Los conciertos del finde: Fair Saturday, SuperMartxé, Sofía Gabanna, La Fuga, In Flames, Javier Vargas…

De viernes a domingo actuarán en Bilbao, Madrid y Barcelona, en este orden: abrirán Orbit Culture (18.30 h; cuarteto de death metal melódico forjado en 2013 en la población de Eksjö, de unas 10.000 almas; son los únicos de esta caravana vikinga que no viven en la costa), Imminence (19.15 h; cuarteto de metalcore cabezón rulando desde 2009 entre las ciudades de Malmö y Trelleborg), At The Gates (20.00 h; los de la foto, un veterano quinteto de melodic death metal en cuyas filas hay varios padres putativos del 'sonido Gotemburgo', la segunda ciudad más importante de Suecia, sólo detrás de su capital Estocolmo, donde se formaron en 1990; de At The Gates brotaron como esquejes nuestros favoritos The Haunted), más los cabezas de cartel In Flames (21.00 h; otro quinteto, también gestado en 1990 en la misma urbe y considerado otro pionero o gestante del 'sonido Gotemburgo', y que en Facebook tiene cuatro veces más seguidores que At The Gates, pero ponemos foto de estos porque mola más la imagen).

Otra caravana cuádruple internacional de sonidos extremos organizada por el Resurrection Fest. Si la anterior era de metaleros suecos, esta es de jarcoretas franco-yanquis y también pasará por las mismas tres capitales españolas: Barcelona, Madrid y Bilbao. Cabezas de cartel son los de la foto, Stick To Your Guns (22.00 horas), cuyo bautismo significa algo así como 'mantente en tus trece', un quinteto formado en Orange County, California, en 2003, y cuyo último álbum es el poliédrico 'Spectre' (2022).

Segundos en importancia son Knocked Loose (salen a las 20.45 horas), otro quinteto más bulldozer que se juntó en el Condado de Oldham, Kentucky, en 2013, y cuyo último álbum es el noqueador 'A Different Shade of Blue' (2019). Completan el cartel cuádruple Landmvrks (19.55 horas), cinco franceses de Marsella que incluso rapean y que también se dejan llevar por mantras atmosféricos; más los encargados de abrir la velada, Soul Blind (19.05 horas), cuatro jóvenes del Valle del Hudson, Nueva York, con querencias un poco grunge y también shoegazers.

Así se anuncia en su web el Festival Fair Saturday: «26N | Un día para el arte y la cultura con impacto social». Sí, a modo de contraste cultural y benéfico con el consumista e individualista Black Friday, la fundación tiene preparados para este finde en Bizkaia diferentes actos solidarios (por ejemplo el concierto de Los Bribones) y el principal tendrá lugar el viernes en Miribilla, donde se espera reunir a 6.000 espectadores (¡y eso sin contar a los 2.500 actuantes!). La ETB grabará el evento y lo emitirá en Navidad. En el gran acto del viernes participarán Gatibu, Maren, Afrika Bibang, la Sociedad Coral de Bilbao (los cuatro citados estuvieron en el macroconcierto previo del Fair Saturday en el BEC, en el evento sinfónico 'Ura bere bidean', que congregó a 15.000 almas y cuyas luces magníficas ideó Iñaki Irastorza, también responsable de los focos este viernes), más La Banda Municipal de Bilbao, Kalakan, The Fakeband, Coral Santa María de Portugalete, la Agrupación Coral Otxarkoaga, el Coro de Ingenieros de Bizkaia, el Coro Club Deportivo Bilbao y muchos más coros.

En total habrá unos 2.500 actuantes (entre ellos 1.000 niños de una veintena de colegios) que «interpretarán grandes temas de la historia de la música en un espectáculo audiovisual inolvidable». Sonará ópera, bandas sonoras, rock, clásica, temas populares… El miércoles asomamos la cabeza por los ensayos y estaba sonando 'Lau teilatu' de Itoiz. El viernes se reunirán más 60 entes culturales de Bizkaia, los dirigirá el alicantino José Rafael Pascual Vilaplana, y todos cobrarán: «Alrededor de 90.000€ en remuneraciones y derechos para todas las organizaciones participantes. De ellos alrededor de 35.000€ irán destinados al mundo coral de Bizkaia». Y se precisa: «Los centros escolares participantes destinarán sus cachés -estimados en 12.000 €- a alrededor de 15 causas sociales».

Javier Vargas, el guitarrista hispano-argentino que se instauró como bluesman nacional en los 90 gracias a la canción 'Blues latino' después de ganarse un nombre tras haber tocado para otros como Miguel Ríos, La Orquesta Mondragón o Salvador, regresa a Bilbao con el fin de gira de su disco 'Back In Memphis' (21), grabado con músicos americanos en los estudios Cotton Row de Memphis y producido por Niko Lyras. Y vuelve al Azkena con un colaborador especial en su banda que le acompaña en los últimos tiempos, el cantante John Byron Jagger, sobrino de Mick Jagger, y que ambos son familia se descubre al primer vistazo a su cara.

