Laetitia Casta: «No busco fama, sino historias con un mensaje importante»

–¿Qué le sedujo del filme?

–Cuando leí el guion de Laurent Bertoni y Fanny Desmares me sorprendió. Fui a internet para ver la obra de arte y quedé impactada. Filmamos la película en locaciones exteriores del palacio, que es extraordinario, animo a la gente a ir a verlo. Creo que recibe unos 170.000 turistas al año. Me gustó mi personaje, una mujer que apoya a su pareja sin cuestionarlo mientras lo cuida de forma sumisa.

–¿Sabe por qué Cheval construyó el palacio?

–Creo que una de sus motivaciones fue dedicar una obra monumental a la muerte de su hija Alice, que falleció con tres años y medio. Probablemente fue por ella. Alice nació seis meses antes de que comenzara la construcción. Sigue siendo un misterio, pero no hay necesidad de descubrir este enigma, lo importante es la creación. La película invita a pensar que lo hizo por el amor de su hija y de su esposa.

–¿Cómo imagina a Cheval?

–Era un hombre que amaba su libertad y a quien no le importaba lo que la gente pensaba de él. Tenía una idea y convirtió su sueño en una creación hermosa. No era un capitalista, ni buscaba dinero.

–¿Cómo encaró la actitud pasiva de su personaje ante la idea de construir un palacio?

–Me di cuenta de que es un personaje muy interesante del que hablar: su amor, la inteligencia de su corazón, su capacidad de reconocer a un hombre, comprender sus sentimientos y creer en él. Ella tiene esta madurez y es lo suficientemente fuerte como para ser feliz con él. Me parece una mujer muy auténtica.

–Le gusta la vida en el campo, ¿se identifica con una campesina?

–Vengo del campo, solía vivir en un bosque, así que sí. Me gusta pasar tiempo al aire libre. Mi abuelo era guardabosques y he aprendido mucho sobre plantas y naturaleza. Este filme me ayudó a conectar con mis raíces, yo soy más de campo que de ciudad. Cuando el productor me preguntó si yo podía interpretar a una mujer de campo, le dije que esos son mis orígenes.

–Una mujer que ha trabajado con Karl Lagerfeld y Valentino, ¿sigue siendo de campo?

–Claro. Puedes salir del vecindario, pero llevas dentro al vecindario. Yo soy de campo y eso no se olvida. En París siempre encuentro un árbol con el que hablar . A veces les pregunto sobre cosas de las que no estoy segura y me ayudan mucho. Soy como el cartero Cheval que habla con los pájaros y los árboles. Es muy poético.

–¿Cómo elige sus personajes?

–Me cuesta, porque soy muy indecisa. Lo primero, por supuesto, es el guion, pero nunca decido nada sin saber quién va a ser el director. Durante los primeros compases de mi carrera, me dejé llevar por el instinto; me ofrecían papeles que me emocionaban y me decía que tenía mucha suerte. Con la experiencia, entiendes que es importante pensar en el público y buscar proyectos con sustancia. No busco la fama, sino historias con un mensaje que sea importante A nivel personal, interpretar a Filomena, esta mujer cariñosa y sencilla, me ha dado mucho.

–¿Es 'El palacio ideal' una película biográfica?

–Es un sueño. La realización de una idea. Creo que es una narración muy positiva sobre el misterio del amor, de la fuerza de dos personas dispuestas a ayudarse mutuamente. La película no explica nada, no justifica nada. Simplemente, carga una profunda energía positiva.

–Los vecinos de Cheval no dejaban de burlarse de él. ¿Le molesta la fama y que hablen de usted?

–Trato de no pensar en ello, como Cheval. Yo he vivido bajo un escrutinio constante en mi carrera y no siempre fue positivo. He experimentado mucha presión, enfrentarla no fue sencillo, pero me gusta el desafío. Entiendo que no depende de mí lo que piensan los demás. Lo que importa es poder aprovechar tus experiencias. Esta película me dio la oportunidad de expresar lo que es relevante para mí como mujer.

–¿Qué proyectos tiene en estos momentos?

–Descansar junto a mi familia. Tengo una serie por estrenar y tal vez hacer teatro, pero en este momento lo único que todos podemos hacer es descansar en casa con la familia.