![Caleruega, un pueblo museo: qué ver y cómo llegar](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201903/20/media/cortadas/GF1D92P1-krlH-U70965615847jFB-624x385@El%20Correo.jpg)
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iratxe lópez
Jueves, 21 de marzo 2019
Dicen que Alfonso X El Sabio decidió enterrar a su hija la Infanta Leonor en el Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán por intereses políticos. El monarca reforzaba así su compromiso con esta fundación piadosa dotada de alto contenido propagandístico. Caleruega había sido la cuna de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de predicadores y uno de los personajes más carismáticos del occidente medieval a principios del siglo XIII. El rey buscaba vincular el prestigio del santo a sus intereses dinásticos.
Cómo llegar La localidad se encuentra a medio camino entre Lerma yAranda de Duero.
Web www.caleruega.es.
La joven Leonor perdió la vida en 1275 tras seguir a su padre en un viaje. El monarca se había desplazado a Francia para entrevistarse con el papa Gregorio X en Belcaire, pretendía resolver sus aspiraciones al trono imperial. Pero la excursión tornó en tragedia. Su heredero, el infante don Fernando de la Cerda, falleció en una incursión africana, Alfonso X enfermó en Montpellier y Leonor murió durante la marcha en esta complicada historia.
Tampoco el comienzo de Caleruega fue sencillo. Tras la toma de las tierras colindantes por parte de los condes de Castilla, que abrió un periodo de paz en la comarca comprendida entre el Arlanza-Esgueva y el Duero, los musulmanes no se conformaron con la derrota y arrasaron la zona en varias ocasiones. El devenir del tiempo se agravó hasta que en 1170 los siglos sonrieron pues nació en la localidad burgalesa Santo Domingo de Guzmán, otorgando fama al enclave.
Alfonso X, emparentado con los Guzmán, mandó construir una iglesia gótica en 1266. Más tarde transformó la casa solariega familiar en convento de dominicas al que acudieron las monjas de San Esteban de Gormaz desde Soria. Creó un señorío político y espiritual para honrar a Santo Domingo. Por eso visitar el Real Monasterio es visitar una etapa de la historia de España.
Su museo protege piezas de interés artístico e histórico como las tallas de piedra policromada de la Virgen y del Ángel Anunciador. Aunque el verdadero tesoro se encuentra en el Archivo Monacal, donde se conservan bulas papales, cartas o privilegios de reyes, entre otros, los más antiguos del siglo X. Un cristo gótico destaca en la sacristía de la iglesia, desde la que se accede a la cripta donde reposan los restos del Padre Manuel Suárez, dentro de un monumento funerario en granito y alabastro escoltado por cuatro monjes. Estancia construida a mediados del siglo XX, brilla también en ella el Pocito, pozo que indica el lugar exacto en el que amaneció al mundo el santo. Conviene además fijarse en el claustro (XIII y XV) con restos de diferentes etapas de construcción, como el claustro bajo con arcos de medio punto sobre columnas pareadas, la puerta ojival gótica y el sobreclaustro del XVIII en ladrillo.
Pero Caleruega es mucho más que ese edificio susurrado entre rezos e intereses. La románica iglesia parroquial de San Sebastián (XII) fue el lugar elegido para la primera sepultura de la Beata Juana de Aza, madre de Domingo, quien había sido bautizado en su baptisterio. Y singular resulta el Convento de los Padres Dominicos, empezado en 1952, para integrarse con el Real Monasterio.
Resto de la antigua casa solariega familiar es, además, la Bodega de la Beata Juana de Aza, donde dicen que ella realizó el milagro de la multiplicación de la cuba de vino para ayudar a los necesitados. Otro inmueble interesante, el Museo-lagar de Valdepinos, preserva de su desaparición un antiguo lagar rehabilitando.
Allí prensaban antiguamente la uva para conseguir el caldo. Bebida tradicional en la zona, es en las laderas que rodean el pueblo, la del Monte de San Pedro, la Peña San Jorge, el Pico de la Horca y el Tallar, donde sobreviven numerosas bodegas. Aunque la más antigua de la Ribera del Duero –data de 1179– está en el despoblado de San Martín de Bañuelos y pertenecía a Alfonso VIII.
Con el fin de conocer el paisaje del entorno se creó el Centro de Interpretación de Las Loberas, localizado en Las Rozadas. Herencia de la arquitectura popular, se trata de espacios circulares incluidos dentro del corral. Tenían una sola entrada, así como respiradero, y los pastores las utilizaban para dormir y protegerse de los ataques de los lobos. Ahora hablan de naturaleza y se ha instalado una torre-mirador desde donde observar la flora y fauna, especialmente las aves esteparias. Si apetece caminar es recomendable subir a la Peña de San Jorge. Preside la villa y ofrece una panorámica de la comarca, con vistas de las Peñas de Cervera y gran parte de la Ribera del Duero, además del Pico de la Horca. En sus inmediaciones han encontrado restos arqueológicos altomedievales del siglo X. Otros restos, los de un tramo de calzada romana, esperan en el camino que, dirigiéndose a la ciudad romana de Clunia, coincide con la ruta que unían Zaragoza y Astorga.
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