Cartas contra el dolor

Inesperadamente esta correspondencia empieza a recibir respuesta. No sólo eso sino que el protagonista acabará encontrándose en las calles de Manhattan con la personificación de esos conceptos. Keira Knightley representa al Amor, Jacob Latimore ('El corredor del laberinto') al Tiempo y Helen Mirren a la Muerte. En realidad se trata de un ardid ideado por los compañeros del personaje principal que han contratado a actores profesionales para dar vida a estas grandes ideas.

Algo positivo

Nuestro héroe descubre así que hasta la más grande de las pérdidas puede llevarle a descubrir aspectos significativos y bellos de la propia vida (de ahí el título del filme). David Frankel, que recibió un Oscar al mejor cortometraje en 1996 y que se ha distinguido en comedias como 'El diablo viste de Prada' o 'Si de verdad quieres...', aunque también provocó alguna que otra lágrima en 'Una pareja de tres', se pone al frente de este filme basado en un guion de Allan Loeb ('Wall Street: El dinero nunca duerme' o '21 Black Jack').

Smith cuenta cómo la preparación de la película le ayudó a afrontar la muerte de su padre, que sufría de cáncer en el momento en que el actor recibió el guion. "Tener que aceptar la mortalidad de mi padre mientras me preparaba para este papel nos proporcionó un interacción maravillosa durante el tiempo que le quedaba de vida. Tuvimos conversaciones más maduras de lo que nunca antes pude tener con él. Fue una manera muy bella de prepararme para la película y una forma majestuosa de decir adiós a mi padre".

Aunque la Academia intente lavar su imagen tras la controversia del #OscarsSoWhite del pasado año es improbable que Smith, uno de los grandes nombres que apoyó la protesta, o esta película consigan ningún galardón en el reparto del próximo año ya que la prensa especializada no ha sido nada benevolente con la propuesta, a la que acusan de manipuladora, ingenua y necesitada de más sentido del humor. Por todo ello no creen que vaya a convertirse en la nueva 'Qué bello es vivir'.