Lío de verano

Ayer, no se sabe por qué, corría la especie de que en el Consejo Interterritorial iban a acordarse conjuntamente las pautas comunes para el funcionamiento del ocio nocturno veraniego. La idea no sonaba mal: establecer unos medidores sanitarios comunes y claros y especificar qué grado de restricciones le corresponde a cada situación. Personalmente, yo tenía esperanza en la reunión. Me parecía ejemplar que el país que consiguió que la Navidad fuese distinta en cada comunidad se uniese para afrontar de un modo unánime y entusiasta lo realmente importante: tomar copas en verano.

Sin embargo, no ha podido ser. Lo de la unanimidad y el entusiasmo. El Consejo Interterritorial coordinó ayer unas medidas para el ocio nocturno que solo fueron votadas a favor coordinadamente por las comunidades gobernadas por el PSOE. Bueno, y por Cantabria. El resto votaron en contra o se abstuvieron. La ministra recordó que, además de coordinadas, las medidas son obligatorias. Espérense a que Díaz Ayuso lleve su batalla por la libertad a las pistas de baile. La norma que impone el Gobierno precisamente ahora que no hay estado de alarma habla de terrazas cerradas a medianoche y de discotecas funcionando hasta las tres de la mañana mientras el país no haya alcanzado un 70% de vacunación. Pueden apostar a que habrá lío. Si la táctica política se impuso de un modo escandaloso cuando la situación era tremenda y los hospitales estaban llenos, ahora que cada vez hay más gente vacunada y lo que toca, en teoría, es ir abriendo la mano, devolverle al ciudadano la libertad, favorecer el regreso de la actividad económica, dar buenas noticias y anotarse el tanto, la batalla puede ser un espectáculo.

Como si los astros apostasen por el sainete, ayer Ignacio López del Hierro se enteró de que le imputaban en el 'caso Kitchen' mientras comparecía en el Congreso por el 'caso Kitchen'. La noticia se la dio un diputado apellidado Sicilia, como señalando. El empresario solo quiso decir que él nunca ha sido del PP. Casi añade que, cuando su mujer era la secretaria general del partido, él no sabía a qué partido se referían. Tras ser igualmente imputada, Dolores de Cospedal de lo que no se enteró fue de que su comparecencia en la comisión Kitchen se aplazaba. «No me han informado», repetía por el Congreso mientras exigía que saliese el encargado. Justo de eso, de información, era de lo que López del Hierro y Cospedal parecían hablar con Villarejo en la grabación aquella en Génova. No se descarta que el hilo de la información lleve también ante el juez a Soraya Sáenz de Santamaría, jefaza cuando los papeles de Bárcenas del CNI.

Hay que graduar lo de la fatiga pandémica: una cosa es estar cansado o harto y otra que todo esto te haya pasado por encima. Se confirma que sucede: las consultas de salud mental aumentan en Osakidetza un 15% y los suicidios se incrementan un espeluznante 27%. Los psicólogos reconocen que no dan abasto y señalan la depresión y la ansiedad como los problemas predominantes. Impresiona pensar en quienes cayeron en lo peor del confinamiento, cuando tocar fondo fue más fácil mientras que pedir ayuda se volvió aún más difícil.