Un fotograma de 'In Which We Serve', titulada en España 'Sangre, sudor y lágrimas'.

'Sangre, sudor y lágrimas', la batalla de David Lean

El director de 'Lawrence de Arabia' debutó tras las cámaras gracias a la oportunidad que le dio el dramaturgo Noel Coward | En España tuvimos que esperar hasta que acabó la guerra para ver el filme

Martes, 25 de junio 2019

David Lean ha pasado a las historia como el cineasta de las grandes epopeyas colosales ('El puente sobre el río Kwai', 'Lawrence de Arabia', 'Doctor Zhivago'…) y de los pequeños melodramas ('Breve encuentro'). Sin embargo, aunque siempre pensó en dirigir, nunca supuso que ... la oportunidad le vendría de la mano de un dramaturgo que necesitaba que le echasen una mano.

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David Lean (Croydon, Inglaterra, 25 de marzo de 1908 – Londres, 16 de abril de 1991), tras sus estudios, comenzó a trabajar al lado de su padre, que era contable en su ciudad natal, pero rápidamente se incorporó a la plantilla de la productora Gaumont Films en 1927, primero como botones y después como ayudante de cámara para ascender, en un tiempo record, a montador de películas. En 1930 trabajaba en el montaje de noticias y, a partir de 1934, en el de películas. Montó obras como 'Escape me Never' (1936), 'Pigmalion' (1938), 'Paralelo 49' (1941) y 'One of our Aircraft is missing' (1942). Sus trabajos eran tan brillantes que por entonces ya se le consideraba como el mejor montador británico.

Con el inicio de la II Guerra Mundial, el Ministerio de la Guerra británico se plantea hacer una película propagandística, a imagen y semejanza de las que se estaban haciendo en Hollywood, y se la encargan al escritor y dramaturgo más prestigioso que tenía Inglaterra: Noel Coward. El escritor titula su guion 'In Which We Serve', pero para su estreno español se toma la famosa frase de Winston Churchill, 'sangre, sudor y lágrimas'. La película es la epopeya de un buque de guerra, el destructor 'HMS Torrin', narrando la vida cotidiana de su tripulación enfrentada a los nazis en el Mediterráneo, hasta que el buque, al mando de Lord Mountbatten, es hundido en la batalla de Creta, en 1941, una historia real que había impactado fuertemente a la sociedad británica.

Noel Coward no solo quiere dirigirla sino también protagonizarla, producirla y encargarse de la música. Dándose cuenta que es un trabajo que le va a superar por todos lados, pide al Ministerio de la Guerra un ayudante que sea capaz de dirigir las escenas en las que él está ante la cámara. Los altos cargos del ministerio le dicen: «Te vamos a dar al mejor de todos», y llaman a David Lean, que tampoco hasta entonces había dirigido ninguna película.

David Lean y Noel Coward se entienden a la perfección, hasta el punto que a las dos semanas de rodaje el dramaturgo delega en Lean todas las labores de dirección. 'Sangre, sudor y lágrimas' se rueda en localizaciones de Dunstable Downs, Hertfordshire, Portland, Newcastle y en los estudios Plymouth en los primeros meses de 1942. Junto a Noel Coward, que interpreta al capitán del buque, Edward V. Kinross, en el reparto están también John Mills, Bernard Milles, Richard Attemborough, Celia Johnson, Kay Walsh y Joyce Carey.

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La película, narrada a base de flashbacks, cuenta la historia del buque, desde que es botado en las semanas previas al estallido de la guerra mundial hasta su hundimiento en el Mediterráneo. Se muestra cómo recibe la llegada de su tripulación con su comandante, el capitán Kinkrass (Noel Coward) al frente, como entra en acción en aguas de Noruega, como colabora en la evacuación de Dunkerke…

Entretanto, el capitán y algunos de sus hombres irán recordando sus experiencias anteriores al estallido de la guerra, tanto en sus vidas laborales como familiares o afectivas. Mientras el capitán rememora a su esposa e hijos en la batalla, los soldados ingleses, con el barco hundiéndose, luchan por alcanzar una balsa de salvamento.

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El capitán recuerda los momentos previos al combate, la guerra aún sin confirmarse, y la forma en que arengaba a sus soldados para batallar con valentía y honor, y poco después con la guerra ya declarada oficialmente. Son los días de Navidad, la familia recuerda lo que fue la primera guerra mundial, hay tristes despedidas, mientras en la batalla, los aviones nazis no cesan de disparar, abriendo fuego contra los soldados, indefensos y aferrándos a la balsa. A su vez, otro tripulante de la embarcación, el marinero Shorty Blake (John Mills), también rememora sus días previos al combate, con sus familiares, donde también abundaron las despedidas con tono de tristeza.

Bernard Miles y John Mills en 'Sangre. sudor y lágrimas'.

La guerra continúa, y en el frente de batalla, uno de los soldados recibe buenas y malas noticias en una carta, su hijo ha nacido, pero su esposa feneció en un derrumbe, producto de los bombardeos. Finalmente, el 'HMS Torrin' se hunde, en medio de hurras y homenajes de sus tripulantes. Llega una embarcación de rescate, son finalmente salvados, y sus respectivas familias se regocijan de tener al fin buenas noticias de sus familiares. Todo acaba, el capitán se despide de su tripulación: «Dios bendiga a nuestros barcos y a quienes navegan en ellos», mientras la bandera británica ondea al viento.

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Con un estilo casi documental, la película posee una enorme fuerza dramática. La narración va siempre in crescendo, apoyada por la espléndida banda sonora de Coward interpretada por la Sinfónica de Londres. Los momentos íntimos se alternan con espectaculares batallas, mostrando cómo todas las clases sociales se integran en el mismo esfuerzo de guerra. La película fue un enorme éxito, tanto en Inglaterra donde se estrenó el 17 de septiembre de 1942, como en Estados Unidos (en Nueva York se estrenó el 23 de diciembre de 1942), obteniendo dos nominaciones al Oscar: Mejor película, guión original y el premio a la Mejor película del National Board of Review y del Círculo de Críticos de Nueva York. Para verla en España hubo que esperar hasta que acabase la guerra en Europa y los alemanes fuesen derrotados. En Madrid se estrenó el 28 de mayo de 1945. Es una de las películas bélicas menos afectadas por el paso del tiempo, y aun hoy su visión sigue emocionando.

Noel Coward nunca volvió a dirigir una película, y David Lean dedicó sus siguientes años a llevar a la pantalla adaptaciones de Noel Coward, Con una de ellas, 'Breve encuentro' (1945), ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes y Hollywood le abrió de par en par sus puertas.

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