En 1992 Javier Vargas debutó en solitario con el LP 'Madrid-Memphis', y en 1994 lanzó el LP 'Blues latino', con colaboradores como Calamaro, Flaco Jiménez, Chris Rea, Junior Wells… El mismísimo Carlos Santana grabó una versión de esta pieza. Y treinta años después, Vargas recuerda esa época para él álgida con este 'Back In Memphis' (21), que además cuenta con un documental de dos horas sobre su carrera.

En 2022 Vargas ha teloneado a los Rolling Stones en Madrid y ha participado en los conciertos de celebración del 40º aniversario del 'Rock & Ríos' de Miguel Ríos. En marzo de 2023 saldrá su próximo álbum, que ya está grabado, y el guitarrista espera recuperar sus cifras de conciertos previos a la pandemia: 150 anuales, muchos de ellos en Alemania, adonde tiene fácil llegar pues Vargas vive en Ibiza, en las islas Baleares tan pobladas de teutones.

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Hace poco el guitarrista Fito Garmendia, ex La Fuga y ahora en Rulo y La Contrabanda (Rulo fue el primer cantante de La Fuga, ya saben), metió a sólo una treintena de personas en la sala pequeña del Kafe Antzokia. Y este viernes, 600 meterán con el aforo agotado en la venta anticipada sus excompañeros de La Fuga, que en la foto oficial aparecen tres pero que sobre un escenario son cuatro, con dos guitarras.

Los jefes de la banda son el guitarrista solista Fernando González Miguel, alias Nando, más el baterista Eduardo Sierra Cuesta, alias Edu, que el año pasado echaron a Razkin, el cantante pamplonés que sustituyó a Rulo allá por 2010. Y después de tres años parados (con la pandemia por medio), La Fuga vuelven a los tablados con su nuevo cantante, el tercero de su trayectoria, el también guitarrista Xavi Moreno, que hasta ahora estaba en Distrito Rojo, grupo de Vila-Seca, Tarragona, que seguirá tocando sin él, pues Xavi se dedicará en exclusiva a La Fuga. De hecho, seguro que tuvo que ver en el despido de Razkin que éste estuviera lanzando su carrera en solitario.

El ciclo de conciertos 'Hiriz Hiri' (de ciudad en ciudad), organizado por la promotora independiente bilbaína Noise On Tour en la Sala BBK de la Gran Vía, tiene programadas cuatro citas, dos ya vividas y con las entradas agotadas según la organización (Shinova, que lo consiguió en la anticipada, más Elliott Murphy), la que nos ocupa y que se celebra este sábado con los suizos The Hillbilly Moon Explosion (con la gente en pie, para que mueva el esqueleto), y la cuarta y última, con los granadinos Lagartija Nick presentando su disco homenaje a la Generación del 27 el sábado 17 de diciembre (con proyecciones y la gente sentada, en plan más sesudo).

Hillbilly Moon Explosion elaboran una suerte de psychobilly gótico muy estilista y con chica en el centro de los focos: Emanuela Huter. Así los presenta Noise On Tour: «Formado en 1998, el grupo suizo se ha convertido en uno de los más sorprendentes de los últimos tiempos en la escena rocker. En su música se mezcla rockabilly, jump blues, beat, surf, psycho, pop francés, ska o punk rock». Su último álbum es 'The Sparky Sessions' (19), con Emanuela a dúo con Mark 'Sparky' Phillips, el cantante de los clásicos del psychobilly Demented Are Go, unos galeses con pintas de zombies (literalmente, pues se maquillan de tal). Entre sus canciones caben versiones del 'Jackson' de Johnny Cash a ritmo ska, y de modo más fiel el 'Baby I love you' de las Ronettes, y el 'Teddy Boy Flick Knife Rock 'N' Roll' de nuestros idolatrados Crazy Cavan And The Rhythm Rockers.

Este finde la Sala Blue de la discoteca Santana 27 recibe a dos traperas / raperas argentinas: el viernes a la más trapera Saramalacara, bonaerense del barrio de Mataderos, y el sábado a la más rapera Sofía Gabanna, que es hermana de la mismísima Nathy Peluso. Sofía nació en el 2000, en 2003 su familia vino a España, y ella ahora vive en Barcelona. Su estilo es narcótico y tiene subidos a Spotify varios sencillos y un EP, éste titulado 'Maté al amor', de 26 minutos para 7 cortes, un opus que ella describe como conceptual y que se inspira en el desencanto por la ausencia del amor idealizado por Sofía desde niña. También le gusta bailar, entre otros estilos el flamenco.

