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Traemos a estas páginas la Getaria de Lapurdi, en Iparralde, no la Getaria de Gipuzkoa. Ambas comparten nombre, derivado a las cetáreas en las que los romanos practicaban sus rudimentarias técnicas de piscicultura. La que hoy traemos a estas páginas es una Getaria costera, ... pescadora y cuca, muy cuca. Más luminosa en verano, con un encanto especial en invierno, cuando el Cantábrico ronca durante su convulso sueño y lanza contra las rocas sabanazos de espuma.
Guéthary, así se llama en francés, aguarda a los turistas rodeada de sus hermanas mayores, Biarritz y San Juan de Luz. Luce con orgullo la distinción de ser el pueblo más pequeño de toda la costa aquitana pues, como buena francesa, sabe aquello de que el perfume en frasco pequeño... Obviamente, su pasado es marino. Desde allí partían balleneros y arrantzales. Después, a partir de 1864, el tren y la moda de los baños de mar, impulsada por la emperatriz Eugenia condujo al desarrollo del sector turístico. Nos suena esto, ¿verdad? Distintas fronteras, idénticos destinos.
Quien lea algo de historia comprobará que esta diminuta localidad se volcó en la caza de la ballena entre los siglos XI y XIX. Desde sus atalayas y playas vigilaban la aparición de aquellos cetáceos que favorecían el sustento. Igual que a este lado de la muga, subían veloces a sus embarcaciones para darlas caza. La lucha era peligrosa y cansada, pero nadie ha dicho que la vida fuera fácil.
Partían desde el puerto más diminuto de la costa vasca, un lugar peculiar, además, porque se encuentra en dique seco. Por ese motivo, casi todos los barcos deben sacarse del agua con un cabrestante. Son izados porque no caben en ese espacio cuyas parcelas llevan años reservadas.
Tres playas adornan el municipio, muchas veces inaccesibles a causa de la marea. Zenitz y Arotzenkosta ofrecen calma en los días de buen tiempo cuando otras, vecinas, amanecen llenas. En su roquedo habitan erizos de mar, cangrejos y quisquillas. Parlamentua sufre con gusto el lengüetazo de dos famosas olas para los aficionados al surf.
La 'derecha', potente y peligrosa, nace en Getaria y rompe en Bidarte. Se accede a ella por el puerto y siempre es complicado calcular la medida, ya que rompe lejos de la orilla. La 'izquierda', llamada Avalanche, deben aprovecharla solo quienes dominan este deporte. Accesible desde la playa de Arotzenkosta, surge durante una compleja combinación de viento, marea y oleaje. Impresiona.
¿Qué más puedes hacer en Guéthary? Admirar la plaza del frontón, al lado del bello edificio consistorial, monumento histórico de estilo neovasco, donde se siente el latir de sus vecinos. Observa las figuras de la 'Amatxi' y el 'Aitatxi' (abuela y abuelo) que ornan el ayuntamiento y honran a los más mayores. Pasa luego por 'La Terraza' para buscar la panorámica desde Biarritz, al norte, a Hondarribia, al sur. Y toma algo en los bares de la localidad o en el muelle, como hacen los lugareños.
Que te apetece andar: elige el sendero del litoral. Cuentas con señales a lo largo de 25 kilómetros desde Bidarte a Hendaia, pasando por Getaria. Si te tira más la cultura, el Museo Municipal Saraleguinea acoge la donación del escultor Georges Clément de Swiecinski, más los restos arqueológicos de época romana encontrados en el municipio. Y una zona que recuerda la historia local y cuenta su evolución desde las épocas del puerto pesquero hasta la estación balnearia actual. Sí, el lugar ofrece la paz y salud proporcionada por la aplicación de aguas. Los que prefieran iglesias deben acercarse a la de Saint Nicolas (XVI), arriba, arriba. Simple por fuera, destaca su interior.
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