Paseos por el Cinturón de Hierro de Bilbao entre trincheras y búnkeres

Iratxe López

Jueves, 11 de febrero 2021, 06:58 | Actualizado 07:15h.

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Tenía forma de herradura, aunque no le sonrió la suerte. El Cinturón de Hierro fue ideado para defender Bilbao y los municipios cercanos del ejército franquista durante la Guerra Civil. Pretendía conservar activos enclaves estratégicos como puertos, aeródromos y embalses en caso de sitio a la capital. Erigido entre 1936 y 1937, trenzó una red de trincheras, nidos de ametralladoras, alambradas y elementos defensivos entre montes. Su creación alimentó el sueño de mantener la zona en manos del legítimo gobierno republicano, pero acabó en pesadilla cuando el capitán Alejandro Goicoechea, ingeniero encargado de la construcción, entregó a los sublevados detalles sobre los puntos débiles. Años después, parte de la línea defensiva, declarada Patrimonio Cultural Vasco e Itinerario de la Memoria Democrática de Euskadi, ha sido recuperada como una senda que homenajea el ideal de libertad.

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El tercer sector del Cinturón integraba a la localidad alavesa de Llodio. Allí puede contemplarse el parapeto de mampostería de Gazteluzar, conjunto fortificado formado entonces por tres líneas defensivas, dos de este material, pues era complicado excavar la trinchera en el suelo rocoso. También quedan el asentamiento para ametralladora de Aretxiger, construcción semienterrada que acabaría con la cubierta volada durante la posguerra para extraer la ferralla y una parte del abrigo de Kamaraka, excavado en la trinchera contra el talud de planta rectangular, que ofrecía refugio y posición de tiro a los combatientes.

La ruta circular discurre paralela a los arroyos Iñarrondo y Lorbide, en el límite de Álava con Bizkaia. Se encuentra señalizada y descubre zonas de vegetación de ribera y repoblaciones de pino radiata. Arranca en Lezeaga y solo se desviará por la mitad en el descansadero-mirador de madera que permite admirar el corte de Atxorrotz. Tras regresar al camino, asciende hasta los caleros de Mintegieta y el barrio Isusi, para seguir al santuario de Santa María del Yermo.

Observarás durante la marcha caleros y neveras mientras recuerdas también la mitología del valle. Apta con niños, cubre 8,6 kilómetros, con un desnivel de subida medio de 524 metros.

Web www.laudio.eus.

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Un recorrido de 2 kilómetros visita algunos de los enclaves significativos de la Batalla de Artxanda. Puedes revisarlo en el panel colocado junto a la estación del funicular. El Cinturón de Hierro hermanaba 80 kilómetros y atravesaba 33 municipios vascos, aunque solo se conservan elementos en 25. El visitante paseará entre arbolado hasta el mirador de Artxanda, donde la escultura 'Aterpe 1936', de Juanjo Novella, recuerda a los combatientes por la democracia. Allí disfrutarás las vistas sobre Bilbao. Sigue hacia San Roke, sobre el valle del Txorierri. Serás consciente de lo acontecido entre el 13 y el 19 de junio de 1937, cuando la última posición republicana situada en el Gran Casino se perdió y los rebeldes entraron en la capital.

Más de 14.000 personas, entre ellas muchas mujeres y niños, ayudaron a construir la línea defensiva. Aquí, a diferencia de en otros enclaves donde trabajaron a sueldo, gran cantidad de voluntarios respondieron al llamamiento para fortificar el cordal de Santo Domingo-Artxanda. Querían favorecer la huida durante los días previos a la toma de Bilbao, cuando fueron volados los puentes sobre la ría y el Gobierno vasco, con el lehendakari Agirre a la cabeza, se trasladó a Enkarterri y de allí al exilio. «Decidieron mis compañeros que yo debía dirigirme a nuestros gudaris recomendándoles un último esfuerzo para detener por unos momentos al enemigo, a fin de que la evacuación se llevase a cabo. Por ello, para proteger su salida, pedí a los batallones vascos que se lanzaran en contraataque», explicaría Agirre.

Tras su intervención, varios batallones vascos ascendieron las laderas de Artxanda entonando el 'Eusko gudariak'. Muchos perdieron la vida en los enfrentamientos entre los montes Ganguren, Avril, Santo Domingo, San Roke y Banderas.

Web www.bilbaoturismo.net.

