

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La política económica de un país se basa en un conjunto de medidas que tratan de impulsar el crecimiento económico sostenible. Se apoya en la ... política fiscal y la política monetaria, busca atraer inversión, fomentar la productividad y mantener un equilibrio en la balanza de pagos. Su objetivo final es garantizar estabilidad macroeconómica a largo plazo y mejorar el bienestar de la población.
Euskadi no es independiente, y además estamos dentro de la Unión Europea, por lo que no contamos con todas esas herramientas para garantizar el bienestar de nuestros conciudadanos. Por cierto, si hoy lo fuéramos, tendríamos un déficit en nuestras cuentas públicas ¡superior al 20%!, lo que nos obligaría, para equilibrarlas, a una fuerte reducción de los salarios públicos y las pensiones, además de otras medidas, como pasó, hace unos años, con Grecia, Portugal e Irlanda; aunque este… es otro tema.
No obstante, contamos con un marco singular de autogobierno, el Concierto Económico, que supone la asunción de un riesgo unilateral, derivado de la capacidad de recaudación de impuestos con los que financiar nuestros gastos, pagando un cupo al Estado, correspondiente a los servicios no transferidos.
En este contexto, la política fiscal, junto con la eficiencia en el gasto público, son dos de los elementos básicos con los que contamos para impulsar nuestro crecimiento y el bienestar de la población.
Sabemos que, en las décadas pasadas, debido a que sufrimos el periodo terrorista más largo de Occidente, tuvimos importantes pérdidas de empresas, dimensión económica y capital humano. Pero vayamos ahora a ver qué ha ocurrido en los últimos diez años, ya en un escenario de paz. El primer dato a analizar es la inversión neta en nuestra economía. Lamentablemente, mientras en el conjunto de España la cifra crecía un 10,2%, en nuestro caso lo hemos hecho solo al 2,6%. Madrid ha crecido un importante 19,4%, Valencia el 12,4%, y Cataluña el 9,3%. En consecuencia, nuestro PIB relativo, en ese período, se ha seguido reduciendo, creciendo un 8,8% menos que la media estatal.
Los datos de evolución de empleo se correlacionan con las cifras anteriores, por eso no tenemos buenos datos. Desde 2011, y según el INE, el empleo ha crecido en España un 20,4%, mientras que en Euskadi sólo el 3,1%. Contamos con buenos datos de paro, pero debido al fuerte crecimiento del empleo público. Además, seguimos perdiendo también población total relativa, en especial jóvenes, que salen a trabajar a otros lugares. En los últimos veinte años, junto con Asturias, somos la comunidad con mayor reducción de población joven (de 20 a 39 años), ¡casi el 50%!
La sociedad vasca no es consciente de nuestra situación, no se conocen los datos citados, ya que vivimos bien, aunque quizás de las herencias del pasado y de la caja común de las pensiones, que financia nuestro déficit anual de más de 4.300 millones (el más alto per cápita).
Nos encontramos, en mi opinión, en un círculo económico 'vicioso', creciendo menos que nuestro entorno, con pérdida de capital humano, altos índices de envejecimiento e importante incremento del gasto público. De hecho, nuestros gastos crecen a un ritmo superior al de los ingresos y, si continuara la tendencia, no sería descartable que tengamos problemas serios para financiarlos en el futuro. El Concierto Económico podría colapsar.
Euskadi necesita salir de esta dinámica, y el uso de nuestra capacidad de autogobierno, en el ámbito fiscal, es 'condición necesaria' para poder hacerlo. Una fiscalidad más competitiva (en especial con la población joven) atraería inversión, lo que impulsaría la captación y retención de talento, mejorando además la situación demográfica. Adicionalmente, habría que trabajar también en ámbitos como nuestro modelo educativo, la reducción de la conflictividad sindical y del absentismo, el emprendimiento, la recuperación de empresas que se fueron por el terrorismo y otros.
Tenemos los ejemplos de éxito de Portugal e Irlanda, que, tras la intervención de sus economías por parte de la UE, lanzaron sendos programas de recuperación con propuestas fiscales atractivas, lo que les ha permitido atraer inversión y capital humano hacia sus países, conseguir fuertes tasas de crecimiento, generar un mayor bienestar y un mejor futuro para sus comunidades.
En el pasado, fuimos capaces de utilizar nuestra singularidad, y con una mejor fiscalidad conseguimos minorar el enorme daño económico que estaba causando el terrorismo. Hoy nos toca volver a utilizar de manera inteligente el Concierto, para crecer de forma diferencial y recuperar, al menos en parte, los fundamentos económicos perdidos, garantizar el modelo de autogobierno y mejorar el futuro de nuestra sociedad. En el complejo contexto global actual, es quizás, además, ya algo urgente.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Terelu repetirá en el Zorrilla tras aplaudir el público en pie su debut en el teatro
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.