Víctor Santos: «El cómic se ha convertido en el I+D del cine»
Entrevista ·
El autor valenciano, que acaba de ver cómo Jonas Åkerlund adapta al cine una de sus obras, 'Polar', habla de su relación con Netflix, de influencias cinéfilas y cinéfagas y del actual panorama de la historieta y las nuevas tecnologías
Tras iniciarse en el mundo del cómic a finales de los 90, Víctor Santos (Valencia, 1977), afincado en Bilbao desde hace varios años, se ha convertido en uno de los autores españoles más prolíficos y populares de nuestro mercado, sobre todo estos días gracias ... al bombo que se le está dando al salto al cine de una de sus obras, 'Polar', apadrinada por Netflix. La película está protagonizada por el carismático Mads Mikkelsen, con dirección de Jonas Åkerlund ('Lords of Chaos'). El actor danés encarna a un asesino a sueldo a punto de jubilarse que sufre un percance con sus futuros exjefes cuando está empezando a acostumbrarse a su nueva vida.
Santos es responsable del guión y dibujos de 'Los Reyes Elfos', 'Pulp Heroes', 'Silhouette' o 'Black Kaiser'. Durante los últimos años se ha volcado en el mercado americano, en una imparable carrera en la que ha dibujado series tan variadas como 'Witch & Wizard' o 'The Mice Templar', entre otras, habitualmente acompañado de guionistas de la talla de Brian Azzarello, Bryan Glass, Eric Powell o Mike Avon Oeming. Nos habla de su relación con la adaptación cinematográfica de 'Polar' y la todopoderosa Netflix, de influencias cinéfilas y cinéfagas, del actual panorama de la historieta y las nuevas tecnologías.
-Las referencias cinematográficas siempre han estado en tu obra, ¿era un paso lógico que alguno de tus cómics saltase al medio audiovisual?
-Es gracioso porque ahora parece que el cómic se ha convertido en el I+D del cine, afectando incluso a la narrativa. Muchos cómics de Marvel o DC parecen storyboards, y muchos autores ya escriben o dibujan pensando en la adaptación. Sin embargo, con 'Polar' quería hacer un cómic que enseñara lo que solo el cómic como medio puede hacer, estaba centrado sobre todo en la narrativa y la composición. Por eso digo que me parece gracioso que fuese el que finalmente fuera adaptado porque no lo buscaba. Aunque al estar temáticamente tan inspirado en el cine, en los westerns, en el polar francés… tiene el encanto del arquetipo que funciona en pantalla.
-¿Contactaron contigo directamente para el proyecto?
-Cuando el primer tomo de 'Polar' prácticamente acababa de salir de imprenta, el responsable de Dark Horse Entertainment, que es una rama vinculada a la editorial y enfocada al cine, le echó un ojo y vio mucho potencial. Son una especie de agencia que mueve el proyecto. A la vez se encargan de producirlo en sus fases iniciales, contratando a un guionista para desarrollar una adaptación, van a festivales, enseñan el guión y los cómics a estrellas de Hollywood… Dan los primeros pasos y en mi caso consiguieron que tanto Constantin Films como Netflix entraran en la producción y hacerla realidad.
-¿Cómo ha sido tu participación en la película?
-No me hicieron productor ejecutivo pero algo ayudé. Sobre todo en las fases iniciales, cuando era básicamente un guión en busca de financiación. Leí el primer borrador e hice algunas sugerencias y expliqué qué cosas pensaba que no funcionaban. Al principio pensaba que esta asesoría informal era algo hecho un poco por cortesía, pero luego vi algunas de mis sugerencias reflejadas en el guión final. El tema del parche, por ejemplo, en el primer borrador lo habían quitado. Insistí en que era importante el rollo icónico y pulp. Otras cosas no me gustaron y no me hicieron caso, y al final tengo que decir que tenían razón ellos.
-Algo más que vender simplemente los derechos.
