Cinco senderos que hablan del pasado
Paseos cerca de casa ·
Recorridos para disfrutar del paisaje con paradas en espacios arqueológicos, templos, fortines y minas, en una cita asequible para una familia habituada a caminarSecciones
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Paseos cerca de casa ·
Recorridos para disfrutar del paisaje con paradas en espacios arqueológicos, templos, fortines y minas, en una cita asequible para una familia habituada a caminarVamos de paseo... sin «pi, pi, pi» ni «auto nuevo», que cantaba Miliki. A patita. Vamos a hacer senda, a pisar donde otros pisaron antes. Hacia lugares que alguien tuvo a bien señalar evitando desorientaciones. Marcados con postes o sobre mapas de consulta. Con pistas ... que dirigen a quienes se sienten incapaces de abandonar la ciudad por miedo a perderse en el monte. Basta seguir las indicaciones, dejarse guiar. Dispondrás de planes distintos que desatasquen de ruido tus tímpanos. Para escuchar el silencio.
Elegimos caminata al Arnotegi, aunque dando una vuelta, por aquello de tratarse de una modesta cumbre de 426 metros y alargar la marcha. Con los niños si quieres, la salida es llevadera. Comienza desde el Paseo de los Caños, en Atxuri, para recordar este rincón de la villa adorado por Unamuno. Paneles informan narran su historia. Emprende viaje paralelo a la ría, con vistas a La Peña hasta el final, junto a la ikastola de Abusu. Allí se reúnen las aves para bañarse. Toma el puente a la derecha. En la primera rotonda, asciende por la acera de la izquierda hasta el parking de Montefuerte. En la zona superior hay un paso de cebra que cruza la carretera a la derecha, tómalo.
Tras atravesar un túnel, vuelve a elegir derecha hasta otro parking. Tu camino: la pista que sube a la derecha. Sube sin pérdida. La antecima del Arnotegi, perteneciente al macizo de Ganekogorta, posee una antena y se llama Irusta (377 m); la cota al oeste es Los Mimbres (412 m). Antes de llegar a las mesas de pícnic para tomar el hamaiketako, encontrarás un cartel que, a la izquierda, indica dirección al punto donde disfrutar vistas sobre Bilbao y los barrios de La Peña y Abusu, dejados atrás hace rato. Terminado el bocata, no regreses por el mismo lugar. El camino sigue hasta Bilbao por Larrazkitu. Imposible equivocar el rumbo, tienes postes informativos en cada bifurcación.
Si deseas alargar el paseo, siempre puedes optar por ir al Pagasarri. Si no lo haces, invierte unos minutos para subir a un mirador –lo marca el cartel de vista panorámica–, desde donde admirar la foto sobre el Gran Bilbao, con el mar al fondo. Superado Larrazkitu, pasas junto a Iberdrola para acabar en San Adrián.
De la ciudad al campo por el río, es la propuesta de esta caminata entre Ibaiondo, Gobeo, Lopidana y Yurre, para conocer el paisaje rural de la Llanada Alavesa. Surgen ante los ojos campos de cultivo y vestigios de robledales que hace siglos cubrieron la zona. Son 5 kilómetros, hora y cuarto de marcha por camino firme y carretera local. Cuentas con mapa en la web www.vitoria-gasteiz.org. Empieza en la entrada del parque de Zadorra, junto a la rotonda del cruce de la Avenida del Zadorra y la calle Duque de Wellington, en el kilómetro 7,4 de la Vuelta al Anillo Verde. La ruta sigue los puntos verdes, aunque puedes desviarte a la derecha y descender al río para contemplar las campas. Una vez hecho, toca ascenso sencillo al cerro donde esperan las ruinas de la ermita de San Miguel y el yacimiento arqueológico de Atxa, poblado de la II Edad del Hierro entre los siglos IV y III a.C. y campamento militar romano en el I.
Desciende hasta cerca del río, hay un panel informativo y mirador al Zadorra. Enfrente, el pueblo de Lopidana. Pasa de la zona residencial de Ibaiondo al área industrial de Ali-Gobeo. Persevera junto al agua acompañado de árboles hasta la entrada al parque, en Gobeo. Deja la Vuelta al Anillo para ir a la derecha, dirección Lopidana, por el puente sobre el río.
A la izquierda, 200 metros después, admira el robledal de Calzazarra, bosque-isla entre cultivos de gran valor ecológico, con amplia variedad vegetal: robles, arces, fresnos, sauces y chopos. Accede a Lopidana por el lavadero, contempla su iglesia románico tardía del XIII. Cruza el pueblo y sigue a Yurre. Al llegar a la carretera, vira a la derecha. Pasa el puente del Zadorra y regresa a la Vuelta al Anillo Verde, hacia la derecha hasta el inicio.
