Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Prietas las filas para apoyar a Ucrania frente a Rusia, el G-7 reunido en Hiroshima consiguió un mayor concierto respecto a China. Son recurrentes las tensiones entre Washington y Pekín, y las siete grandes economías -Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y ... Japón- recalculan las relaciones con la superpotencia asiática atentas a su posicionamiento militar y veleidades sobre el control de Taiwán. Necesitado del acercamiento entre sus invitados, especialmente entre Joe Biden y Emmanuel Macron, el anfitrión -el primer ministro japonés, Fumio Kishida- encajó la protesta oficial china hacia el G-7.
La guerra en Europa central exige una constante reafirmación del compromiso occidental con Ucrania. La incorporación de Volodímir Zelenski a esta cumbre expresa una vez más el «tanto como haga falta» del sostén aliado. Franqueada la barrera de los F-16, la concesión de Biden requiere la inmediata formación de pilotos ucranianos. La 'mediación' china suscita grandes reservas cuando Xi Jinping es «amigo» de Vladímir Putin y continúa sin condenar ni sancionar a Moscú por la invasión de febrero de 2022. De poco sirve un emisario para asuntos euroasiáticos si Li Hui no «deja explícita la necesidad de que Rusia se retire de todo el territorio ucraniano». Este es el deseo general de las cancillerías europeas; «no basta con pedir un cese el fuego». Los «parámetros» de una salida negociada del conflicto definidos en Hiroshima son el plan de paz defendido por Zelenski y la determinación de Biden contra esta guerra de la Federación rusa.
Para extender su causa, tras el cónclave de la Liga Árabe en Yeda, el presidente ucraniano protagonizó la cumbre nipona procurando los apoyos del Sur global. Explicar su contraofensiva hasta recuperar la paz es objetivo cumplido con los presidentes de Corea del Sur, India e Indonesia; no así con el brasileño Lula da Silva, cuya agenda apareció 'sobrecargada'. Conocidas las explicaciones de Lula sobre las 'causas' de la guerra de Putin, Zelenski atendió al equilibrismo indio: el 'multialineamiento'. Sin condenar la operación de Ucrania, Delhi pertenece a la alianza Quad al tiempo que ejerce en la Organización de cooperación de Shanghái, iniciativa rusochina, y mantiene una constante agresividad con el imperio del Medio. Original 'soberanismo': próximo a Moscú y acercamiento estratégico a las democracias occidentales.
El temor a una escalada nuclear se plasma en la elección de Hiroshima como sede del G-7. Vulnerada la soberanía ucraniana, Japón ha comprendido que Extremo Oriente no permanece a salvo de las consecuencias de un conflicto en Europa. «La Ucrania de hoy puede ser la Asia del Este de mañana», martillea el primer ministro Kishida. Sin mencionar a nadie, el paralelismo entre la actuación de Putin y las pretensiones de Xi con Taiwán se barrunta en las diplomacias occidentales. El presidente chino no se priva de decir que la isla 'rebelde' puede ser recuperada por la fuerza. La guerra en Ucrania enseña al dirigente chino errores a no repetir. No cabe la precipitación. Los expertos están convencidos de que Pekín no está aún preparado: «Xi Jinping necesita varios años para modernizar la Armada Popular de Liberación (APL)». Japón es consciente de que una agresión a Taiwán arrastraría de inmediato al archipiélago a la guerra.
Estados Unidos asiste al ascenso en poder militar de China en todos los ámbitos, especialmente el nuclear y el cibernético vinculados a las fuerzas espaciales. Washington dispone de evidencias suficientes como para mantener una presencia permanente en el mar de China meridional. Un ejemplo. La APL cuenta en su creciente arsenal con seis nuevos submarinos dotados de misiles JL-3 con un alcance, según el Pentágono, que permitiría a China llegar a territorio continental estadounidense desde sus aguas costeras. Washington responde: por primera vez desde 1981, instala en Corea del Sur un ingenio nuclear, destinado oficialmente a vigilar Corea del Norte. Suma cuatro bases a las cinco en Filipinas para supervisar a la tercera aviación mundial, la china.
Por ahora un elemento frena el poderoso ascenso de la APL: las dificultades de acceso de China a los semiconductores. Las restricciones estadounidenses lanzadas en septiembre de 2022 «mantienen la innovación de la industria china con dos o tres generaciones de retraso. Estos microprocesadores son determinantes para fabricar las supercalculadoras tan necesarias en la concepción de sistemas de armas complejas», explica Duchâtel, del Instituto Montaigne. Más allá de sanciones a Rusia y de reglas comerciales con China, en un G-7 muy geopolítico, Fumio Kishida ha tratado de convencer a sus aliados de que la seguridad en Asia es asunto de los europeos. «Asistimos a la aparición de un desafío indivisible entre Europa y Asia», sostiene Yoichi Funabashi, de Asia Pacific Initiative.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.