-Me pidieron que propusiera actores que me gustaran para incluir en la listas de los diferentes castings y colaboré cuando se estaba moviendo el proyecto por el American Films Market, de donde salió el acuerdo de distribución con Netflix. Hice para ellos algunos bocetos de lo que podía ser un futuro póster. Obviamente, ahora, en estos tiempos de hype y redes sociales, también me he involucrado en la promoción, con bocetos y grabando entrevistas para ellos.
-El tráiler es espectacular...
-Es muy «in your face» y aunque igual enseña demasiado para mi gusto, estamos en la era del hype. La historia tiene una parte emocional y sosegada que no se ve ahí y que es el alma de la película. Jonas Åckerlund ha jugado con contraponer dos mundos con dos estilos de filmar: nuestro mundo de gente mundana y el de los asesinos. La parte mundana se ve menos en el tráiler, pero es lo que articula la historia. Eso sí, cuando entran los asesinos, todo se dispara a lo bestia, el color, la acción… Eso se ve mucho en el tráiler y es muy flipante y lisérgico.
-Hay un claro auge de adaptaciones de cómic a la multipantalla, con temáticas de todo tipo.
-Ahora hay más opciones, más formatos, más plataformas. No estás atado por temática, eliges qué quieres contar y luego el vehículo más adecuado, el formato de serie o peli, el canal o plataforma de streaming… Esta peli no sería posible en el mundo del blockbuster blandito tipo Disney.
-Si tuvieses que citar algunas influencias en 'Polar'…
-Las básicas, y de las que partió mi inspiración fueron sobre todo pelis como 'El silencio de un hombre' (Jean-Pierre Melville, 1967), 'Tokyo Drifter' (Seijun Suzuki, 1965) o 'A quemarropa' (John Boorman, 1967), y luego artistas de cómic como Jim Steranko, Jose Muñoz, Alberto Breccia, Alex Toth y Frank Miller. También mucha novela negra, las de Parker de Richard Stark, de espías de Trevanian… No he leído nada de gente tipo Robert Lundum por ponerte un ejemplo, pero me encanta la saga de James Ellroy sobre la historia secreta de América. Me inspiró bastante en cómo dialoga, de esa manera seca y telegráfica.
-Sin duda el cine es más mediático que el cómic, ¿cómo estás viviendo la experiencia?
-Es una exposición extraña, porque en el mundo del cómic todo el mundo sabe quién es quién, los fans saben que yo no soy Alan Moore o Frank Miller, hay como un estatus y es lógico. Pero el público general no tiene ni idea, ve que está basado en un cómic y dicen «anda, pues igual está bien» y como que todos partimos del mismo punto para el público fuera del fandom. Es mucho trabajo el tema promocional, las entrevistas… Hay toneladas de papeleo y apenas he dibujado en dos meses… Pero no me quejo, es genial tener un expositor tan enorme a tu trabajo como es el cine, es una gran oportunidad y creo que va a darme más libertad de cara a encarar mi carrera en el futuro.
-Da la impresión de que Netflix lo devora todo...
-Ahora mismo son los reyes en este formato, así que es normal que todo el mundo quiera trabajar con ellos. Vale que está Amazon, que si Disney o Warner montan la suya, pero a día de hoy ellos son el baremo con el que se miden los demás.
-¿Qué otro título de tu cosecha te gustaría que se convirtiese en imagen real?
-Hice un cómic que se llama 'Rashomon', en España lo sacó Norma y en Estados Unidos Dark Horse, sobre un comisario de policía en el Japón Feudal, lleno de homenajes a directores como Kurosawa y Kobayashi. Me gustaría que una productora japonesa hiciera una peli, en plan Takashi Miike y '13 asesinos'. Me encantaría ver proyectos míos con sensibilidades de diferentes países, no solo la americana.
-¿Y moverte en el terreno de la animación?
