Cinco senderos para pedalear a tu aire

Puedes completar esta propuesta por tu cuenta o con guía, si prefieres sentirte más seguro. «Es una ruta muy chula, ya que recorre en descenso zonas de altos pastos para luego meterse en el hayedo de Saja, uno de los más extensos y mejor conservados de Cantabria, siguiendo una pista de uso ganadero y forestal», explican responsables de Cantabrian Way. No te ajustes las gafas, has leído bien… ¡cuesta abajo! Lo destacamos para perezosos. Larga, pero sencilla, así la califican sus creadores. En bicicleta de montaña a través de dos valles emblemáticos cántabros como Campoo y Saja y desde las montañas de Reinosa hasta Bárcena Mayor.

De los 48 kilómetros de longitud 43 se cubren en descenso, mientras que los cinco restantes coronan el alto de la Cruz de Fuentes, en la cabecera de uno de los valles de la Reserva del Saja. La empresa te llevará el punto de partida en vehículo con las bicicletas. Desde el mirador de la Fuente del Chivo, bajo el Pico Tres Mares, a unos 2.000 metros, empieza la excursión. Carretera y carril-bici acercan a Salces, cerca de Reinosa, con parada previa en Fontibre, donde nace el Ebro. Desde allí, por vías secundarias, entrarás en el pueblo de Camino, donde tomar la pista hasta el alto de la Cruz de Fuentes, en el Parque Natural Saja-Besaya. Para quedar boquiabierto con vistas plagadas de laderas suaves y verdes pastos, de frondosos bosques.

La bajada a Bárcena Mayor se cubre por pista forestal atravesando pastos y bosques de haya o roble hasta el pozo La Arbencia, donde se unen dos ríos tributarios del Saja para formar una red de pozas y cascadas. «Si el día es caluroso los ciclistas podrán darse un baño en las cristalinas aguas del Argoza», añaden. Ya en destino, la belleza de sus viviendas típicas montañesas y calles empedradas iguala a su gastronomía.

Web cantabrianway.com

Nos apuntamos al alquiler de e-bike, por aquello de discurrir en esta visita sin esfuerzo. La bici eléctrica ayudará a disfrutar senderos repletos de cultura por el sur de Valdeporres. Acerca a pueblos, tradiciones y monumentos de esta Merindad. Rincones ocultos que inspirarán tu imaginación: ermitas, cuevas, torres, fuentes y espacios de culto ancestrales, en una comarca de grandes contrastes plagada de hayas, abedules, serbales y robles que salpican el entorno junto con encinas, quejigos, majuelos y sabinas.

Serán en total 27,1 kilómetros con una altitud máxima de 974 metros y mínima de 639. Pendiente del 6%, asequible gracias a estos vehículos, una ruta para aficionados de nivel medio. Conocerás la localidad de Puentedey, asentada sobre su pasarela de piedra, el Puente de Dios, digno de foto y admiración, o Brizuela, con edificios singulares como la iglesia de San Cristóbal (XVIII) y su original reloj de sol, casonas blasonadas y casa fuerte medieval.

La pista pasa por el hayedo de Leva, uno de los de mayor belleza y tamaño de las Merindades, y por Villavés, con su casa biosostenible construida a base de muros de piedra seca y paja, secciones de troncos longitudinales y materiales naturales como adobe, madera, arcilla, yeso o barro. En Quintanabaldo se admiran los cortados del Paño y Dulla.

Web valterria.com

El cañón del río Irati descansaba hasta hace un siglo coronado casi únicamente por buitres. En 1911 llegó un nuevo habitante que pasaría a formar parte del paisaje: el ferrocarril. Años después abandonó este entorno, como el amante infiel, olvidando el rastro por el que había transitado. Camino convertido ahora en senda para el deporte, especialmente apto para bicis y atravesado por dos túneles que provocan una peculiar emoción en los ciclistas.

