El anfibio del norte que se caracteriza por su vientre anaranjado

Según datos genéticos, en España hay dos grupos poblacionales de tritones alpinos: uno oriental ubicado en Navarra, Gipuzkoa y el este de Álava; y otro occidental que se agrupa en el resto de la Cornisa Cantábrica. Aunque también existe una familia en la sierra de Guadarrama, en Peñalara, introducida recientemente por el humano. Pero por lo demás no le hacen ascos a ningún hábitat. Pueden encontrarlos en pastizales o hayedos y robledales; en aguas tranquilas como los arroyos y lagos, hasta en charcas, fuentes, abrevaderos o marismas; desde la montaña hasta el nivel del mar. Eso sí, su preferencia es el agua limpia.

El tritón abandona el agua de junio a agosto, aunque también se han registrado ejemplares que permanecen allí todo el año. El alpino español es más activo durante el crepúsculo y la noche, sobre todo en su fase terrestre, mientras que en la acuática se limita a pasar el día en las zonas más sombreadas.

En los lugares bajos la reproducción comienza en febrero, mientras que en la montaña se puede retrasar hasta marzo o mayo. Los machos suelen ser los que acuden primero a los puntos de reproducción y utilizan el campo magnético para orientarse en las migraciones. Por su parte, las hembras depositan entre 70 y 390 huevos, de uno en uno, a lo largo de las semanas hasta finales de junio.

Su dieta es variada y se compone de pequeños crustáceos, insectos adultos y sus larvas, moluscos y huevos de tritones. Pese a no ser una especie amenazada, el tritón alpino español empieza a ser escaso en el País Vasco y Navarra.