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El Correo
Jueves, 13 de febrero 2020
1
POR teresa abajo
Marcos Ariel Hourmann es el primer médico condenado en España por practicar la eutanasia. La vida le cambió el 28 de marzo de 2005, cuando atendió el ruego de una enferma terminal de 82 años, que padecía terribles dolores, y de su hija. La tercera ... vez que le pidieron que pusiera fin a su sufrimiento le inyectó 50 miligramos de cloruro de potasio en vena. Así lo recogió en el informe al terminar su turno. Nunca pensó en esconderse, como cuenta en 'Celebraré mi muerte', que se representa hoy en el Teatro Barakaldo.
El estreno en Euskadi de este proyecto de teatro documento coincide con el primer paso para legalizar la eutanasia en España. El Congreso ha aprobado esta semana la toma en consideración de la proposición de ley para regular el derecho a la muerte digna, que se espera que sea una realidad este año. Marcos Ariel Hourmann no llegó a ser juzgado y tampoco inhabilitado, alcanzó un acuerdo con la Fiscalía para evitar la prisión, pero en la práctica fue repudiado por los hospitales. Logró empezar de nuevo en Gales, hasta que alguien contó su historia a 'The Sun' y le bautizaron como «Doctor muerte». De nuevo, el ostracismo.
Ahora se somete al veredicto del público en un montaje dirigido por Alberto San Juan y Víctor Morilla. Pide a algunos espectadores que se sienten en el escenario y actúen como jurado. Al final lee en voz alta el resultado de la votación y los argumentos para declararle inocente o culpable. Pero lo más interesante de la función es escuchar su testimonio, el interrogatorio al que le somete la voz en off de Alberto San Juan, el relato de aquella noche en la que no tuvo dudas éticas ni pensó que estaba cometiendo un delito y de sus consecuencias. Sigue trabajando como médico, en una mutua, y se desenvuelve con soltura en el escenario, donde también recuerda episodios de su vida, de la relación con sus padres, que ayudan a comprenderle. Asegura que sentirse «escuchado» por los espectadores le ha devuelto «la ilusión por la vida», que tenía «bastante inhibida después de dos caídas al precipicio en cinco años».
Cuándo 13 de febrero a las 20.00.
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POR ELENA SIERRA
«Las bailaoras casi nunca hablamos, estamos todo el rato zapateando, taca-taca-taca», me dijo una vez Leonor Leal en una entrevista. Ella hace tiempo que decidió sumarle al baile la palabra, y no hablamos de canciones o de poemas, sino de las suyas propias, que le sirven para contextualizar, explicar o contar la historia del flamenco, de dónde viene y qué supone en su mundo, cuál es su relación con él. En el camino de educar al público, de aportarle más info para poder apreciar de verdad el trabajo de quienes se dedican a la danza, Leal tiene experiencia y lo demuestra este fin de semana en La Fundición con 'El lenguaje de las líneas'; en esta conferencia bailada el cuerpo es el ejemplo de toda la filosofía -o teoría, o memoria, o raíz- del flamenco.
Cuándo 15 de febrero a las 20.00 y 16 de febrero a las 19.00 horas.
Otra opción de sábado y de domingo es acercarse al Teatro Barakaldo para asistir a dos propuestas muy distintas. La primera es la de Kukai, que llevan sus 'Gauekoak' -en Elorrio el viernes, por cierto-. Es la oportunidad de ver a Jon Maya, el creador de la compañía, en escena. Y no con cualquier cosa, sino con una para la que se ha rodeado de algunos buenos nombres de la cultura vasca -Mireia Gabilondo como directora, los textos de Joseba Sarrionandia y Karmelo C. Iribarren, las ilustraciones de Maite Mutuberria...-, además de las coreografías de creadores reconocidos como Cesc Gelabert, Sharon Fridman e Israel Galván. El domingo la cita es con la Compañía Maduixa y su 'Lú', un espectáculo que combina danza y audiovisuales y que está pensado para toda la familia. 'Lú' habla de menores que, en otros puntos del planeta, llevan vidas muy distintas; ellos trabajan y trabajan... pero nadie puede impedir que encuentren un momento para el juego, la creatividad, la imaginación, que salvan vidas.
Cuándo Gauekoak, sábado 15 a las 20.30. Lú, domingo 16 de febrero a las 16.30 y a las 18.00 horas.