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Una ruta senderista guiada recupera parte de la antigua línea de defensa. «Mezcla mitología e historia y acerca a contemplar dos búnkers y las trincheras recuperadas desde 2018 a 2020 por la asociación Ahaztuen Oroimena, con una gran labor de auzolan (trabajo en comunidad)», explica Julen Hernando, de Leaktibai. Incluye la observación de una antigua nevera y el ascenso a dos cumbres. La del Zapola (562 m.), «desde donde las vistas sobre Markina y Etxebarria impresionan». Y la del Urregarai (704 m.), donde cumplirás la penitencia de ascender 222 escalones hasta la ermita de Santa Eufemia, en la cima.

«Dicen que esta montaña era una de las moradas de Mari, por eso hablamos allí de mitología y de los trabajos de caserío», agrega. Cuentan los lugareños que una pastora cuidaba su rebaño cuando vio salir de la tierra una mano con un anillo. Decidió tomar la joya y, desde ese momento, se quedó sin voz. Asustada, volvió al pueblo para tratar de contar lo ocurrido. Junto a varios vecinos regresaría al lugar donde la mano permanecía a la espera de que le devolvieran su aro.

En cuanto la muchacha lo hizo, recuperó el habla. Extrañados por el suceso, los reunidos empezaron a cavar la tierra y encontraron el cuerpo de Santa Eufemia envuelto en una sábana. «La excursión propone una caminata sencilla, apta para todo tipo de público, en la que conocer a fondo una parte del entorno cercano al pueblo que mucha gente nunca ha visitado», asegura Hernando.

Información 2.30 horas. 25 euros/persona. Niños desde 7 años. 688826797 www.leaktibai.eus.

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Un total de 12 kilómetros muestran las particularidades del sector defensivo que discurre por Güeñes. Las rutas de montaña existentes facilitan la visita a puestos bien conservados ya que su ubicación los salvó de voladuras en busca del hierro empleado en su construcción. Postes de señalización con códigos QR ofrecen información sobre los asentamientos y las características de la ruta. El recorrido arranca en el parking de Arbori, junto al barrio de Amabizkar Goikoa, para alargarse unas tres horas en las que contemplar con detenimiento los hallazgos, usados hace no tanto tiempo por los niños para jugar a soldados.

Nidos de ametralladora, puestos de mortero, refugios de tropas, tramos de trinchera, abrigos… encontrarás de todo. De paso podrás ver el Campo Arbori, el barrio de Taramona, el pastizal de Luxar, pinares y el monte Ganzabal, entre otros paisajes. Un panel incluye los nombres de vecinos encarcelados, fusilados o que debieron refugiarse durante el conflicto, así como fotos de la época y datos históricos.

Web www.visitenkarterri.com.

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En el Museo Memorial del Cinturón de Hierro puedes profundizar en el tema. Comprenderás cómo nació la defensa militar, descubrirás los municipios que atravesaba y algunas de las batallas libradas entre dos ejércitos enfrentados por convicciones antagonistas. «La exposición relata, mediante escenografía clara y moderna, cómo y por qué fue construido, las características de sus fortificaciones y su conquista final tras 48 horas de intensos combates que decidieron la batalla por Bilbao. Sumerge en la historia con paneles, displays y vitrinas temáticas que cubren aspectos como el equipo, armamento y modo de vida de los hombres y mujeres que hicieron posible la mayor fortificación de la historia de Bizkaia», asegura Aitor Miñambres, director del museo.

La sala propicia un nuevo paseo que, en este caso, no transcurre por el monte sino a través del pasado. Gracias a objetos personales y prendas de quienes lucharon, de su correspondencia, periódicos de la época, carteles, banderas, monedas e incluso equipos empleados por los combatientes. También armas como el tipo de bomba lanzada por los aviones de la Legión Cóndor. Para mantener viva la memoria de quienes dieron su vida en esta lucha y averiguar que la línea defensiva fue diseñada por Alberto Montaud, profesor de fortificaciones de la Escuela Superior de Guerra y comandante de Ingenieros.

O que entre el 11 y 12 de junio de 1937 el ejército franquista atravesaría el Cinturón por uno de sus puntos débiles situado en la zona de Gaztelumendi y Urrusti, entre Gamiz-Fika y Larrabetzu.

Información Simon Otxandategi, 64. Lunes a viernes, de 12.00 a 14.00 y 17.00 a 20.00. Sábados, de 11.00 a 13.00 y 17.00 a 19.00; domingos 11.00 a 13.00. 946682143, Redes Sociales: en Facebook.