Del suspense al miedo

El realizador chileno cada vez espacia más sus producciones pero no es de extrañar que tras este esfuerzo titánico -el filme costó 50 millones de euros- haya tardado más de lo habitual en volver y que lo haga con lo que parece una apuesta segura, a priori. A pesar de adscribirse al género que le hizo famoso y de contar con estrellas internacionales de la talla de Ethan Hawke y Emma Watson, la cinta no terminó de convencer a los que pudieron verla en el pasado Festival de San Sebastián, en el que se proyectó como película inaugural fuera de concurso. Algunos hablan de película impersonal, lo que puede ser tan malo para algunos como bueno para los detractores del autor de 'Tesis'.

Un padre culpable

Veremos cómo responde el público a esta 'Regresión', título que se presta a comentarios malévolos sobre la trayectoria de su realizador, pero de momento el boca a boca no está siendo tan positivo como el de sus proyectos previos a la odisea de Hipatia, aunque también es cierto que las opiniones de crítica y público, con frecuencia, no van de la mano.

La trama se inspira en una oleada de sucesos reales que tuvieron lugar en Estados Unidos durante los 80, relacionados con los rituales satánicos. La historia tiene lugar en Minnesota durante los años 90. El detective Bruce Kenner (Hawke) investiga el caso de una joven ( Watson), que acusa a su padre de cometer un crimen inconfesable. Cuando el progenitor admite su culpa de forma inesperada, un reconocido psicólogo se incorpora al caso para ayudarle a revivir sus recuerdos reprimidos. Esto les lleva a descubrir una siniestra conspiración.

"Algunas de las cosas que se narran en 'Regresión' encajarían en la temática de terror", explica Amenábar, "aunque el tratamiento es de thriller psicológico con altas dosis de policíaco. Los referentes han sido sobre todo thrillers y películas de terror americanas de los 70 como 'El Exorcista' o 'La Semilla del Diablo', entre otras. En 'Los Otros' la inspiración fueron películas de los 40, 50 y 60; y aquí de los 70. Quería rescatar el tono sobrio e incluso pausado de muchas de ellas y, sobre todo, tomarme muy en serio lo que estábamos contando". En este sentido el director trató de huir del efectismo y optó por una puesta en escena bastante contenida. A ello ayuda la ambientación en una pequeña comunidad del Medio Oeste de Estados Unidos. Por los temas que trata algunos han comparado su tono con el de la recurrente serie 'True Detective'. "La película explora nuestra relación con el miedo, por qué lo odiamos y a la vez nos atrae", sentencia Amenábar.