El martes que viene también hay danza: la de la compañía Krego-Martín en el Teatro Arriaga. Su 'Zona (No) Confort' nos invita a sentir lo que todas las personas sentimos alguna vez, esa sensación de estar expuestas, de ser vulnerables, que es un horror pero que es parte fundamental de lo que somos.
Cuándo Martes 18 a las 19.30
3
POR César Coca
Es la historia de amor por antonomasia. Shakespeare la situó en Verona, una ciudad que él nunca visitó, y a partir de ahí ha sido versionada, adaptada y actualizada; se ha llevado infinidad de veces al cine y a la escena, se ha ambientado en los lugares más conocidos y en los más extraños. Y, por supuesto, se le ha puesto música. Benda, Gounod, Bellini y un puñado de compositores más la convirtieron en ópera. Berlioz escribió una partitura para acompañar a una representación. Chaikovski, una obertura para orquesta. Y Prokofiev, un ballet.
La Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) ha programado para el jueves y el viernes (que es el día de San Valentín) una suite con una selección de diversos fragmentos del ballet de Prokofiev. La pieza central es, por supuesto, 'Montescos y Capuletos', una música que se siente incluso físicamente y que ha alcanzado gran celebridad por su ritmo tenso y su capacidad evocadora. Y por haber sido usada con frecuencia en el cine y en le publicidad.
Pero antes de llegar a Prokofiev, la primera parte contempla dos obras muy diferentes. Para empezar, una partitura de ahora mismo. Se trata de 'Nocturno Sinfónico', del barcelonés Marcos Fernández, que ganó el premio AEOS-FBBVA. Y para seguir, el Concierto para violonchelo y orquesta de Schumann, uno de los tres grandes del repertorio (los otros, sin duda, son los de Dvorak y Elgar), con Pablo Ferrández como solista.
Cuándo Jueves 13 y viernes 14 de febrero. 19.30 horas.
El Cuarteto Quiroga es, a juicio de muchos especialistas, uno de los mejores si no el mejor, grupo de cámara que hoy existe en el panorama musical español. Y para el concierto que ha programado la Sociedad Filarmónica llega además con dos refuerzos de lujo. La violista Veronika Hagen forma parte del premiadísimo Cuarteto Hagen, y el violonchelista Valentin Erben procede del Cuarteo Alban Berg.
Imposible hallar mejor colaboración para abordar la interpretación de un cuarteto de Haydn, un quinteto de Mozart y un sexteto de Brahms. Música pura, belleza sin el menor resquicio, para elevar el espíritu en lo que debe ser una sesión para reconciliarse con la vida y el arte. Tres cuartos de siglo separan las piezas de Mozart y Brahms y la música evolucionó mucho en esos años, pero hay un espíritu vienés, una ligereza, una absoluta renuncia a la impostación, que es donde está buena parte del valor de estas obras.
Cuándo 18 de febrero. 19.30 horas.
4
Por Isabel Urrutia
El Lejano Oeste de Puccini abrirá fuego este sábado en el Euskalduna. Pero que nadie espere una película de John Wayne ni de Gary Cooper. Una ópera como 'La fanciulla del West' (La joven del Oeste) es pura poesía. Delicada y llena de sorpresas. Ambientada en los tiempos de la fiebre del oro en California, tiene todos los clichés del género: un bandido de buen corazón, un sheriff lujurioso y una chica de armas tomar. Todo lo demás remite a la fantasía y ensoñaciones del compositor italiano, en complicidad con los autores del libreto, Guelfo Civinini y Carlo Zangarini.
Se trata de la primera vez que se ofrece en la temporada de la ABAO y lo hará en un montaje con el sello de Hugo de Ana, que apuesta por la belleza y el detallismo. Muy apegado al libreto, no faltarán ni los copos de nieve ni el típico molino de viento del Lejano Oeste. El director de escena argentino resitúa la acción hacia finales del siglo XIX, medio siglo más tarde de la historia original. Nada que violente la trama; el espectáculo estará servido.
'La fanciulla del West' es un título que requiere 17 personajes en escena, un coro avezado de voces masculinas y una orquesta con arrestos. La partitura bebe de Strauss y de Debussy, con el pulso dramático de Puccini. Una combinación insólita, de lo más original que escribió el compositor de Lucca. Por suerte, para hacerle justicia se contará con Josep Caballé Domenech al frente de la Sinfónica de Euskadi.
