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La bella y peligrosa invasión del arbusto de las mariposas
Budleja (Buddleja davidii) ·
De origen asiático e introducida con fines ornamentales, cumple una década dentro de la 'lista negra' de especies del Gobierno centralSecciones
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Budleja (Buddleja davidii) ·
De origen asiático e introducida con fines ornamentales, cumple una década dentro de la 'lista negra' de especies del Gobierno centralEs un arbusto tan imponente y bonito que atrae todas las miradas. De repente emerge en soledad del gris asfalto de un aparcamiento cutre de ... extrarradio, selvático y exhuberante con sus colgantes morados, o se asoma por la tapia de una finca abandonada, coronando la fila de coches aparcados con un tocado verde de enormes flores cónicas. O pelea por expandirse en el borde de la ría de Bilbao, entre el cemento y las rejas de la barandilla que protege a los traunseúntes y a las mascotas de las caídas. Se le llama budleja, arbusto de las mariposas o lilo de verano. Puede alcanzar más de tres metros de altura. Florece bien entrada la primavera y hasta que el frío aprieta. Sus ramas se arquean portando enormes racimos floreados que perfuman el aire con una esencia muy agradable, llenos de néctar que atrae a los polinizadores durante toda la temporada estival. De ahí dos de sus nombres.
Tamaño Hasta 3 metros
Hábitat Áreas abiertas, alteradas y soleadas: cunetas, solares y orillas.
La especie nació en los parajes de ensueño del noroeste de China y de Japón. Allí se emplea con fines medicinales desde la noche de los tiempos. Por ejemplo, sirve para la fabricación de cosméticos para el rejuvenecimiento facial. Porque es estéticamente espectacular y por el perfume que desprenden sus flores se utilizó de forma masiva en la jardinería por toda Europa desde el siglo XIX. Pero se reveló una especie rústica, muy resistente a la contaminación y otras adversidades y de veloz reproducción. Se convirtió en un problema serio.
Es menos conocida que el plumero de La Pampa o la Fallopia Japónica, pero el Gobierno central la incluyó hace ya una década en el catálogo de especies exóticas invasoras. Desde entonces se prohíbe su tenencia, transporte, tráfico y comercio, pero la budleja ya está muy asentada en toda la cornisa cantábrica y su erradicación es extremadanemente difícil. Reina entre todas las malas hierbas en los solares baldíos y en las cunetas, pero se regocija en la humedad de las orillas de los ríos. Las administraciones ya batallan por eliminarla de las riberas de cauces como el Ibaizabal, el Gobela, el Deba y el Ego, pero la bella invasión llega a Gaztelugatxe y a la reserva de Urdaibai.
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