Cuatro monasterios y un convento del siglo XVI para dormir como un monje cerca de casa

El monasterio de San Pedro de Cardeña es una abadía situada a 10 kilómetros del centro de Burgos, en el término municipal de Castrillo del Val. Allí fueron enterrados los restos del Cid, donde también recibió sepultura su esposa años después. Alfonso X el Sabio convenció a la Iglesia para que la pareja descansara en el interior del templo. Tras un saqueo y diferentes historias turbulentas a través de los siglos, desde 1921 los acoge la catedral de Burgos.

Determinar el origen de San Pedro de Cardeña no es sencillo, ya que la escasez de documentación existente no ha permitido a la historiografía moderna poder precisar con exactitud los orígenes de la abadía. Del monasterio románico, saqueado en el 953 por el ejército de Abderramán III, aún queda en pie la vieja torre del siglo XI y su claustro románico, del siglo XII.

En la hospedería la estancia mínima es de 3 días (dos noches) y la máxima de 10 días. En total, hay 24 habitaciones con calefacción y baño. Ya avisan que «no es un restaurante, ni un hotel» e invitan a quedarse a quienes busquen «un espacio de paz y sosiego, donde poder vivir una experiencia espititual de reflexión, recogimiento y calma interior».

Y terminamos con otra historia para los amantes del dueño de la espada Tizona: según el Cantar, el Cid, antes de salir para el destierro, dejó en San Pedro de Cardeña a Jimena y a sus hijas, doña Elvira y doña Sol (cuyos nombres reales fueron María y Cristina), encareciendo su cuidado al abad del monasterio.

El monasterio de Leyre es otro ejemplo de lugar donde podríamos ir en busca de la paz y la tranquilidad en mitad de la naturaleza. Situado en Yesa, a 45 kilómetros de Pamplona y a 16 de Sangüesa, es un emplazamiento envidiable como base de descanso. Allí conocerás los orígenes del románico e incluso podrán asistir a una misa cantada en gregoriano.

También aprenderás datos históricos, artísticos y curiosidades. Como la leyenda del abad Virila de Leyre, quien tras divagar sobre la eternidad, se quedó dormido en el monte. De regreso al monasterio, todo parecía distinto. Al llegar, comprobó que su abadía se había convertido en una gigantesca iglesia vinculada a otra orden. Cuando le abrieron las puertas, parecía un loco, afirmaba ser el abad. Los religiosos estudiaron sus registros y vieron que, siglos atrás, un abad Virila salió del monasterio y jamás regresó.

Cuenta con 32 habitaciones recientemente rehabilitadas: 16 habitaciones dobles, 12 habitaciones individuales, 1 habitación triple y 3 habitaciones cuádruples, todas ellas equipadas con calefacción central, baño completo y Wifi.

El Monasterio de Zenarruza se esconde en un barranco del monte Oitz cerca de Bolibar, en Bizkaia. Edificado en el siglo XI durante la Edad Media, en un paraje solitario y boscoso, fue una de las colegiatas más famosas del Camino de Santiago de la costa.

La hospedería está abierta todo el año excepto la noche de Navidad, y es mixta. Dispone de 14 habitaciones, de las cuales 6 con dos camas, lo que hace un total de 20 camas y alguna más que se puede añadir. El tiempo mínimo de alojamiento es un día completo, lo que incluye dormir, desayuno, comida y cena, a un precio actual de 40 € en verano y 45 € en invierno por la calefacción.

La historia de Silos es la historia de Castilla. Fue arruinada por Almanzor. Alrededor del año 1000 recibió al monje riojano Domingo, que reedificó el convento y lo convirtió en un importante centro espiritual y cultural. Brilló de manera especial entre los siglos XI-XIII. Ahora es una villa acogedora de buenas casas y calles empedradas y limpias, con el monasterio en su centro. Estuvo rodeada por una muralla de la que aún perduran el muro que da al río y dos puertas.

En la hospederia de Silos solo aceptan varones y se pide estricta puntualidad en las comidas. La estancia mínima son tres días y la máxima 8 con un precio de 45 euros diarios (pensión completa).