'El ángel desobediente', una buena idea que no termina de explotar

Primera temporada ·
Una serie de ángeles, esclavos de la burocracia que se dedican a proteger a los seres humanos de manera prácticamente aleatoria, protagonizan esta serie brasileña

Borja Crespo

Martes, 10 de diciembre 2019 | Actualizado 11/07/2022 13:01h.

Obviando las evidentes zonas grises de la implantación del entretenimiento en streaming bajo demanda, las plataformas nos permiten acceder, siendo optimistas, a numerosas producciones de países que no lo tienen fácil a la hora de difundir sus trabajos a nivel internacional. A nada que ... exploremos a conciencia la oferta, lo que implica no quedarse únicamente con lo que sale a primera vista cuando abrimos el menú, podemos disfrutar con el visionado de producciones de nacionalidades exóticas, con filmografías poco reconocidas. Es una clara virtud de las nuevas formas de consumo audiovisual, siempre que seamos curiosos como público, ya que muchos lanzamientos pasan inadvertidos entre tanto material servido en bandeja por el inevitable algoritmo. Desde Brasil, por ejemplo, ha llegado hace apenas unos días, vía Netflix, la serie 'El ángel desobediente' ('Ninguém Tá Olhando'), ocho episodios, de entre 20 y 30 minutos de duración, que permiten al espectador darse un atracón ligero. Verla del tirón quita menos tiempo que ver 'El irlandés', cuyo extenso minutaje ha sido objeto de polémica en los tiempos que corren. Podemos ver una temporada de estreno entera en un día, atendiendo a la tiranía del sofá y la inercia del «siguiente episodio», pero ojo con concentrarse en una sola obra cuya extensión es mayor que los estándares de un capítulo al uso.

'El ángel desobediente' plantea una buena idea que no termina de explotar en toda su plenitud, al menos en su primera temporada, pero no merece pasar desapercibida. El desarrollo no exprime todas las posibilidades de una suculenta premisa de partida que se despliega en tono de comedia, pero sus intenciones son gozosas. Los famosos ángeles de la iconografía cristiana, idealizados desde la ficción, son en realidad una panda de funcionarios esclavos de la burocracia que se dedican a proteger a los seres humanos de manera prácticamente aleatoria, a veces sin ganas. Van vestidos con camisa blanca y corbata, y son todos pelirrojos. El protagonista, un recién llegado al ejército de guardianes de la integridad física -y poco más- de los simples mortales, no está contento con su labor y no entiende porque hay que aceptar un listado de reglas sin rechistar, entre ellas no aparecerse a sus protegidos. El enredo no tarda en llegar, aparece el amor, el inconformismo se apodera de un puñado de ángeles díscolos y descubren la realidad entre todos: el sexo las drogas y demás vicios propios de la raza humana. Todo de una manera tan simpática como descafeinada, por supuesto.

Lucen en los créditos del reparto principal de esta ligera y entretenida comedia brasileña Victor Lamoglia, Júlia Rabello, Leandro Ramos y Kéfera Buchmann, entre otros rostros prácticamente debutantes. 'El ángel desobediente' podría ser más incorrecta moralmente y dejarse llevar más por la transgresión, no termina de reírse del sistema sin temor, consciente de su deseo de llegar a un público potencialmente amplio. Se preocupa por algunos aspectos propios del culebrón, además de enganchar gag tras gag, algunos más inspirados que otros. Infantil por momentos, desenfadada a ratos, está visualmente cuidada y es inevitable coger cariño a los personajes que dan rienda suelta a una vis cómica que funciona mejor cuando raya en lo absurdo. No faltan los chistes verdes, con cierta onda facilona, pero es lo que manda en los tiempos que corren para tocar la fibra de la gran audiencia. Concesiones aparte, es una buena elección como appetizer.