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Roberto González
Miércoles, 18 de noviembre 2015, 19:25
Emilio Martínez-Lázaro vuelve al ataque con la secuela del récord de taquilla, 'Ocho apellidos vascos', esta vez centrada en Cataluña conforme manda la actualidad política. Repiten los guionistas y los actores de la primera entrega y se unen caras nuevas como ... Rosa María Sardá, Berto Romero y Belén Cuesta. En esta ocasión, Koldo (Elejalde) se alía con Rafa (Rovira) para evitar que Amaia (Clara Lago) se case con un hipster catalán un tanto insoportable (Romero).
¿Hubo mucha deliberación acerca del guion?
Dijimos un título, 'Nueve apellidos vascos', porque no sabíamos cómo se iba a llamar. No era ninguna conspiración ni ningún intento de ocultismo. La verdad es que no me gustaba mucho lo de 'Ocho apellidos catalanes' porque sonaba un poco a que íbamos a repetir todo igual en otra localización, pero bueno, una vez puesto y decidido por mayoría que se iba a llamar así, pues bienvenido sea.
En la primera parte aportaste cosas al guion de Borja Cobeaga y Diego San José. ¿Ha ocurrido igual esta vez?
Hice lo que he hecho siempre con todas mis películas, introducir cosas, nuevas escenas... Sobre la marcha te das cuenta de que los actores pueden hacer cosas que no esperabas y lo cambias En esta segunda parte ha pasado eso mismo pero multiplicado por diez porque también teníamos el guion a medio terminar cuando nos comunicaron que por decisiones de la autoridad suprema debíamos acabar en julio y nos pusimos a toda velocidad los guionistas y yo a terminar el libreto.
Koldo, el personaje de Karra, no quiere que su hija se case con un hipster catalán.
Una gran diferencia de esta película con respecto a la otra está en la relación entre los personajes. En la primera suegro y yerno eran antagonistas y en esta son colegas. Koldo está contra el nuevo novio porque le cae mal, no por el hecho de que sea catalán. Sí que hay una rivalidad entre el personaje de Karra y el de Rosa María Sardá, que le hace rabiar diciéndole que ellos sí buscan la independencia y los vascos no. Y Koldo a su vez le dice que los vascos estaban antes que los catalanes.
¿Cómo evolucionan los demás personajes?
La novedad viene por los tres personajes nuevos. El de Sardá es una catalanista brutal, de esos que ahora estamos viendo mucho. Ella tiene un nieto hipster, que se considera ciudadano del mundo, y le da un poco igual lo del independentismo pero por amor a su abuela le organiza una farsa tremenda. La otra chica (Belén Cuesta) ha sido contratada para organizar la boda pero está enamorada del hipster. Esto lleva a una comedia con más carga romántica que la primera porque aquí hay tres parejas que unir. También el personaje de Carmen Machi tiene una variación porque al comienzo de la película rompe con Karra.
Sospecha Martínez-Lázaro que quienes criticaron la primera parte de la saga "se arrepintieron porque la película fue bien recibida en el entorno de Bildu. Con la segunda supongo que ocurrirá lo mismo. Jamás hacemos sangre de nadie y si alguien se identifica con los excesos verbales de los personajes de Sardá o Berto es que es idiota. Nadie debería identificarse con una farsa". El filme, asegura, "no es tan localista como 'Ocho apellidos vascos', en cuanto al lugar donde sucedía. Aquí también se muestra un pueblo catalán medieval que es muy bonito pero la historia sigue estando centrada en los vascos, que siguen teniendo más protagonismo que los catalanes en esta película".
¿Tenías claro el reparto?
En cuanto apareció en el guion que tenía que salir esta señora de la masía, pensé en Rosa sin dudarlo. Berto Romero fue una sugerencia de Tele 5 y yo, como me lo he pasado tan bien con él como todos los españoles, no lo dudé. A Belén Cuesta la conozco desde hace dos años y me parece una actriz estupenda.
¿Ha costado menos dirigir a los actores en esta ocasión?
Los siete actores son tan buenos y con tanta vis cómica que no es que me haya resultado fácil dirigirles sino que me lo he pasado pipa.
No habrá tercera parte
¿Os contentaríais con una recaudación inferior a la primera parte?
Es imposible que la película haga nada parecido en la taquilla por la sencilla razón de que se ha perdido el efecto sorpresa. Los actores lo hacen mejor en ésta que en la primera porque ya los conocemos mejor y han explotado más su vis cómica. Si fuera la primera de las dos quizá habría hecho la misma taquilla pero al ser la segunda está condenada a hacer menos dinero. Lógicamente estoy interesado en que la película haga dinero pero solo hasta cierto punto. En cualquier caso es de esperar que tenga un buen reconocimiento y un gran éxito de público.
¿Estarías dispuesto a firmar más entregas?
No, creo que aquí se cierra mi colección de apellidos. Yo he hecho dos secuelas en mi vida y en ambos casos ha sido producto de que la anterior ha sido un grandísimo éxito. Lo hice con 'El otro lado de la cama' y ahora con ésta porque es muy difícil resistirse a hacer una segunda parte cuando todo el mundo piensa que es una película bendecida por el espíritu económico de los productores y casi sería una traición no hacer la segunda, pero ya otra tercera no.
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