La antigua vía de ferrocarril servía para transportar la madera desde Aoiz hasta Pamplona. Más tarde llegaron otras mercancías y pasajeros. El trazado propone un recorrido breve de 6 kilómetros, 12 si sumas ida y vuelta, perfecto para excursiones familiares, entre Lunbier y Liédena con el maravilloso paisaje como acompañamiento.

El conjunto monumental de la primera localidad y las ruinas romanas de la segunda son un atractivo extra. Pedalearás por el interior de la Foz de Lumbier, tratando de pestañear lo menos posible para no perder nada de este impresionante tesoro natural. Además, puedes completarlo en bici normal o eléctrica, la elección queda en tus manos.

Web iratiebike.com

Puente entre las Sierras de Cantabria, Codés y los Montes de Vitoria, Izki destaca gracias a bosques de roble marojo que pelean por un hueco entre cortados rocosos esculpidos por los ríos Izki y Berrón. La ruta propone dos alternativas: un primer tramo entre Antoñana (Campezo) y Corres (Maeztu) para regresar por el mismo camino, perfecto para una salida familiar, al que se pueden añadir otros 4 kilómetros escarpados de mayor dificultad a través de la Senda del Pastoreo. En ambos casos, recorrerás un espacio con 150 especies de vertebrados, más de la mitad catalogadas de interés especial, lugares en los que habitan la nutria, el visón europeo o el águila real, amenazados a nivel mundial.

El pedaleo cubre 12,2 kilómetros sobre BTT, con dificultad baja primero y más exigente después. Parte desde el punto de información de Antoñana. Toma la carretera dirección Bujanda, que coincide con la ruta del Vasco-Navarro hacia Estella. Déjala para elegir una pista a la izquierda en el kilómetro 0,68, obedeciendo las indicaciones del Vasco Navarro. En el kilómetro 2 hay una bifurcación, gira a la derecha abandonando la vía verde, cruza la carretera y sigue a la derecha hacia Bujanda. Al llegar al pueblo toca ascenso por La Calleja. Escoge la derecha por El Sol y baja a la A-3116. Cruza la carretera y sigue recto.

En el kilómetro 4,8 aparece una bifurcación y tira recto por la izquierda. En el parking de cazadores, entrada al parque natural, sigue recto la pista estrecha señalizada con puntos amarillos. Gira a la derecha en el 6,3 para cruzar un puente y pedalea por sendero pocos metros hasta volver a la pista (en época seca, en lugar de tomar el desvío continúa por pista).

Llegado el cruce, ve a la izquierda por la senda hacia Bujanda. En el kilómetro 7,1 si tomas el pequeño sendero, llegarías a la presa de Aranbaltza. Si no lo haces, acabarás en Korres. Desde ahí, solo los expertos elegirán la propuesta larga, conectando con la Ruta del Pastoreo.

Web izkiparkea.eus

Te mandamos de cima a cima, de Balmaseda al Kolitza, el Burgueño y el Mazapando, por un recorrido de dificultad elevada. Apunta: 34,11 kilómetros, 1.065 metros de desnivel. La ruta para bici de montaña asciende a uno de los cinco montes bocineros (Kolitza), desde el que antaño se convocaba a Juntas Generales del Señorío de Bizkaia. Arriba, a 879 metros de altitud, aguardan la ermita de San Roque y la panorámica sobre los valles, que ayudará a olvidar el esfuerzo (bastante) invertido a través del abrupto terreno. Recuerda que la ruta es escarpada, y que requiere tesón, por si eres nuevo en esto.

Tras admirar las vistas, descenderás levemente para volver a subir hasta la cumbre del Burgueño, a 1.044 metros. Bosques de robles y hayas acompañan la marcha antes de llegar a la zona de Mazapando. El ciclista localizará en esa zona numerosos túmulos de la Edad de Bronce. De hecho, en los Montes de Ordunte se encuentra la mayor concentración de monumentos megalíticos de la provincia.

Web www.enkarterribike.com