Urgente Grandes retenciones en Rontegi, La Avanzada y el Txorierri por un accidente entre dos vehículos
Las serapias son el refugio de muchos insectos durante las fuertes lluvias. Adobestock
GPS

Admirando serapias en el balcón de Llodio

Serapias (Orchidaceae) ·

De paseo por Arraño, las praderas se tiñen de un intenso color violeta gracias a las orquídeas donde buscan refugio los insectos los días de lluvia

Viernes, 19 de julio 2024, 20:05

En una pradera cerca de Laudio al llegar la primavera se pueden observar orquídeas. Muchas, hasta una veintena de especies distintas, consiguen florecer en las laderas de Arraño donde ya tienen un santuario que cuidan algunos entusiastas. Estas flores, catalogadas como serapias, hay que admirarlas ... al ras del suelo, no solo para verlas mejor, sino también por su tamaño. Pero, pese a ser un tanto pequeñas, albergan 'grandes' seres.

Publicidad

Pájaros y flores

  • Serapias: Destacan por su pequeño tamaño y su característica forma de reproducirse.

Las serapias crecen entre la hierba, y es allí donde se convierten en el refugio de muchos insectos. Si se acercan lo suficiente a estas curiosas flores de intenso color violeta, podrán distinguir entre ellas las patitas de algún insecto peludo. Y es que, con las lluvias tan características del País Vasco, hasta los seres más diminutos necesitan ponerse a resguardo. ¿Qué hay mejor que hacerlo dentro de una cómoda orquídea? Cada serapia que se observe durante una mañana que llueva sin parar cobijará un insecto en su interior; desde la más peluda de las abejas hasta la más minúscula de las hormigas.

Gracias a esta necesidad de refugiarse o de descansar en ella, son las propias abejas y avispas solitarias quienes las polinizan. Al acomodarse en su interior, el insecto provoca que se desprendan los polinios de la orquídea, los cuales se adhieren a su cabeza. Cuando el animal elija otra flor para descansar, la polinizará con esos mismos polinios que aún permanecen con ella.

A Arraño sube a caminar mucha gente, sobre todo en primavera, a ver exclusivamente las orquídeas que se multiplican por las praderas que suben hacia el punto más alto de la colina, a 385 metros. También hay de camino, por donde más serapias crecen, un vértice geodésico, a 285 metros.

Publicidad

Sin restarle importancia a la flor en sí, desde la misma pradera, se obtienen unas impresionantes vistas. Es un balcón que mira con privilegio sobre el pueblo de Laudio y sobre medio valle de Aiara. Al fondo está desplegado el Gorbeia en toda su panorámica, a los pies el Nervión se esconde entre calles y fábricas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad