Paseo entre los restos bélicos de Elgeta

Tras los infructuosos intentos de tomar Madrid, el ejército faccioso decidió invadir el aislado Frente Norte. El Sector de Elgeta comenzaba en las alturas de Basalgo, en Bergara, seguía hacia Azkonabieta y después al collado de Karabieta. Desde el pueblo continuaba por la ahora carretera a Kanpazar hasta Asentzio. Más tarde, a través de los caseríos Arrota y la cañada del Gaztelumendi, hasta el Zabaleta. Pocas eran las armas y pocos los hombres para cubrir esta extensión clave que contribuyó, en varias ocasiones, a detener las ofensivas del general Mola.

Durante la ruta descubrirás cómo frenaban los republicanos vascos a las agrupaciones franquistas apoyadas por los 'Flechas Negras' italianos. Anhelaban tomar la zona por su altitud y situación fronteriza dominante, que apreciarás desde la plaza Maala. Imprescindible para acceder a Bizkaia, hasta allí llegaron miles de refugiados, familias enteras a pie que arrastraban sus enseres.

Conocerás restos bien conservados de trincheras que se combinaban con ramales de comunicación, pozos de tirador y asentamientos para morteros. Muchas serán las tragedias rememoradas, como la del 15 de abril de 1937 cuando, ante los movimientos de tropas sublevadas en Bergara, las baterías vascas de Elgeta dispararon a la empresa La Algodonera, donde se habían acuartelado tropas del requeté, matando a ocho trabajadoras, dos de ellas madres de gudaris que luchaban, precisamente, en Elgeta. O que la jornada del 20 los fascistas lanzaron bombardeos en masa, acompañados de cazas en vuelo rasante, combinando esta acción con los asaltos a los Intxortas.

En el panel situado junto a las trincheras de 1937 leerás la historia del 'Metrallero', un obús de fabricación italiana cargado de bolas de plomo, que salían despedidas cuando explotaba antes de tocar suelo. Te quedará claro que la construcción de refugios se intensificó al aparecer la aviación nutrida por la Legión Cóndor alemana y la Aviazione Legionaria italiana, además de la cada vez más numerosa Aviación Nacional, determinantes en la caída de Euskadi.

Estos refugios aprovechaban la pendiente para excavar hacia dentro y mimetizarse con el terreno. Tres hileras de troncos cubrían los huecos y el techo se reforzaba con sacos terreros o tierra compacta sobre los que ponían vegetación. Visitarás la posición La Belga, llamada así por un grupo de jóvenes combatientes llegados de Bélgica, incluidas dos mujeres –el panel informa sobre la labor de las milicianas–. La ametralladora que portaban y su buena posición, frente a la ermita de Asentzio, castigó a la infantería franquista.

El recorrido muestra también el monolito en recuerdo a las personas fusiladas en Elgeta. Combatientes y civiles fueron asesinados sin miramiento, algunos a culatazos en la cabeza. Los testimonios hablan de violaciones a vecinas y actos terribles, sucesos que la memoria histórica debe preservar, convertidos ahora en invitación para una caminata.