-Ya estoy un poco metido en el medio porque la serie de cómics que hice para Image, 'The Mice Templar', está en fase de desarrollo como serie de animación, producida por Gaumont. Aún está en un estado muy inicial pero los diseños que han hecho son chulísimos. No le haría ascos a una serie de anime de 'Polar'. Debería de ser en plan 90s, muy sangrienta, como las que veía de adolescente.
-¿Alguna película de cabecera? Tendrás más de un cineasta favorito...
-¡Demasiados! De Carpenter a John Woo, Scorsese, Jean-Pierre Melville… Ahora mismo me influyen mucho gente como Johnny To, Nicolas Windin Refn o Z. Craig Zahler, directores que se mueven el el terreno del género popular pero a la vez tienen una fuerte personalidad autoral. 'Brawl in Cellblock 99' me parece de lo mejor que se ha hecho en los últimos años. Me encantaría hacer un cómic con ese estilo tan impactante y seco.
-¿También devoras series?
-Sí, me encanta el formato. Me gusta mucho el rollo británico: 'Luther', 'Sherlock', 'The Fall', 'The Shadow Line', que es una serie que no conoce nadie y que es una pasada. Me gusta cómo les da igual las parrillas y el número de episodios o extensión. Hacen una historia y dicen «da para tres capítulos», pues se hacen tres capítulos por temporada. En ese sentido me recuerdan a la versatilidad de los comic-books.
-'Polar' se publicó primero en digital, como webcómic. ¿Era lo más inmediato?
-Era lo que calmaba mi mala conciencia, porque como lo hacía para mí, pensaba que estaba perdiendo dinero. Lo puse en plan promocional y porque vi que otros autores lo hacían. Luego descubrí que puede ser una herramienta asombrosa. Al final el webcomic es lo que era el fanzine en mi generación. Lo que pasa es que evolucionará, mutará conforme los dispositivos digitales vayan cambiando.
-Parece que una obra a la venta en papel se toma más en serio, ¿hay camino por recorrer en este sentido?
-Creo que son complementarios, que seguimos necesitando de lo físico. Hasta el más milenial seguro que en un momento de su vida le gustará tener un objeto chulo, algo que enseñar a sus amigos.
-¿Digital o analógico?
-Si me preguntas por vinilos yo siempre fui de CD. Me encantan los dvds y blurays, tener un pack de 'Scorpion Prisoner Saga' de los que hace Arrow, con una caja ilustrada y un librito. Lo único que me da pena es no tener un bluray con 'Polar', pero al menos, como he colaborado con la banda sonara de la peli, compuesta por Deadmau5, me mandarán el cd y el vinilo. Creo que enmarcaré el vinilo.
-¿Cómo ves el actual panorama del cómic? Como medio, ¿está sabiendo aprovechar el auge de las nuevas tecnologías?
-Creo que estamos en un momento increíble, pero hay que precisar que hablar de comics nacionales es un poco borroso hoy en día. Las editoriales españolas pueden coeditar y vender derechos al extranjero y los autores pueden saltar de un mercado a otro. En un mundo global, yo pienso en «comics hechos por españoles» y hasta esa etiqueta va a quedar caduca. Puede que nuestro tema pendiente sea precisamente la nuevas tecnologías, pero hay una nueva generación que ha crecido con ellas y va a hacer grandes cosas. Ahí está la plataforma Webtoons, por ejemplo. Medio mundo lee comics online ahí y hay un montón de series hechas por españoles que son la bomba, y encima generan dinero.
-¿Algún nuevo proyecto entre manos que puedas contar?
-Como Dark Horse está de subidón, me ha dado bastante carta blanca para nuevos proyectos. Ahora mismo estoy retocando y ampliando para ellos un webcomic que realicé usando la misma plataforma de 'Polar', llamado 'Guts'. Es la historia de una adolescente afroamericana y su camino de venganza contra unos neonazis que mataron a su novio. Muy cine de explotación, tiene mucha influencia de Carpenter, de Charles Bronson y del cine italiano de género. Está ambientada a caballo entre los ochenta y los noventa, y jugará narrativamente con el cambio de estilo de dibujo entre décadas.
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