer espectáculo para adultos tras una larga y premiada trayectoria en teatro infantil y familiar. Han elegido un tema que tarde o temprano nos alcanza a todos, la manera en que cuidamos a nuestros mayores. Lo cuentan desde el punto de vista de un hombre, un pintor al que interpreta Jokin Oregi, que vuelve al escenario tras 25 años volcado en su tarea como autor y director. Fieles a su esencia, prescinden de los diálogos y utilizan máscaras. En este caso un nuevo tipo que denominan 'máscaras cero', hechas con varias capas de tela y que pese a carecer de rasgos –o precisamente por eso– transmiten sentimientos universales y contribuyen a crear una atmósfera propia, única, para contar esta historia.

'Golfa' es lo que dice una pintada que aparece una mañana frente a la puerta de un instituto, una comunidad donde llueve sobre mojado. Desde la ruptura de su relación con Fran, Amanda sufre un acoso virtual que lleva a sus padres a denunciarle a él como responsable. La madre del chico monta en cólera y la llama «golfa», el mismo insulto que días después aparece en un grafiti. Para evitar que la tensión se desborde, la jueza encargada del caso propone una sesión con un sexólogo a la que asistirán Amanda, Fran, su madre... y el público que acuda el viernes a la Sala BBK.

Esta producción escrita y dirigida por José Padilla está consiguiendo acercar a los jóvenes, y a familias enteras, al teatro. El autor se pregunta por qué, en un mundo hipersexualizado, tenemos tan poca educación en la materia. Trabajar con el sexólogo Cristian Gallego le ha ayudado a «ponerle luz a un tema que sigue siendo un tabú. Lo vemos como un foco de sordidez cuando es algo que atañe a algo tan serio como nuestra salud», explica. Interesante la propuesta de este espectáculo trasmedia en el que el espectador puede participar mediante plataformas.

Es uno de esos actores que no pueden pasar desapercibidos, basta una escena –como la que le valió el premio Goya en 'El reino'– para que nos quedemos con su carisma y su voz. Pero Luis Zahera es mucho más que el malo de la película, el mafioso al que le asoman los sentimientos y que forma un tándem imbatible con Jose Coronado. El sábado lo demostrará en el Campos Elíseos con el monólogo 'Quiero hacer de galán', en el que repasa su experiencia en los rodajes y las anécdotas de toda una vida. El actor saca partido a su vis cómica, dispuesto a todo para enamorar al público que, esta vez, es todo suyo.

La compañía de escena contemporánea Sleepwalk Collective, formada por Iara Solano y Sammy Metcalfe, crea experiencias escénicas para teatros y espacios no convencionales, a caballo entre España y Reino Unido, desde 2006. Ahora trae a Azkuna Zentroa 'Swimming Pools', una pieza psicodélica que aborda temas como el deseo y la melancolía. A través de una serie de piscinas imaginadas, dispuestas como los niveles ascendentes de un videojuego retro, se desborda una secuencia de monólogos íntimos. «A medida que las protagonistas susurran y ejecutan sus confesiones a través de las voces y cuerpos de las cuatro mujeres que habitan la escena, la piscina en sí misma vuelve a concebirse como una especie de utopía artificial, un paraíso en miniatura», explican. La poesía visual y textual que caracteriza a esta compañía, con un diseño hispnótico de iluminación y sonido, ofrece un contrapunto a los valores «machistas y triunfantes» de los videojuegos convencionales.

Como su nombre indica, 'Quitamiedos' nos sitúa en el arcén de una carretera secundaria justo después de un accidente de tráfico. La víctima, Carlos, ve pasar toda su vida ante sus ojos mientras se acerca su ángel de guarda. En ese momento de tránsito entre la vida y la muerte, ambos, interpretados por Jesús Barranco y Luis Moreno, mantienen un diálogo en el que caben el humor y la poesía y se contrastan dos maneras de amar. Kulunka trae a Leioa esta semana una pieza de largo recorrido que inauguró el Festival Internacional de Teatro de Vitoria en 2019. Iñaki Rikarte el autor y director de este espectáculo «personal, íntimo e inclasificable» que tiene que ver con el realismo mágico.

