Los mejores planes culturales para este fin de semana

El actor Juan Berzal recibe al público de 'La sombra de Lear' semiatado a una silla de ruedas. Luego se libera de la soga y empieza a contar a su manera la tragedia de Shakespeare, hace presentes a los principales personajes y estimula en todo momento la imaginación del público. La crítica ha elogiado el trabajo de Berzal y de la compañía manchega Ultramarinos de Lucas por su original planteamiento que consigue sorprender con un clásico y nos ayuda a entender con todas sus implicaciones la historia del rey que en la cima del poder decide repartir sus posesiones entre sus tres hijas.

La figura de García Lorca, siempre un imán para el teatro, queda retratada en 'Aborígenes' a partir de sus propios textos, con dramaturgia y dirección de Felipe Loza y el despliegue de talento y energía de la Compañía Joven de Pabellón 6. Nueve intérpretes recrean escenas de su vida desde la infancia y se detienen en su encuentro en la Residencia de Estudiantes con Dalí y Buñuel, tres artistas que «entre bromas y veras cambiaron el paradigma cultural de su época». Con fragmentos de 'El Público' y 'Poeta en Nueva York', junto a clásicos como 'Yerma' y 'La casa de Bernarda Alba', la Compañía Joven de Pabellón 6 presenta un espectáculo tan rico y variado como la obra de Federico. ¿Cómo contradijo su destino social de burguesito acomodado para tomar conciencia de la injusticia, y convertirse en un activista social de la República, un poeta del pueblo? ¿Por qué cambió el hondo folclore andaluz por el vómito urbano universal? Las respuestas a estas preguntas se encuentran en sus obras.

'Antonia' surge de la inquietud del dramaturgo, actor y director Javier Liñera por la memoria y la identidad, en su vertiente individual y colectiva. «Si recordar duele, ¿para qué hacerlo? Si en ocasiones no es claro o depende de quién lo cuente… ¿para qué?». La obra que ahora llega a Getxo –se estrenó en el Arriaga en febrero– aborda estas reflexiones a partir de la historia de un escritor que se va a quedar sin recuerdos. La trama se desarrolla en dos planos temporales. El del escritor y la doctora que le atiende y el del pasado, en el que aparecen las voces de Antonia,su abuela, y Álvaro, el hermano de Antonia. Ambos se basan en personajes reales. Antonia Olmedo Ramos fue una activista sindical en la República que para sobrevivir y sacar adelante a su hijo trabajó como funcionaria en la cárcel de Valladolid. Álvaro se inspira en el escritor Álvaro Retana, perseguido por ser gay y por sus ideas políticas. Aitor Pérez Collado interpreta al escritor y a Álvaro, y Begoña Martín Treviño da vida a la doctora y a Antonia.

Jone y María, dos adolescentes que viajan a Estados Unidos para estudiar un año, son muy distintas: la primera está llena de ilusiones y la segunda prejuicios, pero ambas viven situaciones que contradicen sus expectativas sobre la sociedad estadounidense. Esta producción de Tanttaka, que llega a Basauri en su versión en euskera, interpela y atrae al público joven. Miren Arrieta y Nerea Mazo hablan su idioma en un montaje muy cuidado –con texto de Patxo Telleria, dirección de Mireia Gabilondo y escenografía de Fernando Bernués– que incluye bailes, música en directo y rap.

Sonya Yoncheva (Plovidv, 1981) es una de las grandes figuras de la lírica actual. Desde su debut en la Metropolitan Opera House, en 2013, ha recorrido los escenarios más importantes del mundo. No es seguro, por supuesto, pero puede que sin pandemia no hubiese recalado en Bilbao para un recital dentro del ciclo ABAO On Stage. La entidad lírica bilbaína no ha podido cerrar la temporada con la 'Tosca' que tenía prevista pero, además de un recital con los dos protagonistas de esa producción, suma este con la soprano búlgara, en lo que sin duda es un regalo inesperado para los aficionados.

Acompañada por el pianista Antoine Palloc, Yoncheva abordará un programa que mezcla lo francés (Massenet y Bizet) con lo eslavo (Chaikovski, Dvorák), con un eje italiano (Puccini). Hay piezas muy conocidas en su propuesta ('Meditación', 'Un bel di vedremo', la Habanera de 'Carmen') junto a otras poco interpretadas por aquí, como esas arias de 'Iolanta' de Chaikovski y 'Rusalka' de Dvorák.

