Una escena de la película.

Perdido en el infierno

Ridley Scott abandona a Matt Damon en 'Marte' para que se las apañe durante unos años mientras la NASA organiza una misión de rescate

Borja Crespo

Miércoles, 14 de octubre 2015, 15:56

El veterano Ridley Scott parece querer competir con Woody Allen a la hora de estrenar prácticamente una película al año. Si uno centra su filmografía en las relaciones personales y las neurosis del ser humano, el director de la mítica 'Alien' ... siente predilección por el cine de género y se mueve sin rubor entre el thriller, la acción, la aventura, la ciencia-ficción y lo que pilla por en medio. De 'Blade Runner' a 'Gladiator', pasando por 'Thelma & Louise' y 'Robin Hood'. Suele dar cal o arena, eso sí. Tras el fiasco de 'Exodus: Dioses y reyes', asalta la cartelera con 'Marte', un lanzamiento que ha arrasado en Estados Unidos.

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Su estreno parece estar milimétricamente pensado desde el punto de vista publicitario: ha coincidido en el espacio-tiempo con la avalancha mediática de noticias sobre los indicios de la existencia de agua en el planeta rojo. Ha cuadrado a la perfección el tema y, conociendo a los estadounidenses, puede ser parte de una maniobra de marketing excepcional.

Sólo y abandonado

El máximo responsable de 'Prometheus' -ese filme delirante que no todo el mundo sabe apreciar- cuenta en esta ocasión con la colaboración estelar de Matt Damon, un actor todoterreno que cae en gracia del espectador y se defiende en la pantalla con suma corrección. Jessica Chastain, Kate Mara y Jeff Daniels añaden sustancia al reparto de un filme cuyos exteriores se rodaron en Wadi Rum, una zona desértica de Jordania, un lugar conocido como el valle de la Luna.

Basada en un best seller literario, 'Marte' retrata una misión tripulada en la que uno de los miembros implicados es dado por muerto en mitad de una brutal tormenta. Abandonado por el resto del equipo, debe sobrevivir con los escasos medios con los que cuenta. El instinto de supervivencia manda y, además de respirar, el aguerrido protagonista tiene que echar el resto para comunicarse con la Tierra y avisar a la NASA: ¡todavía está vivo!

Un maestro

  • 'Alien, el octavo pasajero' (1979) es una de las cintas de cine fantástico más importantes de todos los tiempos. Scott presentó al espectador la amenaza del espacio exterior más letal imaginable. Un depredador con ácido por sangre que se esconde entre las sombras de la nave Nostromo. Respaldado por un equipo sublime -el dibujante de cómic Moebius y H. R. Giger en la dirección artística-, Scott firmó una obra magna que no pierde fuerza con el paso del tiempo. Mezcló terror y ciencia-ficción con una eficacia escalofriante, antes de ofrecernos 'Blade Runner', otro título básico a la hora de entender el género.

Una trama que parece una puesta al día en el espacio del 'Náufrago' de Tom Hanks y Robert Zemeckis, salvando los enormes kilómetros de distancia. "Ésta es una historia de supervivencia final", indica Scott. "Mark Watney (Damon) está bajo inimaginable presión y absolutamente aislado, y la película trata de sobre cómo él responde a esos influjos. Su destino queda determinado por si sucumbe al pánico y a la desesperación y acepta la muerte como algo inevitable o elige confiar en su entrenamiento, ingenio, recursos y sentido del humor para mantener la calma y resolver problemas".

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El humor se convierte en un dispositivo que le permite evitar la desesperanza y mantener su mente alejada de preocuparse por las circunstancias extremas. Su optimismo es vital para la historia y fue uno de los rasgos del carácter que atrajeron a Matt Damon a aceptar el papel.

El tono de comedia, explica Damon, complementa el drama, "lo que no suele ser algo asociado con el género de la ciencia ficción". El problema más angustioso al que se debe enfrentar el astronauta protagonista es su propia voluntad. La desesperación puede ser tan letal como el hostil medio ambiente de Marte.

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La naturaleza manda

El astronauta guarda en vídeo de sus actividades, sospechando que probablemente pueda servir como su testamento final, salpicándolo con metodología científica y una buena dosis de ingenio. Watney es un botánico e ingeniero mecánico, enviado en la misión a Marte para estudiar y tomar muestras del suelo y para conocer más sobre su composición y la viabilidad de cultivos.

"Tiene el conocimiento y la formación para encontrar maneras de sobrevivir, pero el tiempo trabaja en su contra. Piensa que es probable que puedan pasar de tres a cuatro años antes de que sea posible su rescate. En confrontaciones de hombre frente a naturaleza, es ésta la que tiene la sartén por el mango", resume Damon.

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