Esta obra de David Caiña que llega a Basauri en castellano nos sitúa en un escenario conocido y aparentemente cómodo: una cena familiar en Nochevieja. Pero el ambiente de celebración es un 'Fake' o un 'Trampantojo', dos títulos que ponen al espectador en guardia desde el principio y que describen un fenómeno muy anterior a las redes sociales: «todos intentamos crear una imagen perfecta de nosotros mismos». Uno de los miembros de esta familia que podría ser cualquiera va a abusar sexualmente de su prima. Él no responde al estereotipo de violador, no lo parece y por eso «es el peor tipo de monstruo que existe», nos avisa el autor.

La obra retrata las relaciones familiares a través de saltos en el tiempo y profundiza en el personaje de la madre que descubre que su hijo no es como ella pensaba. ¿Hasta dónde puede llegar para defenderle? El propio autor dirige junto a Gorka Minguez a un solvente reparto formado por Maribel Salas, Gorka Minguez, Gemma Martínez, Lorea Intxausti y Albar Cirarda.

Los próximos días presentan pocas citas musicales: el final de los dos títulos que programa la ABAO y la cercanía del festival Musika Música explican que solo haya dos conciertos en la Sociedad Filarmónica como oferta para los melómanos. Así que lieder y cámara son el alimento disponible para los aficionados. Pero eso es mucho.

En el primero de los dos conciertos de la temporada filarmónica llama la atención que subirá al escenario una mezzosoprano que muchos aficionados habrán conocido como soprano. Se trata de la joven alemana Anna Lucia Richter, cuya voz ha oscurecido y madurado, lo que justifica el cambio en el repertorio que aborda.

En este caso, protagoniza un programa junto al Cuarteto Schumann, con una combinación de piezas de cámara y lieder. El programa empieza con el Cuarteto Nº 2 de Brahms, para seguir luego con canciones de Heucke, el propio Brahms, Mahler y Cristóbal Halffter. Una exquisitez.

Ya en marzo, el Elias Quartet ofrecerá un programa que navega del Clasicismo a la música de hoy mismo. Vean si no: empieza por Haydn y termina con el Nº 15 de Beethoven, una de sus últimas creaciones en el género, ya con el estilo vanguardista –incomprendido en su tiempo– que llevó al sordo de Bonn hacia el futuro. En medio, el Cuarteto Nº 3 'Reed Stanzas', de la compositora londinense Sally Beamish, nacida en 1956. Un concierto para el descubrimiento.

Este sábado la compañía de signodanza Arymux recala, en dos funciones, en el Palacio Euskalduna. Y lo hace con 'Bailando el silencio', un montaje que tiene ya unos cuantos años pero que seguro que ha seguido mutando. Es lo que tiene que en un mismo espectáculo se den la mano los textos, las canciones, la danza, el lenguaje de signos y el empeño de transmitir emociones de maneras muy distintas. Sobre el escenario y en el patio de butacas, personas, personas de todo tipo, porque el arte inclusivo es eso: no un gueto, sino todo lo contrario.

Natalia Auffray propone una mirada contemporánea sobre nuestra cotidianidad.

Hay proyectos artísticos que están íntimamente vinculados a experiencias personales, obras que no se pueden desligar de una personalidad creativa. 'Diario de los cuerpos' es un reflejo fiel de la vida e inquietudes de Natalia Auffray, la autora que expone actualmente en Aldama Fabre. El espectador tiene que introducirse en su instalación para desentrañar las coordenadas de su trabajo. Su propuesta apela menos a la interpretación intelectual que a la sensibilidad, la intuición y la búsqueda de la poesía inserta en los objetos.

Cualquier iniciativa ambiciosa en el plano artístico exige la complicidad del observador, y esta, por su sobriedad, nos exige un mayor compromiso. Pero la complicidad resulta cercana. La clave radica en las prendas textiles que componen sus esculturas o la alusión al utillaje doméstico en los cuadros, claves que remiten a espacios íntimos. La autora se apropia de esas referencias tan cotidianas para hablarnos del mundo de la mujer, de subordinaciones antiguas y nuevos empoderamientos, de ella como individuo y de la sociedad que la rodea.

Los cosidos, entre la tosquedad y la delicadeza, la variedad de tejidos, el esquematismo de sus bodegones, sugieren el acercamiento directo y visceral al arte, un proyecto que podemos conectar con la esfera feminista y ecológica, la recuperación de materiales de desecho y su interpretación estética. Pero cada uno puede ampliar o cambiar su mirada en función de la memoria y el bagaje personal. Tan sólo es cuestión de mirar tanto hacia fuera como al interior de uno mismo.