Señal indicativa de la zona de bajas emisiones instalada en el centro de Bilbao. Manu Cecilio
Opinión

Los beneficios de las Zonas de Bajas Emisiones

Se trata de disponer de un aire más respirable, y de hacerlo compatible con el desarrollo económico y social

Nora Abete

Teniente de alcalde y concejala de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Bilbao

Miércoles, 2 de octubre 2024, 00:02

El objetivo de la política es resolver pacífica y razonablemente conflictos entre personas y los grupos humanos». Esta frase de Imanol Zubero recoge a las claras la manera en que el equipo que dirijo ha abordado la ordenanza municipal de las denominadas Zonas de Bajas ... Emisiones (ZBE). Lo primero que deseo señalar es: ¿por qué hablamos de este asunto? Y ¿por qué el Ayuntamiento de Bilbao se ha embarcado en esta travesía?

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Europa lleva largo tiempo debatiendo sobre su futuro y sobre la mejor manera de vivir el presente y prepararnos para afrontar los retos y desafíos que se nos presentan como sociedad. Y entre esos asuntos destaca sobremanera la salud de los ciudadanos y ciudadanas. 'Vivir más y vivir mejor' fue el lema que escogí para mi campaña a la Alcaldía de esta villa. Es, por consiguiente, la salud un objetivo común y compartido por los millones de seres humanos que poblamos este continente.

Bilbao está comprometida con la salud y con el gran proyecto europeo de propiciar ciudades más saludables para vivir más y vivir mejor. Entre esos compromisos que asumimos están las ZBE. No es un capricho, sino el resultado de una reflexión seria y profunda. Se trata de disponer de un aire cada día más limpio y respirable. Y hacerlo compatible con el desarrollo y el crecimiento económico y social. Me puse manos a la obra acompañada de un extraordinario equipo humano. Bilbao se sumaría a ciudades como Lisboa, París, Fráncfort, Roma, Atenas, Bruselas, Ámsterdam u Oslo.

Y tenía igualmente claro que esta medida, como tantas otras, podría provocar resistencias, por lo que mi voluntad desde el primer momento de la tramitación fue dar toda clase de explicaciones, escuchar todas las peticiones y actuar con la mayor transparencia. Se trata de convencer, no de imponer. Y así lo expresé con rotundidad en el pleno que aprobó la ordenanza.

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Y me siento muy orgullosa del ejercicio de diálogo con la ciudadanía. De analizar y resolver todas las dudas, buscar los mejores compromisos y fijar el interés colectivo con el menor perjuicio posible a los intereses particulares. Ha sido duro y en algunos casos agotador. Pero creo que ha merecido la pena. Porque una norma que parte de bases sólidas, que se hace con la mayor participación y que vincula el futuro de Bilbao con la mejora de la salud colectiva es una tarea encomiable en busca de un objetivo loable.

El resultado es una ordenanza que empezó a dar sus pasos el 15 de junio pasado, una fecha simbólica que coincide con la fundación de nuestra noble villa.

La norma delimita el espacio de ZBE reduciéndolo al de mayor tránsito circulatorio. Es evidente que las emisiones generadas en ese territorio van a ir reduciéndose en beneficio de toda la villa. Y hemos potenciado el uso del transporte público para que nadie vea perjudicada su movilidad. La determinación del espacio objeto de la ordenanza es de puro sentido común. Así nos lo están reconociendo otras ciudades y la generalidad de entidades y personas expertas en estas materias.

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Y, como decía antes, la prudencia ha presidido la elaboración de la disposición legal, contemplando excepciones para atender una casuística verdaderamente compleja, así como moratorias por motivos diversos. No creo que haya nadie que pueda decir que no se ha escuchado su problemática. Porque la prudencia es una característica que acompaña a la buena política y más cuando se trata de dar respuesta a las necesidades y anhelos de quienes son tus convecinos y convecinas. Y no concluye aquí la escucha activa que practicamos. A disposición de seguir resolviendo dudas, dar respuesta a las preocupaciones o cambiando lo que sea preciso, hemos puesto toda clase de medios humanos y materiales virtuales y presenciales.

En el pleno del Ayuntamiento mantuvimos un largo debate en el que algunos grupos apoyaron la medida, aunque hubieran ido incluso más lejos. Tal y como he defendido en tantas ocasiones, esta ordenanza no agota la reflexión sobre la movilidad y me propongo continuar desarrollando políticas serias y dialogadas.

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Y, como ya es costumbre, hubo un rechazo de esa formación negacionista que desprecia los esfuerzos colectivos para lograr el noble objetivo de construir una ciudad más saludable y habitable.

Y vuelvo al principio. La política es una tarea que pretende resolver pacíficamente las controversias, con diálogo y respeto. Y esta ordenanza de ZBE es un claro ejemplo, y además con la satisfacción añadida de hacer de Bilbao la primera capital vasca en aprobar esta medida que nos sitúa entre las ciudades europeas más comprometidas con la salud, el bienestar para vivir más y vivir mejor.

Gora Bilbao.

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