Altamira, un viaje a la Prehistoria

El tiempo corrigió ese error, que haría sufrir enormemente al descubridor del recinto, Marcelino Sanz de Sautola. Reencarnado en el cuerpo de Antonio Banderas hace tres años, por arte y magia del cine, el film 'Altamira' mostró a quien quiso apuntar su vista hacia la pantalla los quebraderos de cabeza surgidos tras la revelación, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1985. 

Para aprender más sobre este hueco hecho historia, y hacerlo desde distintos puntos de vista, el museo situado en Santillana del Mar oferta diversas actividades durante el mes de diciembre. Concretamente, hasta el día 30 tiene lugar la exposición temporal 'Color y poder. Arte rupestre de cazadores-recolectores San en Uklahamba-Drakensberg'. La muestra enseña algunas de las imágenes más ilustrativas de las pinturas rupestres polícromas documentadas en esta zona de Sudáfrica y objetos de la cultura material San. Da valor así a un arte que ha llevado a la provincia de KwaZulu-Natal a ser declarada Patrimonio Mundial. Allí, dentro de un espectacular paisaje natural repleto de cuevas, aparecieron más de 40.000 dibujos de animales, seres humanos y escenas de la vida cotidiana, así como representaciones de las creencias que movían a aquellas gentes. Las más antiguas datadas en unos 3.000 años.

Como no todo pasa por observar, los mayores de 18 años pueden apuntarse a un taller de Prehistoria sostenible que tendrá lugar el viernes 6 y el sábado 7 de diciembre, a las 11.45 y a las 13.00 horas. De su mano conocerán cómo trabajaban las materias naturales aquellos hombres y mujeres del Paleolítico, fabricando cuerdas y objetos que facilitaban sus rutinas hace más de 18.000 años.

De cara a la familia existe una cita con el teatro. La obra 'Los pequeños naturalistas en el País de Altamira' se presenta en el Aula Taller, el sábado 7 de diciembre a las 17.00 horas y el domingo 8 a las 12.00. Plantea un reto, el de que todos somos investigadores de la naturaleza, «por eso debemos tocar, oler, hacer sonar piedras, observar lo ligero y lo duro, el frío y la primavera», explican. Además habrá marionetas dispuestas a sugerir cuestiones sobre el paso de una estación a otra. Y, tras la representación, el taller sensorial y de movimientos trabajará juegos en los que convertirse en seres ligeros como las hojas del otoño, firmes como las rocas… ayudados por la música.

Los recursos no acaban aquí. La Museoteca invitará a adentrarse en el 'Territorio bisonte en rojo', los sábados de 11.30 a 17.30 horas y domingos de 11.30 a 14.30, además del viernes 6, de 11.30 a 17.30 horas. Espacio destinado a aprender en familia, propone actividades auto-guiadas para disfrutar juntos.

Para finalizar, 'Narradores de historias' llama a 'Un mundo sin caminos. La planta que todo lo cura', de martes a domingo. Los cuentos en familia toman protagonismo en este rincón donde se juega a inventar cómo eran los humanos en el Paleolítico, superando las fronteras de lo ya defendido por la arqueología. Para demostrar que la imaginación viaja mucho más lejos que la ciencia.