El monte emblemático para vizcaínos y alaveses entra en la más hermosa de las estaciones, cuando el bosque se tiñe de ocre y el calor aprieta menos. Su red de senderos se vuelve ahora más apetecible
A estas alturas, todo el mundo sabe ya que una de las mejores épocas para caminar por montes y bosques es el otoño. Empecinada, la estación regresa años tras año, puntual, marcando el fin de la vacaciones para la mayoría. Antecede a un invierno de ... frío durante el que andar apetece menos. A una época en la que vence por goleada el sofá, la cabezadita junto a la chimenea (quien la tenga), la horizontalidad del descanso acompañado de una taza caliente, de un libro abierto sobre el regazo y la manta cubriendo el cuerpo. Pero esto llega más tarde, ahora aprovechemos las bondades otoñales.
Publicidad
El parque natural de Gorbeia concede a vizcaínos y alaveses un oasis de paz y belleza. Es un regalo del cielo, de la tierra en este caso, no todas las provincias cuentan con un paraíso cercano. Árboles y cimas se visten de amarillo y pardo, la magia invade el ambiente. Si no te sientes cómodo yendo solo, cuentas con visitas guiadas por la zona, excursiones de poco andar y buen comer porque acaban en pintxo. Así que no esperes más, la información sobre rutas y propuestas que acercamos en este reportaje se encuentra disponible en la plataforma de Wikiloc (Gorbeia-Euskadi) y en la página web www.gorbeiaeuskadi.com.
Oficinas de Turismo Gorbeia
Información y reserva de paseos guiados.
Murgia
Plaza Bea-Murgia. Teléfono: 945 430 440. turismo@gorbeialdea.eus
Orozko
Plaza Zubiaur. Teléfono: 946 122 695. turismo@gorbeialdea.com
(Zuia)
Ermita de Jugatxi
Hayas y robles ponen techo natural a este paseo sencillo de 5,2 kilómetros que se completa en hora y media aproximadamente. Arranca en el centro de Murgia y se mueve luego entre árboles milenarios. Dicen que un lobo ya anciano, vecino de la zona, marchó a cazar pues tenía hambre. Se topó con un rebaño de cabras comandado por una pastora y su hija. La bestia localizó a un cabritillo algo separado del grupo, iba a lanzarse sobre él cuando sonó la campana de la ermita. El susto fue tan grande que el animal huyó corriendo. En su carrera, tuvo la mala suerte de toparse con una jabalina recién parida que le hirió mortalmente el costado. Algunos creen que fue la virgen de Jugatxi quien provocó el sonido para salvar al inocente cabritillo.
La leyenda resuena en este lugar donde las vistas emocionan cuando te acercas a los claros. En uno de ellos espera el templo, cuenta con área recreativa, por si quieres llevar picnic y aprovechar la tranquilidad del entorno.
Publicidad
Tesoros de Zeberio
Aquí irás acompañado, se trata de una visita guiada disponible el 10 de octubre. ¿Qué verás? Casas y templos que ayudan a entender sus orígenes. No andas mucho, solo un kilómetro, suficiente para conocer el patrimonio que albergan estas fronteras. El guía esperará en el pórtico de la iglesia de Santo Tomás de Olabarrieta, en el barrio de Ermitabarri, a las 10.30 horas. «Ermitabarri se convirtió en un centro de poder político, social y económico desde la Baja Edad Media y a lo largo de toda la Edad Moderna», cometan los organizadores. Allí se educaba con un fin claro, fomentar la fe, las tradiciones que marcan el peso de una cultura y una sociedad.
Incluso las construcciones funcionaban como instrumento de propaganda para asentar esas creencias. Al finalizar la ruta puedes entrar en la taberna Zaharra, en el mismo barrio, y canjear el ticket por un pintxo-pote, en el caso de los adultos, y un refresco, en el de los niños.
Publicidad
Precio visitas guiadas: 3 euros mayores de 12 años, 1,5 euros niños 6 a 12 años, menores 6 años gratis.
Vuelta al embalse de Undurraga
Situado a los pies de Gorbeia, el agua de Undurraga luce como un espejo. El 25 de octubre a las once de la mañana han preparado un paseo guiado de unas dos horas. Conocerás su patrimonio de molinos y el uso del agua en el pueblo que alberga el embalse. El cicerone espera en la plaza de Zeanuri para comenzar la marcha de dificultad baja. El primer edificio que espera es el de Errotabarri, de antiguo encanto. Tu grupo conocerá datos sobre particularidades, la forma de funcionamiento, el negocio del molinero y el estilo de trabajo. Tras continuar trayecto, la presa se abre para relatar su historia y función. La cita es perfecta para la familia, dificultad baja y solo 6,5 kilómetros. Acaba en el bar Txoko Sagarna de Zeanuri, donde canjear el ticket por un pintxo-pote para adultos y un refresco para niños.
