Canoas, dinosaurios, aves y paseos para niños activos

Les van a encantar, segurísimo. «Los recorridos en canoa por la ría de Urdaibai son probablemente la mejor forma de conocer la riqueza natural que encierra este entorno declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Una manera dinámica y divertida de conocer desde dentro este enclave privilegiado», explica Arkaitz, de Urdaibai Turismo Activo y Aventura. La canoa es muy estable e insumergible. Para dominarla, antes de subir cuentan lo que necesitas saber acerca de su manejo, especialmente sencillo, no hay que apurarse.

Puedes realizar la ruta con un monitor o a solas, disfrutando de las vistas a tu aire. La propuesta ofrece un recorrido por la cultura y a través de la naturaleza de la ría, «perfecta para empaparse con la zona de las marismas», añade, y no se refiere al agua, aunque algo te mojarás. El entorno y la perspectiva dejarán sin palabras. Si te apuntas a la salida con guía, él será quien dirija el descenso mientras informa sobre los lugares más característicos que ves: la chimenea de la tejera, el astillero, el molino de mareas… Entre Gautegiz-Arteaga y la playa de Laida. Al acabar habrás sumado dos horas y media, en una actividad disponible a partir de 12 años, 8 si los niños van acompañados de adultos.

Otra opción es el paseo guiado con inicio y final en el pequeño puerto de Arketa para descubrir los lugares más característicos de la desembocadura de la ría de Gernika. «Los participantes se acercarán a la salida de Mundaka, Sukarrieta y también a las playa de Laida, San Antonio y Kanala», especifica Arkaitz. Hora y media para la que hay que contar con 10 años mínimo, 8 si el peque acude con algún adulto. Resumiendo, muchos minutos de diversión y de ejercicio perfectos para hacer en familia o para mirar desde la orilla cómo los cubren los más jóvenes de la casa.

La ruta Goikobidea descubre el rico patrimonio de las faldas de Gorbeia, en el municipio de Zigoitia. Este sendero circular señalizado con flechas verdes consta de 7 kilómetros y un desnivel de 180 metros para pasear con tranquilidad dos horas, fácilmente. Puentes de piedra, antiguos hornos, un viejo molino y una nevera jalonan este paseo en el que también hallarás el pozo de los linos, antigua charca donde se remojaba la planta herbácea, a la orilla del río Zubizar, antes de trabajar con ella.

El itinerario empieza en Manurga, desde el aparcamiento cercano a la iglesia. Coge la pista hacia el norte, sigue en dirección noroeste y elige la primera bifurcación a la derecha que pasa cerca de la presa de la antigua central hidroeléctrica, nacida en 1926. Deberás cruzar el río Izua por el puente Izubarri (XIX), dirección norte hasta el despoblado de Muruabe.

Allí esperan los restos de la iglesia de San Juan. Continúa hasta desviarte enseguida a la izquierda por la pista que llega de Murua. Atraviesa las tomas de agua del Zubizar y da un rodeo para regresar por la otra orilla del agua, hacia el núcleo de Murua. La leve vaguada del río cuida los restos de un rico patrimonio cultural que rememora actividades llevadas a cabo antiguamente en el molino de Amezua y en otros recursos. Serás consciente del vínculo entre las gentes de estas tierras y la naturaleza. Sal del bosque por la pista que se dirige a Murua, junto al puente Zubizar, y acércate hasta la fuente de Murua. Sigue en dirección al cementerio y, justo antes de llegar, toma la senda de la derecha. En el siguiente encuentro de caminos vira a la derecha hacia la carretera que regresa a Manurga.

En el Barranco Perdido se mezclan parque de paleoaventura, piscinas, géiseres, circuitos de aventura y rocódromo, entre otras diversiones. Está ubicado en Enciso, Reserva de la Biosfera por la UNESCO, municipio en el que se han encontrado 3.000 huellas de dinosaurios. El lugar permitirá que los niños se conviertan en paleontólogos por un día. Encontrarán icnitas (huellas) en una reproducción de tres grandes yacimientos al aire libre. Vestigios fósiles de animales y vegetales. Harán fotos de esos hallazgos para ejecutar un análisis en el laboratorio.

Gracias a la gincana paleontológica buscarán balizas en el mapa y resolverán enigmas durante una actividad en familia autoguiada. Si prefieres que te acompañen, puedes apuntarte a la visita guiada al yacimiento de la Virgen del Campo en Enciso. Antes descubrirás la exposición permanente sobre el mundo cretácico de La Rioja y sobre los dinosaurios. Ya en el yacimiento, hay reproducciones de dinosaurios y huellas de la batalla entre un carnívoro y un herbívoro, así como las del Baryonyx y de cocodrilos con maquetas a escala. Se completa a pie y es posible acceder con silla de bebé.

Aquí toca jugar mientras caminas a través de la Vía Verde que parte de Mutiloa (a 9 kilómetros de Beasain) y sigue hasta Ormaiztegi. Los críos completarán un itinerario didáctico que funde deporte y orientación, senderismo y risas. Una pista circular de 8 kilómetros apta también para la práctica del 'nordic walking'. El objetivo es responder correctamente a diez preguntas. ¿Cómo? Gracias a la información de otras tantas balizas que hallarán en el camino.

Habrá cuestiones que tienen que ver con la naturaleza, el medio ambiente y la minería, del tipo: ¿en qué año se construyó el ayuntamiento de Mutiloa? Pruebas en las que descubrir ciertas imágenes girando las piezas del panel para encontrar parejas. Y otras que ayudarán a conocer datos de esa vía en la que abundan los bosques de pino.

Puedes descargar el juego y el mapa en la web de Goierri Turismo o recogerlo en la Oficina de Turismo de Ormaiztegi, localizada en el Museo Zumalakarregi –que también te recomendamos visitar–. Allí te darán un lápiz para rellenarlo mientras caminas por esta cómoda senda, el trazado de un antiguo ferrocarril minero de montaña. La panorámica de los valles y la masa forestal ayuda al disfrute, tanto verde ilumina la mirada. Recuerda, asimismo, la historia de dos cotos mineros y un ferrocarril a vapor cuyas locomotoras circularon por última vez en 1927.

Hace siglos, en el Medievo, en los lugares donde no existían ríos ni viento, la imaginación humana ideó ingenios hidráulicos como el molino de mareas de Santa Olaja. En esta visita primero darás un paseo por la marisma de Joyel, de gran valor medioambiental, después accederás a un edificio singular, único en la costa europea. En él se molía durante el siglo XVI el cereal, y allí los niños podrán echar una mano para conseguir el diploma de molinero.

La visita guiada dura una hora, muestra el hábitat de un humedal que se integra en el parque natural de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Descubrirás la flora y las principales aves nómadas que lo utilizan. «Explicaremos el fenómeno de las mareas y su influencia en este ecosistema, el funcionamiento del molino de mareas, uno de los pocos a nivel internacional que se mantiene en pie y el único donde producir harina ecológica, ya que la energía para moler se obtiene del Cantábrico», explican desde la organización.

El paseo suma dos kilómetros de patrimonio cultural y natural. Verás la maquinaria recuperada, ambientación escenográfica y un audiovisual gracias al que comprender el funcionamiento y conocer la vida del molinero y su relación con la marisma.

Enclavado en el Ecoparque de Trasmiera, muestra también instrumentos y objetos originales, la molienda tal y como se hacía hace siglos. El edificio se divide en tres partes, un soportal que conserva las ruinas existentes antes de la rehabilitación; la sala de maquinaria con una de las ruedas completa y parte de otras tres; y la de instrumentos.