Este espectáculo de karaoke discotequero de raíz ibicenca se iba a celebrar en el BEC de Barakaldo pero se ha trasladado a un recinto más pequeño sito en Zorrozaurre. Para llegar ahí, y para salir de ahí, se facilitarán autobuses que recorrerán la Gran Vía bilbaína. Así se presenta el sarao: «SuperMartxé vuelve a traer su magia y ambientación con su edición Leyends. Te esperan Abel The Kid, Albert Neve, Juanjo Martín, Michael Sánchez, Van Hoick, Alberto Villa y Luiscar para revivir la mítica fiesta SuperMartxé en la sala Premier Bilbao». Y asegura: «En las noches de SuperMartxé hay que tener mil ojos para no perderse nada, ¡y hay muchísima piel que se deja a plena vista! Te espera energía al máximo nivel y efectos visuales impresionantes durante los increíbles shows en directo sobre el escenario y, por supuesto, muchos temas electrónicos de gran éxito en Ibiza para que te diviertas en la pista de baile».

El cuarteto vascofrancés Willis Drummond estrena mundialmente este sábado su octavo álbum oficial, 'Hala ere', editado el pasado viernes 18 de noviembre y disponible en redes, en CD de cuidado diseño y en LP de vinilo rosa. «Se notan el grunge, la arquitectura de la música indie original y la emergencia del rock'n'roll punk amada por los grupos australianos», describe la hoja de promoción sobre un trabajo intelectual y directo de rock eléctrico con letras reflexivas.

Este sábado noche estarán en el Kafe Antzokia (saldrán a las 11, tras Ezezez, un cuarteto bilbaíno), seguirán por Logroño (en el Stereo el 27 de enero) y Vitoria (17 de febrero en el Jimmy Jazz), y llegarán más lejos, hasta Madrid, Almazán (Soria) o Mazaleón (Teruel). Además, los Willis no faltarán en la Azoka de Durango, donde mantendrán abierto su tenderete los cinco días de feria y además darán un bolo eléctrico de media hora de duración en el Plateruena (en fecha y hora aún no anunciadas). Ah, lo de estreno mundial no es exagerado, porque su anterior álbum, 'Zugzwang' (2019), lo presentaron en gira por Japón, Australia y Tahití, hasta que les frenó la pandemia.

El ciclo Music Legends cierra la persiana por este año este mismo fin de semana: se ha suspendido el concierto del rastafari Max Romeo previsto para el viernes pero se mantiene el del domingo con el hacha blues-rocker Popa Chubby, alias del neoyorquino de 62 años Ted Horowitz, un tipo prolífico a la hora de lanzar álbumes y cuyo último artefacto se titula 'Emotional gangster', donde oscila entre el rap suavito y el blues Stevie Ray Vaughan, desde los punteos flamígeros inapagables hasta covers como el 'Hoochie coochie man' de Muddy Waters atacado como si fuese el gran Johnny Winter.

Si el difunto melenudo albino y tatuado Winter estaba esquelético y tocaba sentado por los achaques de la edad y los excesos tóxicos pertrechados a lo largo de su estrellato, el bueno de Popa, rapado y tatuado, toca sentado porque apenas puede soportar las arrobas que le sobran, que probablemente son peor para la salud que los excesos tóxicos. No obstante, semejante sobrepeso no fue óbice para que la última vez que le vimos, en el Festival de Blues de Getxo de 2016, Popa El Regordete (eso significa chubby) fuera capaz de dar uno de los mejores conciertos entre los 387 que vimos ese año (en 2022 ya vamos más de 500). Ese sábado 16 de julio de 2016, sentado, asiendo una Fender Stratocaster vieja y maltratada, Popa se colocó en el lateral izquierdo de la escena y sus dos escuderos no le perdieron ojo por eso de las improvisaciones centelleantes que iluminaron e incluso prendieron los 117 minutos del show con 14 piezas que concatenaron ritmos huracanados a lo Stevie Ray Vaughan asaeteados por punteos en la escuela de su adorado Jimi Hendrix ('Stoop Down Baby'), boogie rock vía George Thorogood ('Working Class Blues', blues de la clase trabajadora, que fue la única vez que Chubby se puso en pie durante unos segundos), una lucida y creíble versión del 'Hey Joe' de Jimi Hendrix, blues-rock algo ZZ Top ('Tengo un ángel sobre mi hombro') o la sofisticación de '69 Dollars', un extenso alarde de recursos guitarrísticos: rumba, fusión, jazz, rollo Robert Cray, ráfagas de Santana…

¿Y saben qué? Es probable que el concierto de la Sala BBK sea incluso mejor. Ojalá..

