Chuck Norris contra el cine español

Tal y como mostraba 'Electric Boogaloo. La loca historia de Cannon Films', documental de 2014, la Cannon fue una productora estadounidense creada por dos primos, Menahem Golan y Yoram Globus, cuya pasión por el cine hizo que cambiaran la forma de hacer películas y su comercialización en Hollywood, Menahem Golam había nacido en Israel, sirvió como piloto de la Fuerza Aérea de su país y estudió arte dramático en Londres y dirección cinematográfica en Nueva York. A mediados de los años 60 se asocia con su primo Yoran Globus para crear una productora cinematográfica dirigida al mercado israelí. Funcionó lo suficientemente bien como para que los dos primos, ya con la firma Cannon Films se instalasen en Hollywood con intención de conquistar el mercado mundial con películas de acción de bajo presupuesto. Su estrella más famosa fue Chuck Norris, pero por la cuadra de Cannon Films pasaron también Sylvester Stallone, Charles Bronson o Jean-Claude Van Damme. Pronto se dijo que la Cannon no hacía nunca una buena película. Buscaron distribuidores para llevar su cine por todo el mundo, y en España se encontraron con C.B. Films, una prestigiosa, lujosa y muy conservadora distribuidora hispana necesitada de películas que distribuir.

C.B. Films era una distribuidora (y también productora) surgida a finales de los años 40 que tuvo sus momentos de esplendor en los años 50, 60 y primeros 70. Con una marcada ideología conservadora, su éxito radicaba en ser los distribuidores españoles de las películas de la norteamericana United Artists (fundada en 1919 por Charles Chaplin, Douglas Fairbanks, D. W. Griffith y Mary Pickford). C.B. Films trajo a España los primeros James Bond o las comedias de Blake Edwards ('El guateque', 'La pantera Rosa'). Y mucho cine español. Películas de Pedro Masó como 'La gran familia' o títulos emblemáticos, desde 'La tía Tula' a 'Feroz', fueron distribuidos por C.B. Films. Además participó en la producción de muchas otras películas. Recordemos títulos como 'Manolo guardia urbano', 'Los chicos del Preu', 'Novios 68', 'La chica de los anuncios', 'Las secretarias', 'Las Ibéricas FC') Sus oficinas junto a la madrileña Plaza de Callao eran las más lujosas del gremio.

Pero la United Artists fue absorbida a finales de los 80 por la MGM y C.B. Films se quedó sin sus películas. Comenzaron una búsqueda desesperada de títulos que distribuir para poder mantener sus oficinas y su red comercial por toda España. Y apareció la Cannon Films. Pasar de distribuir a Sean Connery como James Bond a Chuck Norris y sus patadas en la boca les rompió todos sus esquemas. Pasó de distribuir el lujo y el oropel a la serie B más casposa, y el negocio se resintió. Poner películas de Chuck Norris no daba para producir cine y pronto dejaron de invertir en cine español.

Y en 1988 la Comisión Americana de Bolsas y Valores, empezó a investigar a la Cannon por una serie de irregularidades en sus informes financieros, y tras diversos bandazos, Cannon Films fue liquidada, y de nuevo C.B. Films se quedó sin películas. En sus últimos meses como distribuidora, C.B. Films encontró algunas películas europeas, aunque estas chocasen con su ideología conservadora. Uno de los últimos títulos que distribuyó en España fue la película póstuma de Pier Paolo Pasolini, 'Saló o los 120 días de Sodoma'. Lo hizo sin mostrar su logo, ni siquiera en la publicidad, ya que la película colisionaba violentamente con la línea de cine que había llevado como distribuidora.