El maestro catalán ya ha dirigido esta ópera en la Staatsoper de Hamburgo, la última vez precisamente con el tenor Marco Berti y el barítono Claudio Sgura, que también cantarán en el Euskalduna. El primero será el galán y el segundo, el avieso rival. Ambos disfrutan como niños con sus roles. El pasado verano, volvieron locos a los aficionados chinos en el estreno de 'La fanciulla del West' que acogió el Gran Teatro Nacional de Beijing.
Queda la incógnita de Oksana Dyka. La soprano ucraniana debuta en Bilbao y cantará por primera vez el papel de Minnie. A ella le tocará ser la gran protagonista. Su personaje exige una voz muy versátil, capaz de expresar ingenuidad infantil y también el coraje de una fiera herida. 'La fanciulla del West' es una ópera llena de contrastes y de paradojas. Una de las poquísimas obras de Puccini en la que no muere nadie y triunfa el amor. Lo dicho: el Lejano Oeste del compositor italiano es pura poesía.
Cuándo Sábado 15 a las 19.00 h. Martes 18 a las 19.30 h. Viernes 21 a las 19.30 h. Lunes 24 a las 19.30 h.
Dónde Palacio Euskalduna.
Entradas ABAO
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Por BORJA CRESPO
Si como espectador te sientes atraído por el cine de autor, estamos ante un interesante fin de semana para pasar por taquilla. Ya no hay excusa para no ver en la sala oscura la multipremiada 'Parásitos', que mantiene alguna copia en la cartelera bilbaína. Además, este viernes se estrenan títulos atractivos, como la alabada 'Sinónimos', galardonada con el Oso de Oro en la pasada Berlinale y el Premio a la Mejor Dirección en el festival de Sevilla, «por su energía, su búsqueda de nuevas posibilidades en el lenguaje cinematográfico y un cruce muy original entre identidad lingüística y personal». No son para menos los elogios mostrados a la nueva propuesta de Nadav Lapid, autor de la recomendable 'La profesora de parvulario', un audaz filme de llamativa puesta en escena que arremete contra las políticas de Francia e Israel, sin hacer distinciones. Una apuesta ácida y valiente, escrita por el propio cineasta junto a Haim Lapid, con base autobiográfica.
El joven protagonista de 'Sinónimos', rol defendido con pasión por el debutante Tom Mercier, llega a París con la mochila vital cargada de ilusiones, pero para cumplir con sus expectativas lo primero que decide es deshacerse de su nacionalidad. Ser israelí es un problema para sus objetivos en la vida. En su deseo de resetear y ocultar sus orígenes, se niega a hablar en hebreo y se obsesiona con obtener la identidad francesa, perdiendo la suya propia. El uso del lenguaje es vital en 'Sinónimos'. «Es lo máśs intrí́nseco que tenemos que podemos cambiar», destaca Lapid que explora los desafíos de empezar en un nuevo país basándose en sus experiencias. «Es difí́cil cambiar nuestros cuerpos. El pasado no puede ser cambiado. El cuerpo del personaje protagonista contiene su pasado. Contiene su naturaleza esencial, que desea decapitar. Me acuerdo de ese momento murmurando palabras en francéś como una oració́n. El idioma francé́s fue mi redención»
A medida que pasa el tiempo, el protagonista de 'Sinónimos', siempre con un diccionario a cuestas, se enfrenta a la desconexión entre su fantasía de identidad francesa y la realidad. «Se da cuenta de que todo podrí́a terminar como comenzó́, en una puerta cerrada», relata Lapid. «Sus intentos de evitar ese abismo hacen que su lenguaje se vuelva cada vez más radical. Radical en el sentido de un apego desesperado a las palabras, sílabas, dicción y sonidos del francés. A esa oración francesa. Las palabras se vuelven má́s importantes que las oraciones o el contexto. Las palabras se rebelan contra su significado. Esta es, además, una etapa caracterí́stica en un colapso». Quentin Dolmaire ('Un violento deseo de felicidad') y Louise Chevillotte ('Amante por un día') completan el reparto principal de esta enérgica recomendación cinematográfica.