El ciclo Music Legends cierra la persiana por este año este mismo fin de semana: se ha suspendido el concierto del rastafari Max Romeo previsto para el viernes pero se mantiene el del domingo con el hacha blues-rocker Popa Chubby, alias del neoyorquino de 62 años Ted Horowitz, un tipo prolífico a la hora de lanzar álbumes y cuyo último artefacto se titula 'Emotional gangster', donde oscila entre el rap suavito y el blues Stevie Ray Vaughan, desde los punteos flamígeros inapagables hasta covers como el 'Hoochie coochie man' de Muddy Waters atacado como si fuese el gran Johnny Winter.

Si el difunto melenudo albino y tatuado Winter estaba esquelético y tocaba sentado por los achaques de la edad y los excesos tóxicos pertrechados a lo largo de su estrellato, el bueno de Popa, rapado y tatuado, toca sentado porque apenas puede soportar las arrobas que le sobran, que probablemente son peor para la salud que los excesos tóxicos. No obstante, semejante sobrepeso no fue óbice para que la última vez que le vimos, en el Festival de Blues de Getxo de 2016, Popa El Regordete (eso significa chubby) fuera capaz de dar uno de los mejores conciertos entre los 387 que vimos ese año (en 2022 ya vamos más de 500). Ese sábado 16 de julio de 2016, sentado, asiendo una Fender Stratocaster vieja y maltratada, Popa se colocó en el lateral izquierdo de la escena y sus dos escuderos no le perdieron ojo por eso de las improvisaciones centelleantes que iluminaron e incluso prendieron los 117 minutos del show con 14 piezas que concatenaron ritmos huracanados a lo Stevie Ray Vaughan asaeteados por punteos en la escuela de su adorado Jimi Hendrix ('Stoop Down Baby'), boogie rock vía George Thorogood ('Working Class Blues', blues de la clase trabajadora, que fue la única vez que Chubby se puso en pie durante unos segundos), una lucida y creíble versión del 'Hey Joe' de Jimi Hendrix, blues-rock algo ZZ Top ('Tengo un ángel sobre mi hombro') o la sofisticación de '69 Dollars', un extenso alarde de recursos guitarrísticos: rumba, fusión, jazz, rollo Robert Cray, ráfagas de Santana…

¿Y saben qué? Es probable que el concierto de la Sala BBK sea incluso mejor. Ojalá..

El ciclo Music Legends cierra la persiana por este año este mismo fin de semana: se ha suspendido el concierto del rastafari Max Romeo previsto para el viernes pero se mantiene el del domingo con el hacha blues-rocker Popa Chubby, alias del neoyorquino de 62 años Ted Horowitz, un tipo prolífico a la hora de lanzar álbumes y cuyo último artefacto se titula 'Emotional gangster', donde oscila entre el rap suavito y el blues Stevie Ray Vaughan, desde los punteos flamígeros inapagables hasta covers como el 'Hoochie coochie man' de Muddy Waters atacado como si fuese el gran Johnny Winter.

Si el difunto melenudo albino y tatuado Winter estaba esquelético y tocaba sentado por los achaques de la edad y los excesos tóxicos pertrechados a lo largo de su estrellato, el bueno de Popa, rapado y tatuado, toca sentado porque apenas puede soportar las arrobas que le sobran, que probablemente son peor para la salud que los excesos tóxicos. No obstante, semejante sobrepeso no fue óbice para que la última vez que le vimos, en el Festival de Blues de Getxo de 2016, Popa El Regordete (eso significa chubby) fuera capaz de dar uno de los mejores conciertos entre los 387 que vimos ese año (en 2022 ya vamos más de 500). Ese sábado 16 de julio de 2016, sentado, asiendo una Fender Stratocaster vieja y maltratada, Popa se colocó en el lateral izquierdo de la escena y sus dos escuderos no le perdieron ojo por eso de las improvisaciones centelleantes que iluminaron e incluso prendieron los 117 minutos del show con 14 piezas que concatenaron ritmos huracanados a lo Stevie Ray Vaughan asaeteados por punteos en la escuela de su adorado Jimi Hendrix ('Stoop Down Baby'), boogie rock vía George Thorogood ('Working Class Blues', blues de la clase trabajadora, que fue la única vez que Chubby se puso en pie durante unos segundos), una lucida y creíble versión del 'Hey Joe' de Jimi Hendrix, blues-rock algo ZZ Top ('Tengo un ángel sobre mi hombro') o la sofisticación de '69 Dollars', un extenso alarde de recursos guitarrísticos: rumba, fusión, jazz, rollo Robert Cray, ráfagas de Santana…

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