Precio visitas guiadas:o 3 euros mayores de 12 años, 1,5 euros niños 6 a 12 años, menores 6 años gratis.
Otxandio entre hayedos
Villa y entorno son escenario de este encuentro guiado para el 18 de octubre a las 11.00 horas. Ruta circular con algo de desnivel al comienzo, los platos fuertes de la programación los ponen el hayedo de Presazelai y el nevero de Astikurutz. Hogar de trasmochos, Presazelai se asienta sobre las orillas del río Urkiola, engordado por las aguas que caen desde los montes del Durangaldea y varios regatos. Por eso se colocaron allí pequeños puentes de madera, dentro de un entorno apacible.
Publicidad
Caminarás unos 4,5 kilómetros sencillos de recorrer, con punto de encuentro en la plaza del pueblo, junto a su consistorio. En este caso es el bar Danoena donde se canjea el ticket por pintxo-pote o refresco.
Precio visitas guiadas: 3 euros mayores de 12 años, 1,5 euros niños 6 a 12 años, menores 6 años gratis.
(Aramaio)
Camino de Tellerixa
La sierra de Arangio se divisa al fondo, impone su presencia en un precioso entorno que brilla especialmente durante la temporada de otoño. La senda de Tellerixa, de 4,3 kilómetros, acompaña por un mundo rural que poco conoce de ruidos y bocinazos. A través de la que llaman 'pequeña Suiza', nombre que da una pista sobre los paisajes que aguardan. Parte discurre junto al arroyo de idéntica denominación, por distintos barrios. Sobre antiguos caminos de carretas.
Publicidad
Como curiosidad cultural, los topónimos de la zona enlazan con oficios tradicionales, de hecho, Tellerixa se llama así porque en el valle se construyeron pequeñas tejeras donde se fabricaban tejas para cubrir los edificios. Conocerás Ibarra, centro geográfico del valle. Arraga y sus impresionantes caseríos. Arriola, donde fijarte en el precioso caserío Erdikoa. Y Errotabarri.
(Legutio)
Hayedos del monte Albertia
La idea es dar la vuelta al monte Albertia desde Legutio, toparse con el magnífico hayedo trasmocho. El lugar conserva su belleza natural, pero además narra una gran historia. Fue testigo de terribles batallas durante la Guerra Civil, de luchas encarnizadas entre tropas leales a la República y alzados. Unas trataban de entrar en Vitoria, tomada por los nacionales, otros defendían su posición. Allí quedaron las trincheras, también las cicatrices del terreno que ahora pueden confundirse con senderos situados a izquierda y derecha del camino. Parte del recorrido, de 7,9 kilómetros, transcurre por la Senda del pastoreo.
Noticia Patrocinada
También hay coincidencia con la Senda de los helechos. Encontrarás la Campa de la Manzanilla, donde reposa un monumento conmemorativo de la Batalla de Villareal, destaca el papel de gudaris y milicianos. La fuente Etxepare, desde la que partes hacia el collado de Abetagain. Al bajar contemplarás también una antigua cantera con cuyas piedras construyeron el dique del pantano de Albina. En total, sumas dos horas y media por un paseo circular con dificultad media.
Itinerario Larreder
Son 3,7 kilómetros, 86 metros de desnivel acumulado, una hora de pateo. Resumiendo, fácil. Ideal para hacer con los niños. Entre las vistas conocerás los trampales, pequeños humedales de gran biodiversidad. Aunque no lo parezca, en ese breve espacio conviven 107 especies de plantas con flores, 48 de escarabajos, 34 de musgos, 5 de anfibios, 4 de libélulas y caballitos del diablo y 3 de reptiles, una fiesta concurrida que hay que buscar con detenimiento. Debes salir desde el parking de Larreder.
Publicidad
En el área recreativa espera el dolmen de Mendigana. También hallarás, más tarde, una antigua nevera natural, agujero donde se acumulaba la nieve en invierno para, después, conservar alimentos y tratar enfermedades. Revisa las plantaciones de coníferas. Llevan hasta una fuente natural y a un calero, horno en el que se quemaba la piedra caliza para obtener una cal a la que la llegada del cemento destronó. Karkabitxueta ofrece un mirador sobre la sierra de Anboto. Ya ves que son muchas las sorpresas para entretener a los críos.
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.