![La política desnuda](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2023/06/19/opi-rio-kaRC-U20058533413410B-1200x1150@El%20Correo.jpg)
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La política desnuda es la política que queda cuando filtramos lo esencial. Hay una Política dentro de la política. Lo veo, lo digo, lo escribo con convicción. Estas semanas me he preguntado: ¿qué queda de la política cuando le quitamos los conceptos que no llegan ... a ser conceptos, las mentiras, los mantras que solo pretenden manipular, las frases hechas disfrazadas de ideas, los párrafos largos que pretenden transmitir que son propuestas cuando se quedan solo en argumentos que no dan respuesta?
Desnudar la política o a la política significa evaluar palabra a palabra, frase a frase, coma a coma lo que nos quieren transmitir los políticos. Esta tarea resulta todavía más importante si nos encontramos como ahora inmersos en una campaña electoral.
En esta campaña continua, permanente, los ciudadanos no hemos tenido tiempo para sopesar, posar, cada programa, cada mensaje, vertido desde cada partido. El anuncio del adelanto electoral al próximo 23 de julio supuso una sorpresa para un país entero, excepto para una, dos, tres, cuatro, cinco o seis personas. España el lunes 29 de mayo estaba viviendo los resultados de las municipales y autonómicas del domingo 28 y, de repente, la noticia de unas elecciones generales 'ya', mejor sin comillas, ya, zarandeó a todos los ciudadanos españoles.
Las sorpresas políticas se elevan en positivo y concentran el significado de sorpresa con luz cuando provienen de un pensamiento pausado y sopesado desde la responsabilidad real con mirada de conjunto no egocéntrica. Si no se vertebra así, lo que viene después convulsiona a un país y a todos sus resortes. Estas ideas vertiginosas lo que hacen es llevar al vértigo en un primer momento a todos los ciudadanos; pero, sobre todo, llevan al límite del abismo a los partidos enlazados directamente a quien da la noticia. Resquebrajar la política nunca ha sido lo mejor para hacer caminar a la economía, al tejido empresarial, al industrial, a la estabilidad financiera. Fragmentar para intentar sumar no funciona. El dicho de 'divide y vencerás' no se plasma en la política real. Desde luego no en este caso. Mostrar la suma partiendo de la división precedente y disfrazando de responsabilidad la salvación de unos pocos no lleva a casi ningún sitio, quizá solo al precipicio demoledor.
La política desnuda es lo que queda después de quitar lo accesorio. Eso que subyace tras desnudar a la política es la Política con mayúscula. La verdadera, la que nace de la democracia como conquista de todos; de la dignidad de hacer política, del trabajo que da honor a los políticos que creen en su hacer y quehacer de cada día. La cuestión podemos ampliarla: ¿qué queda de la política y de la campaña electoral cuando les quitamos la posverdad engañosa?
Estas semanas me preguntan bastante sobre cómo va a influir la campaña en nuestra presidencia española del Consejo de la UE. Influirá. De hecho, ya lo está haciendo en la agenda. Respecto a los temas prioritarios, son los que son; por lo que seguirán vertebrando los ejes de nuestro, de todos, semestre europeo: doble transición ecológica y digital, competitividad, seguir avanzando en el pacto de migración, fortalecimiento y actualización de las relaciones de la UE con América Latina... Quiero destacar un vector: la Autonomía Estratégica europea. Esta prioridad se despliega y aterriza en distintos ámbitos, Seguridad y Defensa, de los que parte, y en más sectores como energía, reindustrialización, sostenibilidad, salud, digitalización… Cuando desnudemos la política tendremos que buscar, identificar, evaluar, valorar, si estas prioridades están contempladas en los discursos, promesas y mensajes de la campaña electoral.
En la política que quede dentro de la política, después de pasarla por el tamiz, aflorarán los contenidos de los retos de nuestro tiempo que tanto influirán e impactarán en el futuro de nuestros hijos. La política desnuda es la esencial, la que queda y germina, la que impulsa solidaridad intergeneracional. Es la que arroja a un lado lo superfluo para concentrarse con determinación en conseguir objetivos. Es la que es capaz de impulsar dentro del proceso de integración europea una integración renovada acorde con la apertura de una era decisiva para la geopolítica.
La política desnuda queda expuesta a la observación cuidadosa de los ciudadanos. Es la democracia representativa de primer orden ensamblada a la Constitución. Es la que conduce sostenibilidad institucional y política sostenible, vertebrada, ordenada. Es la que no lleva a un precipicio sin vistas. Es la que nos muestra sin adornos la verdad. Es a esa Política, la que queda cuando todo parece fracturarse, diluirse o incluso huir, a la que debemos votar.
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