Cinco paseos sin ir muy lejos por paisajes de novela

La lectura transporta a una realidad paralela. Uno deja de ser frutero, funcionario u oficinista para adentrarse en la vida de otros, en personajes de ficción que envuelven al lector en su red de vivencias haciéndole olvidar por un rato las propias. Los libros son una travesía maravillosa, a veces doliente, otras extremas. Sufres y ríes según el deseo del escritor y tus gustos al elegir volumen. Las palabras se convierten en vehículos para este viaje, las frases en autopista. Cada párrafo es un mirador, los capítulos señalan un alto en el camino.

Leer inspira, pone en pausa la repetición diaria. Somos muchos lo que adoramos este verbo breve de pronunciar, extenso por las horas de disfrute que regala. En nuestro delirio de letras sumadas perdemos la conciencia del tiempo, vinculamos nuestro destino al de quienes pueblan las novelas. Continuar la senda literaria resulta a veces posible, seguir las huellas de autores y personajes en ciudades y pueblos donde se desenvolvieron. Trasladamos cinco sugerencias cercanas con las que extender el gusto por lo leído, caminos que ayudarán a sentirse menos huérfanos cuando cerramos un libro.

Asteasu es sinónimo de Atxaga. En el municipio guipuzcoano nació en 1951 José Irazu, así bautizaron a Bernardo sus padres. Allí espera el Camino del Lagarto, un paseo para conocer el pueblo natal del escritor y el mundo mágico de 'Obabakoak'. Realidad y ficción se unen en una senda breve de solo dos kilómetros. Comienza en Elizmendi, en lo alto del municipio, junto a la escuela Pello Errota. Debes seguir los repitles pintados en el suelo. Códigos QR enlazan con audios del propio Atxaga. Repasan también datos biográficos y otras obras.

Te acercarás a la casa rectoral en la que vivieron Juan Bautista Agirre y el general Lizarraga, a la de Antonio Arrue. Al universo de Obaba, con sus tertulias literarias en la casa solariega del tío de Montevideo, el perro rabioso del caserío Ilobate, la carretera de Andazarrate que hermana Asteasu con la costa, la vida del músico Pablo Sorozabal cuya familia procedía del caserío Portale, la del escritor Juan Bautista Agirre que redactó sermones satíricos como el que recomendaba a mujeres con tendencia a confesarse brujas pastel y bebida espiritosa para alejar pesadumbres…

«Nunca os quedéis dormidos sobre la hierba -nos decían nuestros padres-. Si lo hacéis, vendrá un lagarto y se os meterá en la cabeza. (...)», recita el fragmento de 'Obabakoak' que inspira el viaje.

· Web muskerrarenbidea.eus

Un recorrido por su ciudad natal acerca la figura de este enorme poeta. Puede disfrutarse con guía o por libre, siguiendo los pasos de una app para móvil. Comienza en la calle San Agustín 1, casa de los abuelos paternos. Cuando el 15 de marzo de 1916 Blas llegó al mundo lo hizo en una familia acomodada; luego, la depresión económica acabaría con la bonanza. Amante de la ría, junto a ella caminaba: «Recuerdo/ (…) sus muelles/ grávidos de mercancías y de barcos,/ sus ocres ondas, las gaviotas grises,/ los altos hornos negros, encarnados,/ donde el hombre maldice...». Las Siete Calles, la Plaza Nueva, Barrencalle Barrena y los soportales de La Ribera escucharon sus pasos. Marchó a Madrid para estudiar Filosofía y Letras, debió regresar al caer enferma su hermana. Junto al Arriaga recuerdan sus versos: «(…) ah este Bilbao puñetero que si no fuese porque llueve / nos ahogaríamos todos de aburrimiento (…)». En el número 5 de Hurtado de Amezaga ofrecía el abuelo materno consulta médica. En el 29 aguarda la casa natal. En el 52 viviría hasta los diez años. En La Quinta Parroquia hizo la comunión. Frente al 36 de Hurtado de Amezaga espera el domicilio familiar entre 1934 y 1945.

«Mi cocina en Hurtado de Amézaga 36 contribuyó a la evolución de mi ideología. (Hoy recuerdo aquella cocina como un santuario, algo así como Fátima con carbonilla)». En Alameda Rekalde 70 está la casa de la madre e impartió en ella clases a alumnos de Derecho. Tras un matrimonio frustrado en Cuba elegiría Madrid para instalarse, se casó con su novia bilbaína de juventud, Sabina de la Cruz. El paseo finaliza en la calle Egaña, junto al busto del literato.