Esta ruta circular que parte de Mundaka y pasa por Katillotxu y Sukarrieta discurre por la PR-BI 176. Un total de 8,4 km, dos horas y media, acercan al pasado megalítico vasco. Funde así costa y estación dolménica. El cordal de Katillotxu ha albergado durante siglos, como un secreto del ayer, cinco dólmenes. Su presencia suma a la parte deportiva la cultural e histórica.
Arranca en el núcleo de Mundaka; debes seguir las indicaciones del mapa disponible en la web turismourdaibai.com. Asciende al barrio de Goitiz, allí aguardan caseríos adornados con huertos y rodeados de pasto, setos y bosquetes. Basta elegir una amplia pista que sube primero al depósito de aguas de Mundaka y después a la cima de Katillotxu. La pendiente es pronunciada. Recompensa: vistas sobre el estuario, la playa de Laida, el peñ̃ón de Ogoñ̃o, la cima de Atxarre y el encinar que colma de verde las laderas, como el artista cubre un lienzo.
Coronada la cima, busca el quinteto de dólmenes llegados desde la prehistoria. Con respeto, las piedras fueron elegidas para honrar a los muertos. Baja por el sendero a Sukarrieta, encontrarás la casa torre de Munitiz (XVI). Acaba la cita pasando por el camping y el mirador de Portuondo. Con paisaje costero entre Sukarrieta y Mundaka. El mar a tu lado.
Santurtzi cuenta con cuatro paseos para acercarse al Nordic Walking, esa práctica andarina en la que no faltan dos bastones. Encontrarás el enlace en la página turismo.santurtzi.net. Puedes hacerlas por tu cuenta o acompañado de una instructora, para cumplir las normas deportivas a rajatabla (reservas en Nordic Walking Santurtzi, 944624746). La propuesta más exigente da la vuelta al Serantes: 12,7 kilómetros, casi cuatro horas. Primero bordea el pequeño monte El Mazo, para seguir por un camino a media ladera de nuestro destino hasta casi el otro extremo de la sierra.
En ese punto sube por el cordal dirección noroeste-sureste hasta la cima, para admirar la panorámica sobre la costa del Cantábrico y la bahía del Abra. De vuelta, te acercarás a la iglesia Virgen del Mar y el Palacio Casa-Torre de los Señores de Hormaza. Segunda cita: hasta los fuertes del Serantes por otra ruta circular exigente de 11,2 kilómetros. Y contemplar el Fuerte y el Torreón erigidos en el XIX.
La tercera, muy asequible, cubre 3,5 kilómetros del puerto pesquero. Perfecta para quienes quieran iniciarse en este deporte, fluye en dirección a las piscinas y al campo de fútbol, que rodea para llegar al pesquero Agurtza. La cuarta propuesta, de 10,7 kilómetros y sencilla, abarca el Camino de la costa desde el puerto pesquero hacia la zona del puerto de Zierbena, bajo la ladera norte del Serantes. Cruza las vías de tren a la altura del parque de Santutzi, repleto de especies arbóreas poco usuales y con quiosco de 1917.
Recorrido circular desde el Parketxea, donde antaño se trituraba y transportaba la dolomía de la cantera de Pozalagua gracias a un sistema de tranvía aéreo hasta la fábrica en Ambasaguas. Un total de 4,4 kilómetros, hora y media de dificultad media, llevan hasta Ranero. La senda es cómoda, salvo en un tramo de subida entre rocas con cierta dificultad. Baja por la pista que comienza junto al parking de la cueva de Pozalagua hacia la trasera del Parketxea. Allí espera la señal que indica el camino hacia ese barrio. Has de superar una barrera en el camino que discurre entre muros de piedra, junto a espinos albar y endrinos.
Unos 250 metros después, junto a un muro caído, gira a la derecha. Kilómetro y medio más tarde hay un cruce. Toma la izquierda, pero baja antes por la derecha para admirar los restos de un calero y, más adelante, una dolomía. Regresa al cruce y sube a Ranero. Allí aguarda la renacentista iglesia de San Cipriano (XVII), una de las más antiguas del valle. Conviene estar atentos para seguir la carretera de ascenso a Pozalagua para desviarte a 250 metros a la izquierda, por una pista flanqueada por eucaliptos.
Sigue el camino junto al muro de piedra. Vas a pasar una zona de simas hasta el muro caído. Ya debajo del Parketxea, cruza la valla y elige la derecha junto a la primera torreta de línea de baldes perteneciente a la cantera de Pozalagua. Tras superar la antigua casa del guarda, toca pendiente de cincuenta metros para llegar al destino. Puedes consultar la web www.visitenkarterri.com para no desorientarte.
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