Es una ruta no muy conocida pero que merece mucho la pena porque permite al ciclista vivir una experiencia única: pedalear a lo largo de seis kilómetros, siguiendo el curso de un cajón de hormigón de apenas un metro de alto por 1,5 de ... ancho. Se trata del antiguo canal del embalse del Juncal, ubicado en la frontera entre Bizkaia y Cantabria.
Sobra decir que esta excursión es solo apta para el verano o para hacer después de unos cuantos días sin lluvia, ya que, de lo contrario, nos podemos encontrar con un palmo de agua discurriendo por la vieja conducción. Si vigilamos la meteorología, no tendremos problemas. Quizás en algún punto haya algo de humedad pero, por lo general, el cajón de hormigón suele estar seco con el estío. El camino es seguro. Solo hay que tener cuidado en un par de puntos en los que hay que agachar la cabeza por la existencia de túneles de escasa altura, pero son muy cortos.
Lo normal es comenzar nuestra aventura en la localidad cántabra de Guriezo. Tendremos que remontar una subida de siete kilómetros y 600 metros de desnivel acumulado, puesto que el pantano se encuentra, aunque parezca mentira, en un llano en lo que se puede considerar la cima de una montaña del macizo Los Jorrios, a 550 metros de altitud.
La ascensión es sencilla y pistera. Eso sí: goza por momentos de unas vistas fabulosas sobre el Cantábrico. Mientras pedaleamos podemos observar antiguas construcciones hidráulicas. Lo verdaderamente bonito llega al coronar y ver el embalse. Para encontrar el canal hay que rodear el pantano en el sentido de las agujas del reloj. De esa forma lo veremos aparecer ante nuestros ojos. Se trata de una serpiente pétrea que recorre seis kilómetros colgada de la montaña, ofreciendo la posibilidad de sacar fotos espectaculares y únicas por su singularidad. Después, la conducción se transforma en una tubería cerrada y elevada para adentrarse en los bosques del Parque Natural de Armañón. Lo normal es seguir este camino del agua hasta el final y visitar después la cercana ermita de Las Nieves para poner fin a la ruta con un descenso vertiginoso hasta Guriezo.