El tripartito y la movilización inversa

Las próximas elecciones parece que estarían más abiertas que nunca porque además de la incertidumbre de unas urnas en tiempos de pandemia, está calando la idea de que un tripartito entre PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos ya no sería imposible. Mi pregunta es si es positivo o negativo para los intereses electorales de estos tres partidos que se visibilice esa posibilidad. Si puede ejercer como factor movilizador o si puede ayudar más al PNV a incrementar su apoyo.

Si estas elecciones hubieran sorprendido a los jeltzales apoyando al PP en Madrid y aprobando sus Presupuestos con el PP vasco, la visibilización de la necesidad de un tripartito de izquierdas para parar a la derecha podría ser creíble. Pero el PNV no es el PP para la mayoría de los vascos y, lo que es más importante, tampoco lo es para la mayoría de los votantes de los tres partidos que podrían formar ese tripartito.

Dentro del bloque de los partidos que no dejan caer al Gobierno de Sánchez, sus votantes tienen claro a qué partido rechazan más y a cuál menos de esos cuatro partidos. El partido al que más rechazan los votantes del PNV es EH Bildu. Para los votantes del PSE es EH Bildu. El partido que más rechazan los votantes de Podemos dentro de este bloque es EH Bildu. Mientras que para los votantes de la coalición abertzale es el PSE. El PNV no es el partido más rechazado por ninguno de estos tres partidos.

La izquierda abertzale tiene más que perder que ganar acercándose a los socialistas en campaña. A Elkarrekin Podemos y al PSE les pasa lo mismo si se acercan a EH Bildu. Y visibilizar un posible pacto contra el PNV en este contexto puede movilizar electoralmente a los votantes del partido del actual lehendakari.