Ocho aventuras para vivirlas a tope en familia
Enkarterri ·
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La comarca de Las Encartaciones encierra tesoros naturales y rutas históricas que nos invitan a descubrir nuestros entornos más cercanosEnkarterri aguarda entre valles, a la sombra de preciosas cimas, sembrada de arbolado y tradición. Tierra de verdes y pardos, muestra posibilidades suficientes para acercarse a contemplarla. Por encima y por debajo. Sobre la tierra y en el subsuelo. Anímate a recorrer sus municipios. Come en sus restaurantes. Descansa cobijado dentro de sus hospederías. Conquista las fronteras que abarcan estos brazos naturales. Y déjate fascinar. Son muchas las opciones, aquí presentamos algunas alternativas.
Más información visitbiscay.eus
1
A estas alturas todos conocemos la historia. Trabajos en una cantera para extraer dolomía. La dinamita detonada abre un agujero tras el que aparece este precioso y mágico universo subterráneo. Así comienzan los primeros pasos de la cueva descubierta sin querer un 28 de diciembre de 1957, al menos los que tienen que ver con los humanos. Miles de años antes, gota gota, siglo a siglo, el transcurrir del tiempo y de las fuerzas naturales hicieron germinar estalactitas y estalagmitas. Con paciencia infinita. Creando esculturas tan espectaculares y extrañas como las modeladas por las formaciones excéntricas que, caprichosas, crecieron en cualquier dirección, curioseando el entorno. Por ellas los geólogos consideran a Pozalagua la reina de estas maravillas a nivel mundial.
Informaciónwww.cuevadepozalagua.eus
2
¿No te apetece subir a los árboles? ¿Saltar de uno a otro? ¿Lanzarte entre ellos y sentir la libertad agitando cuerpo y rostro? Sopuerta Abentura ha reabierto al público. Con cita, eso sí. Ya puedes reservar plaza. Para resarcirte de tanto confinamiento gracias a puentes tibetanos, circuitos de tirolinas, lianas, redes de abordaje, toneles, toboganes, escalas… Dispara tu adrenalina o, mejor, báñate en ella. Energía, jolgorio y diversión estallan para olvidar encierros y rutinas de prisionero. Dentro de un valle salpicado por caseríos, casas-torre y ermitas. Las cifras ayudan a entender de qué hablamos: 10 circuitos en los árboles, una superficie de más de 32.000 metros cuadrados, más de 100 aventuras o retos, 41 tirolinas. Propuestas válidas para público a partir de 2 años. Con un claro objetivo: poner a prueba agilidad y equilibrio. Y vivir un rato, que falta hace.
Informaciónsopuerta-abentura.com
3
Da igual que no sea la cima más alta de la comarca, sí está señalada como una de las más famosas. El Kolitza ha sido siempre destino de aficionados a la montaña, grupos de scout y senderistas. Sus 879 metros resultan un reto sencillo de superar con premio final: preciosas vistas sobre Balmaseda y los valles del entorno. Distinguido como uno de los cuatro montes bocineros vizcaínos, desde su pico se llamaba a Juntas Generales de Gernika. Aquello pasó, pero queda la esencia. Ascender sus pistas significa retomar el pasado. Puedes hacerlo desde Balmaseda, siguiendo una ruta marcada en blanco y negro que arranca detrás del Ayuntamiento. Así, de paso, aprovechas para hacer una visita previa o posterior a esta villa llena de contrastes. Sube por el barrio de Pandozales. Caminarás de la mano de paisajes, junto a coníferas y hayedos, entre viñedos de txakoli. Culmina esta excursión la ermita románica de San Roque.
Información 16 km., 4,15 h. Dificultad: moderada.
