Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Encaramarse a una roca tiene su aquel, nadie lo pone en duda. Su aquel, su ese y su este. Vamos, que requiere técnica y, si eres novato, vigilancia. Una manera de conectar tu piel con la de la roca, un acuerdo en el que ambas se respeten. Coronar una pared vertical a la que los intrusos no emocionan (estaba ella tan tranquila ahí para que vengan a darle la murga) significa perder el miedo a la altura y a los límites que cada cual se impone. Por eso la escalda es un deporte de superación personal, un idilio entre naturaleza y humano tan fuerte que engancha (incluso literalmente).
Abadiño
Escuela clásica del País Vasco, se trata de ir acompañado hasta el Parque Natural de Urkiola. Ofrece nivel de principiantes. Sus paredes y espolones calizos han servido para formar a varias generaciones de escaladores, por eso allí encontrarás vías de diversa longitud y dificultad. «Hay más de siete sectores, nosotros usaremos el del Pico del NoDo. Tenemos la pared perfecta para empezar en este apasionante deporte. Ascenderemos vías o rutas de cuarto y quinto grado, con buenos cantos y agarres para ir soltándose y adquiriendo nivel», tranquilizan desde Inguru Abentura.
La cita te ocupará unas 3 horas. «Si te gusta la naturaleza, descubrir nuevos lugares y disfrutar de las alturas, la escalada en roca pondrá a prueba tu fuerza, intuición y equilibrio. Una experiencia enriquecedora en la que sentirás que poco a poco tomas altura, que progresas gracias a tus facultades y a tu fuerza y valentía. Tú decides hasta donde arriesgar, lo importante es darlo todo y disfrutar las sensaciones», añaden. Lo harás de la mano de guías especializados que asesoran y aseguran el buen término de la actividad con material homologado de primera calidad.
Acabarás familiarizado con términos como cuerda, arnés, casco, bloqueador, mosquetón de seguridad, pies de gato... todo un lenguaje específico del que hablar y con el que practicar. «No es necesario tener conocimientos previos. Si eres una persona activa, te gustan el deporte, los retos y sobre todo superarte, la escalada puede ser tu mejor aliado para conocerte mejor y saber tus límites».
Álava
Practicar escalada desde muy jovencitos no supone ningún trauma, al revés, los críos tienen menos miedos para esto, y eso ayuda al aprendizaje más rápido. En el Centro de Aventura de Sobrón ofrecen la posibilidad de coronar roca. A solo 400 metros, en la otra orilla del río Ebro, disponen de una espectacular pared de roca de casi 100 metros de altura y muy vertical. «Pero no hay que preocuparse, hemos preparado unas vías fáciles de 15 metros de alto para que la escalada sea asequible a participantes sin experiencia previa. Los monitores abrirán las vías, ayudarán a ponerse el arnés y asegurarán a los niños en todo momento, a la vez que enseñan las técnicas de escalada y seguridad, y ayudan a subir hasta arriba. ¡Verás que vistas!», animan.
El equipo completo lo ponen ellos, los peques solo deben vestir ropa cómoda y calzado deportivo. Pueden apuntarse desde los 8 años «sin importar la condición física», especifican. Que conste que también admiten adultos… a ver quiénes se amarran mejor al asunto, si infantes o mayores. La actividad dura dos horas, comienza exactamente a las 10:30, 12:30, 16:00 o 18:00. Incluye pequeño paseo desde el centro multiaventura. «Realizarán un ascenso sobre fuerte pendiente valiéndose de fuerza física y mental. Se considera escalada todo ascenso que, siendo difícil o imposible de realizar solo con pies y piernas, requiere brazos y manos. Superarán sus miedos y conseguirán la meta desde donde se ve todo distinto». Si eso parece poco, luego pueden apuntarse a diversas alternativas.
Bizkaia
La escalada en Bizkaia es muy popular. Los vascos nacemos entre montes, estamos acostumbrados a su presencia desde temprano, por eso se convierten en parte de nuestra forma de vida, de nuestros paseos de fin de semana y nuestra cultura. Nos gusta la naturaleza en todas sus modalidades. Y los deportes aventura que practicar entre sus brazos. Desde que ven esas paredes verticales que imprimen relieve a nuestra tierra, algunos sueñan con coronarlas casi a pulso. Observarlas cada día las vuelve familiares, el reto llama, la mente escucha ese ¡ven, ven! repetido como una cantinela y, al final, pasa lo que pasa, ¡vas! En busca de subidón de adrenalina, de fundirse, al menos por unos instantes a esa roca que lleva plantada ahí siglos y te sobrevivirá. Enfrentarte a ella aumenta la determinación, se aprende a usar la fuerza relativa, mejora la coordinación, la concentración y fortalece la musculatura. Muchas ventajas.
«Nosotros llevamos todo el material, ellos solo deben preocuparse de subir y bajar por la roca. La diferencia entre escalada normal y rocódromo es que en este último las presas se ven, se distinguen por colores y es sencillo saber dónde has de poner pies y manos, mientras que en roca natural es más complicado ver dónde están los agarres, pero es muchísimo más divertido. Te encuentras en un medio natural, que no tiene nada que ver con estar en un gimnasio», recuerdan desde Destinos en pareja (viajes@destinosenpareja.com).
Salir al monte aumenta la dosis de satisfacción, especialmente ahora que el buen tiempo empuja a abandonar los espacios cerrados. «Es una actividad para todos los públicos, muy sencilla y muy, muy divertida. Este año hay un montón de gente practicándola. Esta propuesta es un acercamiento, ya en nivel avanzado se enseña a ser autónomo para poder ir solo», aseguran.
Bizkaia
También puedes combinar rocódromo y aire libre. Por ejemplo, desde Urdaibai Kiroleroak ofertan esta opción. ¿En qué consiste? Vamos a ello. La bonita playa de Laidatxu, situada en el municipio de Mundaka, funciona como centro receptor de los escaladores principiantes. Evitarás la dureza de la roca gracias a paneles que permiten el objetivo final de todo ascenso: llegar arriba.
«Se trata de una actividad dirigida a todo tipo de grupos, incluidos menores, que deberán ir acompañados de adultos, eso sí», explican. Ellos ponen a disposición el material imprescindible, por supuesto, acudes con monitores titulados. «El grupo ha de ser mínimo de cinco personas y la actividad tiene una duración de entre unas 3 y 6 horas», agregan. Todo depende del tiempo y del dinero que apetezca gastar, como siempre.
Si aún así prefieres la escalada en roca natural, te llevan hasta San Pedro Atxarre. «En plena Reserva de Urdaibai tenemos la gran suerte de disponer de zonas de escalada, dentro de un bonito paraje y en algunos montes de Bizkaia», cuentan. En este caso organizan salidas para grupos de entre 5 a 8 participantes con dos opciones, pasar allí media jornada, entre 3 y 4 horas, o emplear jornada completa, lo que supone entre 5 o 6.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.