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Por Gerardo Elorriaga
A veces, el arte no se busca, sino que sale a tu encuentro. El amplio escaparate de la Sala de Exposiciones Rekalde posee su propio programa de exposiciones y el espacio se ha convertido en un termómetro de la joven creación vasca. Sin abandonar la calle, podemos atisbar los intereses de los autores emergentes. El trabajo de Natalia Suárez Ortiz de Zárate es una perfecta muestra de ese quehacer. Su exposición abre el ciclo de exhibición de los artistas premiados por el programa Barriek 2020, una ocasión para conocer lo que se cuece entre las últimas promociones de profesionales de la plástica. El trabajo de esta joven alavesa proporciona un puñado de experiencias, a pesar de hallarnos ante una exposición de cámara, y es que el espectador que se acerque al corazón de Bilbao hallará a una pintora con determinación y maneras. Destacamos su personal revisión de la abstracción gestual y aconsejamos disfrutar del sutil equilibrio entre la composición aquilatada y una mancha fluida que proporciona dinamismo a la obra. El conjunto evidencia una cierta homogeneidad y, como ocurre en algunas piezas informalistas, evoca la figuración con alguna sugerencia paisajística. Pero, además, Suárez nos invita a participar del mal de altura a que se refiere en el título y trascender la mera contemplación con un texto que intenta vincular disciplinas. La autora, que también forma parte del colectivo teatral Tripak, establece una conexión entre sus lienzos y el texto de Maite Mugerzam, recogido en la hoja de sala. 'Si no lo coges no cae. Pero por favor cógelo, que se va. Mira, se ilumina, cuando nos mira nos ilumina». No cabe la duda. Abandona la acera, empuja la puerta, entra en el mundo de Natalia y siente el vértigo.
Cuándo Hasta el 1 de marzo.
7
POR Iñaki Esteban
Vicente Ameztoy ha sido una presencia tan constante como dispersa en el arte contemporáneo del País Vasco. Alejado de escuelas y corrientes más propicias a la bendición crítica, elaboró un surrealismo propio que sin embargo no fue exclusivamente particular. Procedía del sustrato cultural donostiarra de la Transición y del inicio de los años ochenta, con la revista 'Euskadi Sioux', La Orquesta Mondragón -colaboró con ambas iniciativas-, grupos literarios como Cloc, en el que estaba Fernando Aramburu, y obras de artistas como Andrés Nagel. Todos utilizaron el humor como seña de identidad.
Su obra ha sido objeto de algunas exposiciones en Gipuzkoa, pero ahora llega al Bellas Artes de Bilbao la más ambiciosa hasta la fecha, la que recorre su trayectoria desde finales de los sesenta hasta prácticamente el año de su fallecimiento en 2001.
La muestra revela sus primeras deudas con un Antonio López que entonces no practicaba el hiperrealismo como ahora. En ella también se ven las influencias del surrealista belga Magritte y se incluye documentación y carteles que atestiguan su contribución a la legendaria Donosti canalla. Pero además de meterse en este entretenido juego de influencias, merece la pena mirar más allá para apreciar la especificidad de Ameztoy.
Ramas y hierba con un personaje de madera apoyado en una gramola. Un cuadro sobre el paraíso con un mono trajeado y una televisión. Cuadros con caras que han 'desaparecido' y de las que sólo quedan las líneas del contorno. Todo sobre un fondo verde que domina la visión de conjunto. Así es la pintura de Ameztoy. Verla en todo esplendor supone un inolvidable descubrimiento.
No perderse el programa de actividades -cine y conferencias- asociadas a la exposición (museobilbao.com)
Cuándo Hasta el 7 de junio.
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POr Silvia Cantera
Que nadie se espere escuchar un misal, pero es posible que roce la divinidad. La gira de Viva Suecia está cosechando tantos éxitos como su último disco, 'El Milagro', probablemente el mejor alumbramiento hasta la fecha de la banda murciana. Comenzaron en 2014 con un EP que publicaron a los pocos meses de conocerse, y desde entonces su carrera ha sufrido un ascenso meteórico. En 2018 se hicieron con el MTV europeo a Mejor Banda Española -en una gala que se celebró en el BEC- y con su nuevo álbum han alcanzado el segundo puesto de las listas de ventas.
Con imprescindibles como 'Lo que te mereces' y 'Algunos tenemos fe', Rafa Val y compañía actuarán en la sala Santana 27 tres semanas después de haber tocado en la Jimmy Jazz de Vitoria. Aunque cuentan con un público fiel repartido por toda España, es innegable que la escena independiente en la que ellos se mueven no cuenta con tanto respaldo en Euskadi. Sin embargo, es una buena opción de abrirle la puerta al rock alternativo, una apuesta fresca que ha llegado para quedarse.
Cuándo Viernes 14 de febrero a las 22.00 horas. Apertura de puertas, a las 21.30 horas.
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