4
Volvemos a las andadas, a calzarnos las zapatillas de senderismo para descubrir los Montes de Triano. Minas e industria marcaron su entorno. El pulso de la vida no lo impuso el sol sino el hierro. Donde antes se trabajaba sin descanso, ahora se camina. Los viejos yacimientos muestran su verdad sin tapujos, abiertos al cielo y a los escrutadores ojos de que los visitan. Debes comenzar la ruta señalizada en Ortuella, junto a la Ekoetxea Meatzaldea-Peñas Negras. Seguirás ladera abajo hacia el Valle de Galdames. Entre vistas y curiosidades que dejó la labor de aquellos obreros, grietas enormes, galerías, ruinas de asentamientos mineros, planos inclinados invadidos por la naturaleza, reconquistados por el entorno entre paisajes kársticos que sus arroyos lamen. Contemplarás la cueva-mina de La Magdalena, escarbada en la ladera caliza y presidida por la ermita de mismo nombre. Las ruinas del antiguo hospital de El Saúco, donde curaban sus heridas los trabajadores…
5
Karrantza es tierra de indianos y de templos. Diecinueve se reparten por sus barrios, cada cual con su estilo. Visitar todos es complicado, por eso esta ruta guiada acerca en coche a los tres más representativas, catalogados dentro del Patrimonio Histórico de Bizkaia. La barroca iglesia clasicista de Santecilla (XVII-XVIII) se encuentra labrada en mampostería y sillería. Protege magníficos retablos. La de San Bartolomé (XVIII) mezcla estilo barroco y neoclásico. Soportada a base de columnas frenteadas por pilares toscanos, la puerta tiene un tímpano liso con frontón encima y fachada con torre a cada lado. La última, de estilo gótico, renacentista y barroco, es la iglesia de San Miguel de Ahedo (XVII), que ostenta un retablo mayor de 1640 con notable interés entre los de su época. Todas narran sus propias historias, no solo artísticas. Se nutren de anécdotas sobre su nacimiento, deseadas por indianos que regresaban a casa agradecidos por su buena suerte. La visita es adaptable. Los participantes pueden conocer estos templos o cambiarlos por otros a la carta, si tienen algún deseo especial.
Informaciónleykatur.com
6
Una hectárea y media de jardín botánico, eso regala este espacio en el que descansan más de treinta árboles singulares, algunos casi centenarios. Naturaleza y arte unen sus fuerzas en este parque donde contemplarás obras de Ángel Garraza, los hermanos Roscubas, Koldobika Jauregi, Mikel Lertxundi y Mari Jose Rekalde, entre otros. Solo hace falta seguir el camino de aires ingleses, pararse a observar. Plantas y esculturas. Trabajo natural y humano. Además, en el mismo terreno esperan el centro expositivo del 'Edificio de Cristal', que alberga la Oficina de Turismo; la 'Casa del jardín', orientada a talleres artísticos; la gran pérgola; las antiguas casas del servicio; el estanque… Acércate al edificio consistorial de 1910, mandado construir por el indiano Leandro Urrutia, que acumuló su fortuna en México y trajo de Las Américas una colección de árboles poco conocidos a este lado del océano Atlántico, los que contemplas tú ahora.
Informaciónwww.guenes.eus
7
El metal y la mina forjaron este camino que puede completarse en bicicleta, andando o a caballo. La fama del mineral reverberó el nombre de los montes vascos a lo largo de Europa. Incluso Shakespeare escribió sobre ellos. El empujón industrial se transformó en impulso para el ocio en la naturaleza cuando las viejas vías de tren que transportaban el hierro cerraron. Recordar aquel ayer es posible a través de esta ruta cuyo kilómetro 0 arranca en la estación de Traslaviña. El primer tramo se desarrolla hasta Gallarta durante 31 kilómetros. El segundo sigue hasta Kobaron, en Muzkiz, completando los 42,5 km totales. Los vestigios mineros se abren paso en forma de cotos, minas, cargaderos… En Sopuerta descansan el antiguo pueblo minero de Alen y los hornos de calcinación de mineral, en el barrio de El Alisal. En Muskiz ya está de nuevo abierta la Ferrería de El Pobal. En Abanto-Zierbena, el Museo de La Minería del País Vasco, los hornos de calcinación de las minas San José y Lorenza, las agujas calizas de la mina Cristina y el castillete minero del pozo Ezequiela captan la atención.
Informaciónwww.viasverdes.com
8
Un sendero recorre este enclave situado en el sur del Valle de Villaverde. Protege uno de los robledales más extensos y mejor conservados de la zona, con 250 hectáreas. Los robles son los reyes, aunque no están solos. Hayas, encinas y tejos solicitan también su principado. Todos sirvieron antaño para obtener carbón vegetal y madera. La excursión empieza en el barrio de Mollinedo, junto al río Agüera. Solo hace falta saber que habrá repechos, pistas, bosquetes, aroma a eucalipto y acebo. Llegará el caminante al Barranco del Cuchillo, de afilado nombre y profundo arroyo que aporta sus aguas al Agüera en Puente Hurtado. Además, existen dos posibilidades para acabar la marcha: regreso a Mollinedo por un precioso camino paralelo al río o desviación para entrar en el PR-S 129 que, tras dos kilómetros, alcanza la zona más alta del bosque en Fuentes del Agüera, donde varios arroyos recogen aguas llegadas desde la vertiente norte del pico Burgueño.
Informaciónvalledevillaverde.com
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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