Variedad para que pueda exhibir su voz, una de las más hermosas de la ópera de hoy.

En coincidencia con la exposición del Guggenheim, el teatro Arriaga programa un concierto con las canciones de los compositores más relevantes en el París de los años veinte. Esa década crucial tras la Gran Guerra y la mal llamada gripe española, en la que cambió la moda, las mujeres transformaron radicalmente su estilo y forma de vivir y disfrutar (quizá lo leíste en el especial que dedicamos hace unos días al tema en Territorios de la Cultura) y las artes se hicieron eco de todo ello.

Miren Urbieta-Vega propone un programa de canciones de Falla, Ravel, Poulenc y Delage, con numerosos guiños cruzados porque unos homenajean a los otros, que responde al espíritu de la época. Colorido, un toque de impresionismo, otro de folclore, mucho desparpajo, algunas referencias a las nuevas músicas y una pizca de locura. Esos son los ingredientes de un cóctel que un siglo después mantiene intacto su atractivo.

Este fin de semana es el de la danza contemporánea en Barakaldo y en Getxo. Y no solo dos piezas, o dos compañías, sino en total cuatro propuestas distintas. Y es que en el Teatro Barakaldo han programado para la tarde del sábado tres piezasy en Muxikebarri, el domingo, una.

El sábado se puede hacer un picnic en la luna, contemplar una lucha eterna y volar con una compañía de bajo coste que ya avisa que no ofrece grandes entretenimientos a bordo... pero puede que sí, porque aquí nada es tan solo lo que parece. 'Picnic on the Moon', de Alexa Moya y Júlia Godino, presenta a las dos bailarinas en el suelo, pegadas a tierra, celebrando una merienda se supone que al aire libre; ¿y si eso solo es postureo? ¿Y si la imagen esconde otra historia? Garazi Etxaburu y Miren Lizeaga, por su parte, bailan o pelean en la perfecta coreografía de 'Fight', de Judith Argomaniz. Y La Quebrá ofrece ese vuelo existencial hacia quién sabe dónde, porque parece que nunca terminamos de llegar a ningún sitio –siempre hay que ir a otro, siempre hay que desear otra cosa, nunca llegamos a destino–, en 'Get No'.

El domingo, Asier Zabaleta se acompaña del músico Iñar Sastre para mostrar, en una hora, las trasnformaciones, las metamorfosis, los cambios que puede vivir una persona, y también algunas de sus preocupaciones. En el montaje hay música, hay danza y hay palabra, con una especie de diálogo entre Sastre y Zabaleta que sirve para que este pueda exponer lo que quiere decir.

La exposición del autor aragonés demanda un recorrido pausado para reconocer sus grandes virtudes.

No hay muchas ocasiones de contemplar exposiciones amplias de artistas consagrados. Los espacios amplios no son habituales en el circuito comercial y una muestra amplia exige también una producción ambiciosa. 'Los fugaces párpados' del pintor zaragozano Jorge Gay constituye una de las citas más interesantes de la temporada y nos permite realizar un recorrido por todas las vertientes de este autor, perteneciente a la generación que renovó la pintura española en los años ochenta. Las dos plantas de la Galería Juan Manuel Lumbreras nos proporcionan un estimulante recorrido por sus óleos y dibujos, descubriendo diversos intereses y temáticas.

La muestra se acompaña de la publicación de un poemario con el mismo título que explica las claves de su trabajo, su vínculo con Pablo Picasso, el Novecento italiano o la Escuela de Vallecas, principalmente a través de Maruja Mallo. Los paisajes y las escenas cotidianas pueblan composiciones de sólida y compleja arquitectura, donde la imagen se descompone en formas geométricas, y los individuos aparecen como formas estilizadas.

Los amantes de la figuración tienen ocasión de encontrar un artista con una visión peculiar, que no persigue el realismo. Sus naturalezas no responden a una interpretación mimética, sino que definen estados de ánimo, y las escenas de la vida diaria reflejan un imaginario peculiar, lleno de referencias, en el que parecen converger el cubismo, el expresionismo y algunas sugerencias surrealistas, pero, sobre todo, la maestría de un pintor consolidado. El encuentro con Gay es uno de los alicientes estéticos de la primavera y exige una mirada reposada, en absoluto fugaz.