Casi 7 kilómetros llanos para mejorar tu condición física

Arranca desde Zelaia, para atravesar el polígono de Bildosola, en Artea, y llegar, al final, hasta el casco urbano de este municipio. Eso supone 3,32 kilómetros de ida. Si los multiplicas por dos para añadir el regreso, obtienes la cifra total a la que te enfrentas: 6,64 kilómetros, para ser exactos. No esperes grandes cuestas; por suerte para ti el recorrido es casi llano. Bastante despejado, además. Conocerás viarios de Arantzazu y de Artea, durante hora y cuarenta minutos aproximadamente a buen paso, sin agobios. No es mucho tiempo, aunque sí el suficiente para practicar la cantidad de deporte diario que asegura mantenerse lo más sano posible gracias a la actividad deportiva y al movimiento de tus pies y de tus piernas.

Vayamos a lo práctico, a lo que te interesa especialmente. Partimos desde Zelaia, como apuntábamos hace unas líneas, en dirección al sur. Por una vía asfaltada que carece de arcén, así que atentos, cero distracciones. El recorrido sigue por debajo de la carretera N-240 hasta desembocar en un paseo plano donde, esta vez sí, encontrarás aceras.

Cruza la vega despejada en la que se encuentra la casa Txorietxe. Al fondo espera un bosque. Es el tramo del que hablábamos antes, el único de pista por el que cruzar entre los árboles. Pegados al río, que recuerda con el ruido del agua su compañía. Acabarás saliendo al polígono industrial de Bildosola, situado dentro del término municipal de Artea.

Solo falta obedecer la dirección de esa acera que protege de los coches, si es que aparece alguno. Y cruzar, un poco después, por encima de la carretera N-240. Acabarás la excursión frente al edificio consistorial ubicado en la Herriko Plaza. Ahora, has de volver por la misma ruta.