· Web www.fundacionblasdeotero.org

Novelas como 'El Silencio de la Ciudad Blanca' de Eva García Sáenz de Urturi, 'La mujer del reloj' de Álvaro Arbina, 'Un mundo sin fin' de Ken Follet, 'La calle de la judería' de Toti Martínez de Lezea o 'Locos que no lo parecen' de Julio Corral alimentan este recorrido guiado. La visita literaria sigue el thriller de Sáenz de Urturi, convertido ya en película, por el Casco Viejo y el Ensanche.

Continúa con la obra de Arbina, durante la Guerra de la Independencia. Acerca a la catedral de Santa María, de la que se enamoró Follet. Aborda los crímenes sufridos por los habitantes de la Casa del Cordón, los Sánchez Bilbao, en 'La calle de la judería'. Recuerda los asesinatos de Sacamantecas reflejados por Corral. Son más los volúmenes que acaban mencionados en la cita, con Vitoria como escenario o inspiración.

«La visita está pensada para quienes hayan leído los libros y para aquellos que no han iniciado su lectura, recorre una ciudad que se aventuraron a plasmar en sus páginas Baroja o Pérez Galdós», explican los organizadores.

· Web www.guiasartea.com

Polanco es el nombre real del pueblo cántabro, aunque el autor de 'El sabor de la tierruca' los inscribiría como Cumbrales. Allí nació José María de Pereda (1833-1906), allí proponen un paseo corto de un kilómetro sobre su vida y obras, enamoradas todas del paisaje y las gentes de la montaña. Arranca en la casa natal del escritro costumbrista, en el barrio La Cochera, para continuar hacia la que mandó construir dentro de la finca 'La Trascolina'.

Allí creó gran parte de sus obras y conoció la noticia de la muerte de su hijo mientras escribía 'Peñas Arriba'. «Hacia el último tercio del borrador de este libro, hay una cruz y una fecha ente dos palabras. Para la ordinaria curiosidad de los hombres, no tendrían aquellos rojos signos gran importancia; y sin embargo Dios y yo sabemos que en el mezquino espacio que llenan, cabe el abismo que separa mi presente de mi pasado...», escribía sobre el suceso.

Hasta el lugar se desplazaron Benito Pérez Galdós o los hermanos Menéndez Pelayo, acostumbrados a extenderse en largas charlas. El antiguo 'Bar Resquemín' pone nombre al siguiente punto; junto a esta taberna se localizaba la bolera de Polanco, donde los vecinos jugaban y bailaban durante las verbenas.

Muy cerca se encuentra la Iglesia de San Pedro Advíncula, con la pila bautismal del siglo XII donde fue bautizado el artista. En 'La Cajiga' encontraba José María la verdadera esencia local, por eso descansa ahí su busto. La cita acaba en el cementerio, resguardo del panteón familar.

· Web www.aytopolanco.org

Famosa por su trilogía del Baztán, Dolores Redondo ayudó a crear una ruta guiada por este pueblo navarro. En ella rememoran escenas de 'El guardián invisible', 'Legado en los huesos' y 'Ofrenda a la tormenta'. Seguirás los pasos literarios y fílmicos de Amaia Salazar. Surgirán frente a ti la comisaría de la policía foral. El obrador familiar. La casa de la tía Engrasi, en el 38 de Braulio Iriarte.

«Cuando la escritora publicó el primer libro no conocía este hogar por dentro, el éxito de la novela le abrió las puertas de Txarrenea», comentan durante la visita. Descubrirás que la escritora elige los nombres de sus personajes cuidadosamente. Amaia se apellida Salazar como el inquisidor Alonso de Salazar y Frías, quien se negó a creer las acusaciones de brujería vertidas sobre mujeres de Zugarramurdi durante el Proceso de Logroño, en el siglo XVII.

Que su segundo apellido es Iturzaeta porque este aparece en la verdera tumba del ángel que inspira el enterramiento de la familia Arbizu y este pasaje: «(…) sobre el panteón reposaba un ángel que, indolente y con gesto aburrido, ajeno al dolor de los humanos, parecía observar a los enterradores que habían apartado la losa haciéndola rodar sobre unas barras de acero». Que el nombre de su suegra, Clarice, nace como guiño a la agente del FBI Clarice Starling, protagonista de 'El silencio de los corderos'. Desvelarán esas y muchas anécdotas más.

· Web elguardianinvisible.com

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