Doctor Strange, el último cómic de Marvel

Scott Derrickson es el máximo responsable de Doctor Strange. Llamó la atención de los aficionados al género fantástico con Sinister, película avalada por los productores de la taquillera saga Insidious que contaba con algunos pasajes escalofriantes que dieron de qué hablar. Sus primeros pasos fueron con producciones de tercera como Hellraiser: Inferno, aunque también figuran en su singular filmografía el remake fallido de Ultimatum a la Tierra y la vulgar El exorcismo de Emily Rose. No es fácil entender qué lleva a que un determinado realizador reciba el encargo de un proyecto de estas características. Cineastas de escasa trayectoria, que han despuntado con alguna película de presupuesto modesto, como es el caso de Colin Trevorrow, que saltó de Seguridad no garantizada, un filme de ciencia-ficción muy serie B, a la mastodóntica Jurassic World, se llevan la palma últimamente, con resultados dispares. Josh Trank, artífice de la curiosa Chronicle, acabó llegando casi a las manos con los estudios Fox al realizar el inane reboot 4 Fantásticos, mientras John Watts, director de la pequeña pero matona Coche policial, se encarga de reflotar Spider-Man con expectación, por tomar otro ejemplo.

Los superhéroes mandan en la taquilla. Escuadrón suicida fue todo un éxito en el ranking de recaudación a pesar de ser un fiasco creativamente hablando. Aparte de la crítica especializada el público también echó pestes y una retahíla de impagables piropos sobre la versión en carne y hueso de un tebeo de supervillanos que en la gran pantalla daba menos mal rollo que Peppa Pig. DC y Warner se montaron una buena campaña promocional para que nada fallase y ahora, tras el periodo vacacional, le toca tirar los dados a Marvel, el enemigo en términos económicos, que apuesta fuerte por uno de sus personajes más excéntricos, Stephen Strange, un neurocirujano egoísta de Nueva York que descubre el mundo oculto de la magia después de un accidente de tráfico que le priva de su capacidad de salvar vidas con las manos. Se convierte así en el Doctor Extraño, olvidándose de su vanidad tras verse obligado a abandonar su profesión por falta de pericia. Decide realizar un viaje de sanación al Himalaya que le cambiará la existencia. Alejándose de la medicina tradicional, busca desesperadamente una nueva cura para su lesión. Conoce entonces a El Anciano (Swinton), quien le enseñará que hay otros mundos que están en éste y realidades paralelas. El maestro místico le entrena a conciencia hasta que descubra las dimensiones mágicas y se maneje como pez en el agua con poderes psíquicos como la telepatía, la proyección astral o el teletransporte, virtudes que empleará para impartir justicia. Que tiemble el mal.

"Doctor Strange" se rodó en Londres, Nueva York, Katmandú (Nepal) y Hong Kong. Los escenarios se crearon basándose en el estilo del dibujante Steve Ditko. Cabe comentar que actualmente se encarga de ilustrar el personaje un dibujante español, el asturiano Javier Rodríguez, que viene de dibujar otros iconos del género de superhéroes como Daredevil o Spider-Woman. En el transcurso de la película se crearon unos 800 dibujos, 3.000 dibujos conceptuales y 40 maquetas de platós. La creación de la capa del Doctor Extraño fue el mayor reto que asumió el departamento de vestuario. Se tuvieron que realizar 18 capas para usarlas en diferentes momentos. Para documentarse sobre su personaje, Benedict Cumberbatch se reunió con varios neurocirujanos y el equipo técnico visitó varios quirófanos y salas de urgencia de Nueva York para saber qué tipo de iluminación y texturas iban a necesitar para la ambientación. Una de las lentes de las cámaras utilizadas se empleó en "Lawrence de Arabia".

El rodaje de Doctor Strange causó revuelo entre los internautas, como si fuese una campaña de marketing casual. Durante un descanso del rodaje en Nueva York, Cumberbatch decidió tomar un té con su mujer y algunos amigos en la zona de Greenwich Village. A pesar de que los neoyorquinos están acostumbrados a ver de todo, se sorprendieron al comprobar que había un superhéroe haciendo cola en una cafetería, ya que no se quitó el disfraz de su rol. Antes de rodar la última escena de la película, entró en una tienda de cómics para saludar. Llovieron los selfies y las imágenes se difundieron rápidamente a través de la red. El poder de Internet como agente publicitario es incuestionable. Estos días ha visto la luz online un teaser de la segunda entrega de Guardianes de la Galaxia, mientras otros proyectos de Marvel como Black Panther, Capitán Marvel, Inhumanos y una nueva entrega de Los Vengadores están en el disparadero. En Netflix está disponible la serie Luke Cage, compartiendo universo con Daredevil, confirmando el paso firme de La Casa de las Ideas en el terreno audiovisual. La competencia se estremece.