'Dealer': tensión por cortes

Esta producción de nacionalidad francesa se apunta al 'found footage', una tendencia en el medio audiovisual que no parece agotarse: disminuye notablemente los costes y funciona muy bien en las historias de género, especialmente el terror y el thriller. En esta ocasión un realizador de videoclips persigue con una cámara Go Pro pegada al pecho a un traficante de poca monta que trapichea en el extrarradio de una ciudad al sur de Francia. Pretende filmar un videoclip, con la ayuda de un amigo que también registra, cámara al hombro, el día a día y los movimientos de un camello con carisma que quiere ser rapero. La discográfica presiona al cineasta, quiere reunir material con potencial para lanzar un clip musical con garra. La realidad está ahí, en las calles de un barrio donde las bandas tienen el gatillo fácil y vuelan las balas, los policías corruptos campan a sus anchas y te juegas el pellejo cada día pisando el asfalto en medio de una guerra entre pandilleros. Narcos frente a la pasma, pasados de vueltas.

El fenómeno 'found footage', deudor del éxito de 'The Blair Witch Project', vía 'Holocausto caníbal', ha alimentado el cine de género en los últimos tiempos tras el bombazo de iniciativas de bajo presupuesto como 'Paranormal Activity', posteriormente convertida en una suculenta franquicia ('Host' es el ejemplo más reciente). Con estética de falso documental, 'Dealer' busca el rimo frenético, saltándose las reglas del recurso de la narrativa que emplea, el metraje encontrado, para resultar más dinámico. La cámara en mano recoge situaciones de tensión que funcionan con desigual energía, pero la serie se ve sin apenas dificultad, gracias al escaso minutaje de sus estregas. El episodio inicial se apoya en siete minutos adrenalíticos que dejan planteado el conflicto, a cuyo desarrollo apenas se pone freno.

Estamos ante un formato ideal para entretenerse un rato cuando no apetece prestar excesiva atención. La capacidad de concentración del público está en peligro de extinción. Las imágenes que desfilan ante nuestros ojos no tienen la fuerza de 'Los miserables', cine social con nervio, aunque transite por similares escenarios, pero tampoco vamos a pedir peras al olmo. Ange Basterga y Nicolás López -el chileno de 'Promedio rojo' y 'Aftershock', producida por Eli Roth- resuelven con dignidad. Sébastien Houbani ('Rascal') encabeza un reparto de jóvenes intérpretes, debutantes y figurantes de la calle, sin apenas experiencia o ninguna.

'Dealer' apuesta por la acción con algunos momentos que rozan el terror. Con propuestas de esta naturaleza quizás Netflix pretenda comerle un poco la tostada a Instagram, pasando por YouTube, Facebook y demás redes sociales en el trayecto en bus a casa. Ya lo intentó Quibi y falleció en el intento (¿alguien se acuerda de esta plataforma?). Toca amoldarse a las costumbres actuales en el consumo de material audiovisual. El mercado manda.