Boquerini .
Miércoles, 14 de octubre 2015, 22:44
La década de los sesenta del siglo pasado fue el periodo en el que se fraguó la Guerra Fría, una demostración de fuerza entre las dos grandes potencias de la época que acabó desencadenando la carrera espacial. Estados Unidos y la entonces Unión Soviética pugnaban ... por traspasar las fronteras terrestres y lanzar a un hombre al espacio. Esta carrera tuvo también su traslación a nivel cinematográfico en sendas cumbres de la ciencia ficción. Un año antes de que los Estados Unidos lograsen enviar a un hombre a la Luna, Stanley Kubrick estrenaría, tras varios años de preparación, la película de ciencia ficción dispuesta a revolucionar el género: '2001: Una odisea del espacio' (1968). Y cuatro años después, el ruso Andrei Tarkovsky estrena 'Solaris' (1972), considerada como la respuesta de la URSS a la película de Kubrick. Por supuesto, también Tarkovsky llevaba varios años preparándola. Aunque no sea exactamente una respuesta, 'Solaris' y '2001: Una odisea del espacio' comparten bastantes aspectos, más allá de los evidentes: la ciencia ficción y de los viajes a mundos desconocidos.
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Construida a partir de la base argumental (y científica) de los relatos 'El Centinela', 'Encuentro en la aurora' y 'El ángel guardián', de Arthur C. Clarke, en '2001' Stanley Kubrick buscó hasta el último conocimiento científico para crear una tecnología futurista lo más próxima a lo que pudiera ser un futuro inmediato. No por sabido conviene obviar el argumento dividido en cuatro partes. En los albores de la civilización un grupo de hombres-mono, que luchan por su supervivencia, descubren aterrados un gigantesco monolito negro. A partir de ese momento su inteligencia empieza a despertar. Finales del siglo XX: una nave vuela hacia una estación espacial con un único pasajero que se dirige a la Luna, donde se ha descubierto un extraño objeto, un monolito negro. Año 2001: la nave Discovery, dirigida por la computadora Hal-9000, con destino a Júpiter, sufre un fallo. El piloto de guardia sospecha de Hal, que actúa como un ser humano y que aspira a ser el jefe, un ser superior. Decide anular sus funciones superiores y mantener a la computadora solo en sus funciones mecánicas pero Hal se rebela. El filme finaliza mostrando cómo, tras desconectar completamente a Hal, el astronauta se ve envuelto en un universo desconocido, un mundo más allá de las estrellas, encontrándose en una mansión victoriana con un monolito negro.
Universo y ser humano
Stanley Kubrick buscó poner de manifiesto la relación del hombre con el universo. '2001' fue la película en la que por primera vez los hombres son tan importantes como las máquinas, los silencios tan importantes como los diálogos y lo desconocido tan determinante como lo que se conoce y en donde los astronautas aparecen más fríos e inhumanos que el gigantesco ordenador central Hal.
'Solaris' también partió de una base literaria, la novela homónima del polaco Stanislaw Lem y al igual que Kubrick, Tarkovski también se apoyó en todo el soporte científico y filosófico de la época para el desarrollo del filme: un ingeniero llega a una estación espacial que gira alrededor de un lejano planeta llamado Solaris completamente cubierto por un océano de materia viva que podría ser un cerebro. Su misión es investigar los extraños acontecimientos ocurridos en la estación, que se encuentra en un estado deabandono. Uno de sus ocupantes se ha suicidado y los otros dos cohabitan con unos misteriosos 'visitantes' que son materializaciones de su pasado. El pasado también se materializará en el ingeniero recién llegado, que toma forma de su esposa, suicidada años atrás. A la que acaba aceptando como una mujer real aun sabiendo que es una creación de Solaris. En el epílogo del filme, el protagonista aparece en la Tierra, en la casa de su padre, para acabar descubriendo que la casa y su entorno son reproducciones creadas por Solaris, que flotan como un minúsculo islote en la inmensa superficie del planeta océano.
Ambas películas, y con solo una diferencia de tres años, comparten una mirada 'filosófica' a la aventura espacial, en la que los recuerdos, ilusiones e imágenes del pasado de los protagonistas, cobran una enorme fuerza ante lo desconocido. Pero las coincidencias no van más allá. 'Solaris' es introspectiva, críptica (la única forma de solventar la omnipresente censura soviética), mientras que '2001' es un viaje al infinito, un deslumbrante crisol de efectos especiales. Poco después de ambos estrenos, la carrera espacial se ralentizaría y la rusa prácticamente desaparecería, quedando solo como suministrador de cohetes para la Estación Espacial Internacional, y para gobiernos y empresas privadas, pero en los dos casos, después de ambas películas el cine de ciencia ficción ya no volvería a ser el mismo.
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