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Los amantes del bel canto saben que el martes 25 octubre se celebra el Día Mundial de la Ópera. No vamos a presionar a los no adeptos para que acudan a una función, aunque deberían. Edificios y espacios singulares de nuestro entorno guardan relación con ... la lírica, aunque el lector no se lo imagine, y su visita nos lleva a un momento de vivencias y emociones.
Roncal (Navarra)
Lo más raro que encontrarás en el antiguo hogar de Julián Gayarre ( 1844-1890) es su laringe, para gusto o disgusto del visitante. El genial tenor que de niño fue pastor mandó construir este edificio en 1879 sobre el solar de su casa natal. Por suerte, dentro hallarás objetos más cotidianos e inofensivos, recuerdos, trofeos y los trajes que utilizó en óperas como 'Lucrecia de Borgia', 'La Favorita' –su preferida–, 'El Trovador' o 'Rigoletto'. Pelucas, calzado, complementos, coronas, adornos metálicos...
Considerado uno de los mejores tenores del mundo, cantó en los teatros más importantes. Enamoraba con su voz a nobles y realeza, que lo agasajó de galardones. Acércate también al cementerio. Su fantástico mausoleo ha sido merecedor de varios premios. Gayarre murió en Madrid, el 2 de enero de 1890, pero deseaba descansar en el pueblo de su infancia.
El escultor Mariano Benlliure, amigo personal del cantante, envolvió en mármol de Carrara y bronce su viaje final. Niños cantores portan filacterias con nombres de las óperas más exitosas en las que actuó. La Música, ahogada por el dolor, se desploma y apoya la cabeza sobre el sarcófago. Un telón de ópera anunciando la última función. La Armonía y la Melodía izan un figurado féretro con bajorrelieves de putti, grupos florales y motivos musicales. Encima, el genio de la Fama acerca la cabeza para escuchar 'La voz de ángel', sobrenombre con que se conocía a Gayarre.
Burgos
Diego de Siloé no había cumplido aún 25 años cuando recibió el encargo de construir una escalera en la catedral de Burgos. Suponemos el vértigo que supuso la futura labor antes de aceptarla. Sobre todo cuando el mandato provenía del obispo Juan Rodríguez de Fonseca, cansado de que por el acceso a la Puerta de la Coronería se colaran campesinos arreando gansos, cabras y otros animales.
El arquitecto resolvió bien. Volvía de una Italia dominada por el Renacimiento, así que proyectó una escalinata tan innovadora como recargada adornada por grutescos, bichas, zoomorfos y temas vegetales. Con cuatro peldaños rectos al principio hasta alcanzar una meseta donde se abrían dos prolongaciones laterales hasta rellanos origen de otros dos brazos que acababan fundidos a la altura del portón. Más antepechos con los medallones de San Pedro y San Pablo y los escudos del Cabildo y del obispo Fonseca, para satisfacer al jefe.
Con la Escalera Dorada firmó uno de los primeros ejemplos de arquitectura renacentista española y, lo que viene a cuento de cara a este reportaje, inspiró a Charles Garnier a la hora de construir la magnífica escalinata del edificio de la Ópera de París. En 1868 el arquitecto francés había visitado Burgos y, aunque la ciudad le pareció poco armónica, de higiene dudosa y repleta de lisiados, adoró el trabajo de Diego de Siloé. Más tarde, allá por los años 20, también se fijaron en la sucesión de escalones del templo los arquitectos neoyorquinos Schultze y Weaver para proyectar el hotel Millenium Biltmore en Los Ángeles.
San Sebastián
Continuamos viaje hacia la capital guipuzcoana para conocer el Palacio Foral, inspirado en la Ópera Garnier de París. Las obras de construcción finalizaron en 1890 con proyecto de José Goicoa. La idea era albergar un trío de inmuebles tras una sola fachada: Hacienda, Gobierno Civil y Diputación. Tres eran tres… Es esa fachada principal la que recuerda a la ópera parisina. Aunque originariamente se acabó en 1885, la mala suerte hizo que un incendio fulminara el lugar. O casi. Se salvaron la fachada y los cimientos, por lo que pudo ser reconstruido en cinco años.
Podrás observar en ella los bustos de ilustres marinos y descubridores guipuzcoanos: Elcano, Lezo, Oquendo, Legazpi o Urdaneta. Sobre ellos, el escudo histórico de la provincia de Gipuzkoa. Mirar es gratis, las visitas guiadas también. En el vestíbulo deslumbra una escalera estilo imperial recubierta de mármol blanco y la vidriera que muestra a Alfonso VII jurando los Fueros. Más tesoros del palacio: el Salón de Recepciones, la Sala de Gobierno y el Salón de la Reina, con el retrato de María Cristina de Habsburgo, la Biblioteca y el Salón de Sesiones decorado con altorrelieves de figuras mitológicas o las vidrieras de los Hermanos Maumejean.
Y un chascarrillo antes de dejar San Sebastián: cuentan que el reloj de la antesala del Diputado General, obra de Pablo Beines, gustaba tanto a Carmen Polo, la esposa de Franco, que durante sus visitas a San Sebastián lo retiraban para que no se lo llevara.
Bilbao
Uno de los espacios emblemáticos para hablar de ópera en la capital vizcaína es el Palacio Euskalduna, inaugurado en 1999 en el solar que antaño albergó el astillero homónimo, de ahí su piel de herrumbre oxidada. Hasta él llegan compañías y orquestas, tenores y sopranos con el objetivo de deleitar a los fans. Verdi, Mozart, Puccini o Wagner suenan durante la temporada. Y aunque el público está muy acostumbrado a patios y palcos, los está menos a lo que se esconde detrás y a ambos lados del escenario.
Una visita guiada descubre algunas de esas otras partes que se nos ocultan cuando avanzamos hacia la puerta de acceso con la entrada en la mano. «El Euskalduna ofrece un diseño y una arquitectura únicos que lo convierten en icono de Bilbao. A través de esta visita gratuita el público conocerá rincones, historias, anécdotas y peculiaridades de este barco», aseguran los organizadores del encuentro. Arranca en la explanada principal, frente a la Puerta 2, para recorrer las principales salas a lo largo de una hora.
Celis (Cantabria)
A veces solo hay que estar un poco atento al sentido de las palabras para deducir de qué hablan ciertos nombres. Por ejemplo, 'soplao' es un término minero que alude al aire percibido al calar una galería desde otra con menos oxígeno. Y en El Soplao, la Sala de la Ópera identifica una cámara donde apreciar formas excéntricas de cerca gracias a un techo que se eleva solo unos centímetros por encima de la cabeza; una sala en la que siempre suena una ópera de fondo para demostrar su perfecta sonoridad.
Los mineros de La Florida descubrieron la cueva a principios del pasado siglo, mientras perforaban la galería La Isidra. Imaginen la sorpresa al toparse con el tesoro geológico repleto de estalactitas, estalagmitas, excéntricas, coladas, perlas de las cavernas, dientes de perro, columnas... Visitar el lugar es una experiencia perfecta para cualquiera, pero si vas con los niños alucinarán. Además, podrás pasar el día completo conociendo el entorno repleto de patrimonio industrial, ya que para trabajar montaron castilletes, lavaderos, hornos de calcinación, talleres…. ¿Qué buscaban aquellos mineros? Vetas de blenda y galena, dos de las mejores materiales para obtener zinc y plomo.
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