La vida es bella
La mirada ·
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La mirada ·
Quiero que la mala racha acabe de una vez, que alguien con sentido común vaya al volante, que el mundo entre en razónYa estamos en septiembre. Septiembre huele a hoja en blanco, a cuaderno recién comprado, a día que empieza. La rueda otra vez se pone en marcha. En septiembre comienza un curso nuevo, no solo para los chavales, sino también para nosotros, en el calendario de ... la Francia revolucionaria de 1789, septiembre, vendimiario, era el primer mes del año, y creo que a los jacobinos no les faltaba razón.
Pero este año la hoja en blanco y la primera hoja del cuaderno nuevo están arrugadas y sucias, no invitan a escribir con ilusión y buena letra, y es que el horizonte pinta amenazador, de vez en cuando se recortan contra el cielo las sombras chinescas de terroríficos dragones con las fauces abiertas preparadas al mordisco y que llevan escrito su nombre en un cartelito que les cuelga del cuello: inflación, desempleo, precariedad, inseguridad, guerra, miedo.
Tengo la impresión, ojalá me equivoque, de que en otoño nos va a tocar ser protagonistas involuntarios de 'La vida es bella' y que, como en la película de Roberto Benigni, vamos a tener que echar mano de la imaginación y poner cara de Pascua ante la adversidad mientras les decimos a nuestros hijos que no se asusten, que no pasa nada, que los adultos estamos jugando a un juego muy divertido, se llama 'Supervivientes'.
Y es que el mundo nos ha sorprendido con una pirueta rara y nos hemos quedado desorientados y patas arribas. Parece que una maldición haya caído sobre nosotros, no salimos de una y entramos en otra. Ya el verano ha sido movidito, olas de calor, incendios, sequías, accidentes, inundaciones, noticias malas, todas con regusto amargo debido a su virulencia.
Y, por si faltaba poco, los aires de guerra siguen soplando cada vez con más fuerza, no me refiero solo a Ucrania, China ha empezado a enseñar los dientes, palestinos e israelíes han vuelto a blandir el hacha de guerra, Putin está utilizando al feroz Grupo Wagner para pactar en África con dictadores y señores de la guerra. Siria, Libia, Yemen, Etiopía, Mozambique siguen con sus luchas intestinas, aunque nos enteremos poco, y aún podría seguir enumerando, la lista es muy larga, demasiado larga.
A veces creo que Lucifer, Satanás, Belial, Samael, Belcebú, Leviatán, Devil, Mandinga, Mara ha decidido hacer turismo por el mundo. Me dirán con sonrisa de superioridad que el diablo no existe, que todo esto es fruto de la casualidad, pues yo de vez en cuando les aseguro que huelo a azufre y siento un latigazo muy feo que me anuncia cosas muy feas.
La realidad es que vivimos de sobresalto en sobresalto. Y las víctimas de lo que está pasando empiezan a tener cara, cada vez está más cerca el amigo que cierra su pequeña empresa, el otro que se ha quedado en el paro, el de más allá que nos confiesa que las cuentas no le salen, que no llega a final de mes.
Y luego, hay noticias que, al menos a mí, me dejan perpleja, aunque también dirán que son tonterías sin importancia. Pongo solo un ejemplo de muchos, no entiendo que Zelenski y su mujer se hayan prestado a aparecer muy guapos en la portada de la revista 'Vogue' mientras Ucrania se desangra y doce millones de ucranianos han tenido que refugiarse en otros países huyendo de la guerra.
En fin, no sé qué nos está pasando, tengo la impresión de que el mundo gira y gira como un tiovivo que se ha vuelto loco y no puede parar, pero lo que sí sé es que, cuando los jefes de las manadas del mundo mundial aúllan, los de a pie solemos llevarnos la peor parte en esas guerras de lobos de muchos pelajes y muchos intereses que, en la mayoría de los casos y aunque ellos digan lo contrario, no coinciden con los de ustedes ni con los míos.
Ya estamos en septiembre, aún hace calor, a lomos del viento del atardecer cabalga la canción del otoño que se acerca. Quiero que la mala racha acabe de una vez, está siendo demasiado larga, quiero que alguien con sentido común vaya al volante de la nave, que el mundo entre en razón, que sepamos priorizar necesidades, quiero que no nos engañen, quiero que nos entendamos, quiero, quiero, quiero…
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